Misal Católico

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Santa Misa del día: Viernes 26 de Enero de 2024

Blanco Memoria, santos Timoteo y Tito, obispos MR, p. 694 (684); Lecc. I, pp. 992 y 552

Ellos dos, junto con san Lucas, fueron los fieles colaboradores de san Pablo. Timoteo, educado por su madre judía, fue bautizado por Pablo y lo acompaño en sus viajes misionales hasta que fue designado obispo de Éfeso. Tito fue compañero de misión de Pablo desde el principio del apostolado de éste. Tuvo a su cargo la evangelización de la isla de Creta.

Otros Santos: Paula de Roma, viuda; José Gabriel del Rosario Brochero el Cura Brochero, presbítero. Beato Gabriel María Allegra, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores de San Francisco.

TITO, AUTÉNTICO HIJO EN LA FE Tit 1,1-5; Sal 95; Mc 4, 26-34

La carta de Tito comienza, como vemos en nuestra primera lectura, con un resumen conciso de la teología paulina de la salvación y del apostolado. En cierto sentido, podría servir como una introducción a todas las cartas pastorales atribuidas a san Pablo, es decir, Tito y 1 y 2 de Timoteo. Destaca el tema de la esperanza en un más allá feliz y definitivo que, juntamente con la fe y la caridad, constituye el fundamento de toda la vida cristiana. En medio de esta densidad teológica, poco esperada en el saludo de una carta, se menciona uno de los dos santos de hoy, auténtico hijo en la fe que compartimos (v. 4). Así relaciona estrechamente la perspectiva evangélica de Pablo con sus dos colaboradores más cercanos, Tito y Timoteo, quienes son considerados no Apóstoles como Pablo su «padre», sino como hombres apostólicos.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95, 3-4

Anuncien la gloria del Señor entre las naciones y sus maravillas a todos los pueblos; porque el Señor es grande y muy digno de alabanza.

ORACIÓN COLECTA

Señor, Dios, que enriqueciste con virtudes apostólica a los santos Timoteo y Tito, concédenos, por su intercesión, que, viviendo justa y piadosamente en este mundo, merezcamos llegar a la patria celestial. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Querido Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos.

De la carta del apóstol san Pablo a Tito: 1, 1-5

Yo Pablo, soy servidor de Dios y apóstol de Jesucristo, para conducir a los elegidos de Dios la fe y al pleno conocimiento de la verdadera religión, que se apoya en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, había prometido esta vida desde tiempos remotos, y al llegar el momento oportuno, ha cumplido su palabra por medio de la predicación que se me encomendó por mandato de Dios, nuestro salvador. Querido Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos: te deseo la gracia y la paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro salvador. El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbítero en cada ciudad, como te ordené.Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

O bien:

Recuerdo tu fe sincera.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 1, 1-8

Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, conforme a la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. Cuando de noche y de día te recuerdo en mis oraciones, le doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura, como lo aprendí de mis antepasados. No puedo olvidar tus lágrimas al despedirnos y anhelo volver a verte para llenarme de alegría, pues recuerdo tu fe sincera, esa fe que tuvieron tu abuela Loida y tu madre Eunice, y que estoy seguro que también tienes tú. Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos. Porque el Señor no nos ha dado un espíritu de temor, sino de fortaleza; de amor y de moderación. No te avergüences, pues, de dar testimonio de nuestro Señor, ni te avergüences de mí, que estoy preso por su causa. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos por la predicación del Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios.Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 95, l-2a. 2b-3. 7-8a. 10.R/. Cantemos la grandeza del Señor.

Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo.R/. Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus maravillas.R/. Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y tribútenle honores a su nombre.R/. Reina el Señor, digamos a los pueblos. Él afianzó con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia.R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 11, 25R/. Aleluya, aleluya.

Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.R/.

EVANGELIO

El hombre siembra su campo, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece.

Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 26-34 (Lecc. I, p. 552)

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha. Les dijo también: Con qué compararemos el Reino de Dios? Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra. Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.Palabra del Señor.Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, los dones de tu pueblo, presentados en la festividad de tus santos Timoteo y Tito, y concédenos que te agrademos siempre con un corazón sincero. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mc 16,15; Mt 28,20

Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva; yo estaré con ustedes todos los días, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Los sacramentos que recibimos, Señor Dios nuestro, fortalezcan en nosotros la fe que la predicación apostólica nos enseñó y que los santos Timoteo y Tito conservaron con solicitud. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Fuente: misalcatolico.com


Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2024 / Misal Catolico de enero 2024

Misal de Hoy Publicado: 2024-01-01T08:47:42Z | Modificado: 2024-01-01T08:47:42Z