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Santa Misa del día: Domingo 9 de Febrero de 2025

9 de febrero V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Verde

Confiemos en la Palabra de Jesús

Da tristeza ver cuánto se ha normalizado la deslealtad. La traición a la palabra dada nos vuelve más suspicaces, y no pocas veces nos ha hecho perder una firme esperanza. De ahí que sea muy oportuno releer el pasaje de hoy, explicado en la confianza que suscita la Palabra de Jesús. Toda la noche Simón y sus compañeros habían intentado pescar, aunque sin capturar nada. El evangelio no relata las causas de su fracaso, en cambio sí nos explica cómo, a pesar de la adversidad y del sentimiento de frustración, ellos confían en la Palabra del Señor, que sólo les pide llevar la barca mar adentro y hacer un nuevo esfuerzo.

Simón sobrepone a su cansancio la seguridad en el Maestro y por ello le dice: “Confiado en tu palabra, echaré las redes”. En aquel día hicieron una magnífica pesca, y lejos de sentirse autosuficientes, de inmediato se vieron necesitados de sus compinches. Porque cuando hacemos caso al Verbo de Dios, los resultados son abundantes y dan tanto provecho que van más allá de uno mismo, beneficiando a nuestros hermanos, con quienes compartimos el amor y el servicio.

Ahora bien, los cristianos de esa época recibían un constante bombardeo de mensajes de parte del emperador y sus allegados, así como de otros cabecillas; había promesas ante las cuales no tenían que ser ingenuos, discursos que no debían creer. Con este evangelio Lucas les recuerda que, en los momentos más difíciles, atenerse a la Palabra del Señor les servía de estímulo y de guía. Además, con mucha seguridad aquello era una lección para que no se acostumbraran a los discursos vacíos y deshonestos. ¿Qué tanto confiamos en la Palabra de Jesús? ¿Esperamos con firmeza y convicción los frutos de su enseñanza?

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 94, 6-7

Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque él es nuestro Dios.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Te rogamos, Señor, que guardes con incesante amor a tu familia santa, que tiene puesto su apoyo sólo en tu gracia, para que halle siempre en tu protección su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo…

MONICIÓN

En una escena majestuosa, Dios llama a Isaías para ser su profeta. Luego, en el evangelio, escucharemos la llamada de Jesús a sus discípulos, especialmente a Pedro.

PRIMERA LECTURA

Aquí estoy, Señor, envíame.

Del libro del profeta Isaías: 6, 1-2. 3-8

El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor, sentado sobre un trono muy alto y magnífico. La orla de su manto llenaba el templo. Había dos serafines junto a él, con seis alas cada uno, que se gritaban el uno al otro:

“Santo, santo, santo es el Señor, Dios de los ejércitos; su gloria llena toda la tierra”.

Temblaban las puertas al clamor de su voz y el templo se llenaba de humo. Entonces exclamé:

“¡Ay de mí!, estoy perdido, porque soy un hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, porque he visto con mis ojos al rey y Señor de los ejércitos”.

Después voló hacia mí uno de los serafines. Llevaba en la mano una brasa, que había tomado del altar con unas tenazas. Con la brasa me tocó la boca, diciéndome:

“Mira: Esto ha tocado tus labios. Tu iniquidad ha sido quitada y tus pecados están perdonados”.

Escuché entonces la voz del Señor que decía: “¿A quién enviaré? ¿Quién irá de parte mía?”. Yo le respondí: “Aquí estoy, Señor, envíame”.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL Del salmo 137

R. Cuando te invocamos, Señor, nos escuchaste.

De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles. Te adoraremos en tu templo. R.

Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te invocamos nos oíste y nos llenaste de valor. R.

Que todos los reyes de la tierra te reconozcan al escuchar tus prodigios. Que alaben tus caminos, porque tu gloria es inmensa. R.

Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo, y así concluirás en nosotros tu obra. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy, no me abandones. R.

MONICIÓN

En la segunda lectura san Pablo nos ofrece la primera profesión de fe que conocemos, el primer credo. Es el que él aprendió y que anuncia la muerte y la resurrección de Jesús.

SEGUNDA LECTURA

Esto es lo que hemos predicado y lo que ustedes han creído.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 1-11

Hermanos: Les recuerdo el Evangelio que yo les prediqué y que ustedes aceptaron y en el cual están firmes. Este Evangelio los salvará, si lo cumplen tal y como yo lo prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.

Les transmití, ante todo, lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, como dicen las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según estaba escrito; que se le apareció a Pedro y luego a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos reunidos, la mayoría de los cuales vive aún y otros ya murieron. Más tarde se le apareció a Santiago y luego a todos los apóstoles.

Finalmente, se me apareció también a mí, que soy como un aborto. Porque yo perseguí a la Iglesia de Dios y por eso soy el último de los apóstoles e indigno de llamarme apóstol. Sin embargo, por la gracia de Dios, soy lo que soy, y su gracia no ha sido estéril en mí; al contrario, he trabajado más que todos ellos, aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios, que está conmigo. De cualquier manera, sea yo, sean ellos, esto es lo que nosotros predicamos y esto mismo lo que ustedes han creído.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 19

R. Aleluya, aleluya.

Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores de hombres. R.

MONICIÓN

Pedro, Santiago y Juan recibieron un llamado muy especial de parte de Jesús: quiso hacer de ellos “pescadores de hombres”. Ahora los apóstoles pasan a ocupar el lugar de los profetas del Antiguo Testamento.

EVANGELIO

Dejándolo todo, lo siguieron.

Del santo Evangelio según san Lucas: 5, 1-11

En aquel tiempo, Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba a la multitud.

Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: “Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para pescar”. Simón replicó: “Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra, echaré las redes”. Así lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.

Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le dijo: “¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!”. Porque tanto él como sus compañeros estaban llenos de asombro, al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.

Entonces Jesús le dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”. Luego llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos, al Padre del Unigénito, al Hijo del Dios eterno y al Espíritu, fuente de todo bien.

Después de cada petición diremos: Te rogamos, óyenos.

  • Para la Iglesia inmaculada del Dios verdadero, extendida por todo el mundo, pidamos la plena riqueza del amor de Dios. Oremos.
  • Para quienes gobiernan las naciones y tienen en su mano el destino de los pueblos, pidamos el espíritu de justicia y el deseo de servir con dedicación a los ciudadanos. Oremos.
  • Para los enfermos y quienes viven angustiados, pidamos la salud y la fortaleza. Oremos.
  • Para las víctimas del tráfico de personas pidamos la libertad y la justicia, y para todos los involucrados, la conversión del corazón y la determinación en el cumplimiento de las propias responsabilidades. Oremos.
  • Para nosotros mismos, pidamos al Señor un temor filial, un amor ferviente, una vida feliz y una santa muerte. Oremos.

Dios nuestro, escucha las oraciones de tu familia y susténtanos con tu Espíritu, para que tu Palabra sea recibida por todos con corazón generoso y dé fruto abundante en todo el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor Dios nuestro, que has creado los frutos de la tierra sobre todo para ayuda de nuestra fragilidad, concédenos que también se conviertan para nosotros en sacramento de eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 106, 8-9

Demos gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace en favor de su pueblo; porque da de beber al que tiene sed y les da de comer a los hambrientos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor Dios, que quisiste hacernos participar de un mismo pan y un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera que, hechos uno en Cristo, demos fruto con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

APRENDAMOS A PESCAR PARA EL SEÑOR

Jesús llamó a Pedro, a Santiago y a Juan. Luego llamó al resto de los doce apóstoles, y, a partir de ellos, a todos los que iban a formar su Pueblo santo, o sea, nosotros, su Iglesia.

  • Así como Jesús hizo “pescadores de hombres” a esos hombres, así también quiere que nosotros “atrapemos” para él a quienes quiere salvar.
  • ¿De qué nos quiere salvar el Señor? Del pecado (que nos destruye), de la muerte eterna (a causa del pecado) y del demonio (el “homicida desde el principio”).
  • Pero antes tenemos que “dejarnos atrapar” por Jesús, considerando el gran amor que nos ha manifestado.
  • ¡Hay que trabajar para que muchas personas caigan en las redes de Jesús, las del amor verdadero!

Confiemos en la palabra de Jesús, y echemos las redes.

Fuente: misalcatolico.com


Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2025 / Misal Catolico de febrero 2025

Misal de Hoy Publicado: 2025-02-01T19:09:40Z | Modificado: 2025-02-01T19:09:40Z