Santa Misa del día: Miércoles 22 de Enero de 2025
El Espíritu nos guía hacia la unidad
Color: Verde/Rojo - Feria del Tiempo Ordinario: Miércoles de la 2a. semana o memoria libre de san Vicente, diácono y mártir
Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos
Oración día 5
Dios, Padre nuestro, tú nos has revelado el maravilloso misterio de tu vida, enviando a tu Hijo al mundo y compartiendo con nosotros tu Espíritu de santidad y alegría. Alegrémonos en el Espíritu, que renueva la faz de la tierra y nos guía hacia la unidad. Confesamos nuestra fe en ti, el Único Dios, tres veces Santo Padre, Hijo y Espíritu Santo. Bendito eres, ahora y por los siglos de los siglos.
Amén.
Antífona de Entrada
Confío, Señor, en tu misericordia. Se alegra mi corazón con tu auxilio; cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
Oración Colecta
Oremos:
Concédenos, Dios todopoderoso, que la constante meditación de tus misterios nos impulse a decir y hacer siempre lo que sea de tu agrado.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Lectura de la carta a los hebreos (7, 1-3. 15-17)
Hermanos: Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, salió al encuentro de Abraham, cuando éste volvía de derrotar a los reyes, y lo bendijo. Abraham le dio entonces la décima parte de todo el botín.
El nombre de Melquisedec, significa rey de justicia y el título rey de Salem, significa rey de paz. No se mencionan ni su padre ni
su madre, y aparece sin antepasados. Tampoco se encuentra el principio ni el fin de su vida. Es la figura del Hijo de Dios, y como él, permanece sacerdote para siempre.
En efecto, como Melquisedec, Jesucristo ha sido constituido sacerdote, en virtud de su propia vida indestructible y no por la ley, que señalaba que los sacerdotes fueran de la tribu de Leví. La palabra misma de Dios lo atestigua, cuando dice: Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 109
Tú eres sacerdote para siempre.
Esto ha dicho el Señor a mi Señor: “Siéntate a mi derecha; yo haré de tus contrarios el estrado donde pongas los pies”.
Tú eres sacerdote para siempre.
Extenderá el Señor desde Sión tu cetro poderoso y tú dominarás al enemigo.
Tú eres sacerdote para siempre.
Es tuyo el señorío; el día en que naciste, en los montes sagrados, te consagró el Señor antes del alba.
Tú eres sacerdote para siempre.
Juró el Señor y no ha de retractarse: “Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec”.
Tú eres sacerdote para siempre.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba las enfermedades y dolencias del pueblo.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (3, 1-6)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poderlo acusar. Jesús le dijo al tullido: “Levántate y ponte allí en medio”.
Después les preguntó:
“¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?” Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: “Extiende tu mano”. La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se fueron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Al celebrar con la debida reverencia tus misterios, te rogamos, Señor, que los dones ofrecidos en honor de tu gloria nos sirvan para la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio Común IV
La alabanza, don de Dios El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno. Pues, aunque no necesitas de nuestra alabanza, es don tuyo que seamos agradecidos; y aunque nuestras bendiciones no aumentan tu gloria, nos aprovechan para nuestra salvación. Por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Proclamaré todas tus maravillas; me alegraré y exultaré contigo y entonaré salmos a tu nombre, Dios Altísimo.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Concédenos, Dios todopoderoso, que alcancemos aquel fruto celestial, cuyo adelanto acabamos de recibir mediante estos sacramentos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Fuente: misalcatolico.com
Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2025 / Misal Catolico de enero 2025
Misal de Hoy Publicado: 2025-01-03T17:32:10Z | Modificado: 2025-01-03T17:32:10Z