JUEVES 7

Blanco Feria del Tiempo de Navidad San Raimundo de Peñafort, presbítero* MR, p. 175 (194) / Lecc. I, p. 473

Otros santos: José Tran Van Tuán, padre de familia, agricultor y mártir. Beata Lindalva Justo de Oliveira, virgen y mártir.

BEATA LINDALVA JUSTO DE OLIVEIRA, nombre surgido, probablemente, de la fusión de Linda, abreviatura de nombres germánicos "flexible, lento, suave" y Alva, variante portuguesa de Alba, del latín "aurora", "blancura" (1953-1993). Virgen y mártir. Originaria de Sitio Malhada da Areia, Río Grande, Brasil; Asistió a la escuela primaria en la población brasileña de Acu, donde frecuentemente cedía a los niños pobres sus alimentos y algunas de sus pertenencias. En 1979 recibió diploma de ayudante administrativo; para auxiliar en la economía familiar, trabajó en varios comercios, además, visitaba a los ancianos en el asilo del lugar. En 1988 definió su vocación religiosa, estudió enfermería y aprendió a tocar guitarra e ingresó en el noviciado de la Congregación de Hijas de la Caridad (vicentinas), donde fue ejemplo de servicio y buen carácter. Al ingresar exclamó: "Quiero tener una felicidad celestial, desbordar de alegría, ayudar al prójimo y hacer incansablemente el bien". A partir de 1991 trabajó en el centro de salud municipal en Salvador de Bahía, Brasil, donde atendía con solicitud a 40 pacientes hombres, cantaba y oraba con ellos, los llevaba a paseos y ejecutaba tareas domésticas. Dos años después, ingresó a dicho centro Augusto Da Silva, hombre de carácter iracundo, quien se enamoró de ella, haciéndole saber sus lujuriosas intenciones las cuales la religiosa rechazó y pese al riesgo continuó en su trabajo expresando: "Prefiero verter mi sangre que dejar este lugar”. El perverso individuo fraguó una venganza que ejecutó el Viernes Santo del 9 abril de 1993, cuando sor Lindalva servía el desayuno a los pacientes, Augusto le dio una cuchillada en el cuello y otras 44 cuchilladas en el cuerpo. Al llegar un guardia confesó su crimen y fue aprehendido. Reconocida mártir, fue beatificada en 2007 durante el pontificado de S. S. Benedicto XVI (2005-2013). Su Congregación fijó la conmemoración anual en esta fecha, día de su bautismo, en lugar de la fecha de su deceso. Entre los pensamientos que dejó para la posteridad y que demuestran su fe, caridad y espiritualidad, se citan: ''Nací para entregarme a Dios en la persona de los pobres y no deseo más nada, Señor, que vivir esa entrega con dedicación total y un grande amor"; "Cuando Dios llama no vale esconderse; más pronto o más tarde la voluntad de Él prevalecerá".

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