DOMINGO 21

Morado I Domingo de Cuaresma MR, p. 192 (210) / Lecc I, p. 176 LH, Semana I del Salterio

Otros santos: Pedro Damián, obispo y Doctor de la Iglesia; Roberto Southwell, sacerdote de la Compañía de Jesús y mártir. Beata María Enriqueta (Ana Catalina) Dominici, abadesa de Hermanas de Santa Ana y de la Providencia.

SAN ROBERTO SOUTHWELL,del germánico, "el que brilla por su fama" (1562-1595). Sacerdote de la Compañía de Jesús y mártir. Nació en Horsham Saint Faith, Norfolk, Inglaterra. En el seno de una familia católica, en tiempos en que la reina Isabel I de Inglaterra (1533-1603) apoyaba abiertamente a los protestantes. Recibió esmerada educación en Douai y París, Francia. Ingresó en la Compañía de Jesús (jesuitas) en 1580, donde destacó por sus cualidades intelectuales y su fe. Fue Prefecto de estudios en el Colegio Inglés de Roma. Se ordenó sacerdote en 1584; dos años después, de forma encubierta, regresó a su patria para apoyar a los católicos que sufrían la persecución ordenada por la Soberana. Escribió una serie de folletos en los que exhortaba a los fieles a conservar su credo y defenderlo aún a costa de su vida. Fue descubierto y arrestado en 1695, acusado de ser sacerdote católico. En prisión se le torturó de forma continua y cruel con la fallida esperanza de hacerle abjurar de la verdadera religión y delatar a otros presbíteros que propagaban y defendían el catolicismo. Tal fue la brutalidad con la que fue mortificado, que su familia solicitó se le juzgara y determinara su condena con rapidez, considerando que su muerte sería mejor que la vida en la cárcel. Pese a ello se le mantuvo cautivo en la Torre de Londres, donde continuó su tormento; sin perder un ápice de su fe y entereza, elevaba continuas oraciones al Señor y ofrecía sus sufrimientos para la redención de los pecadores; asimismo leía la Biblia y se daba tiempo para escribir. Finalmente, fue sentenciado y condenado a muerte por traición a la Patria, después de reafirmar que administraba los Sacramentos a los fieles que así se lo pidieron. La sanción fue cumplida, en la ciudad de Tyburn, con la misma saña con la que se le trató en el presidio: se le ahorcó y, una vez muerto, el verdugo le abrió el pecho y le sacó el corazón para mostrarlo al pueblo. Al cadáver le rompieron los miembros, conforme a la sentencia y fueron echados al caldero. San Roberto es uno de los "Cuarenta Mártires de Inglaterra y Gales", canonizados por San Paulo VI (1963-1978; 29 de mayo), en 1970.

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