MIÉRCOLES 26

Blanco Memoria de san Felipe Neri, presbítero MR, p. 750 (738) / Lecc. II, p. 377

Otros santos: María Ana de Jesús Paredes, "La Azucena de Quito" virgen de la Tercera Orden Regular de San Francisco. Beato Francisco Patrizi de Siena, presbítero.

SANTA MARÍA ANA DE JESÚS PAREDES, "La Azucena de Quito", del latín, Marianus, patronímico de Marius, nombre de una gens romana (1618-1645). Virgen de la Tercera Orden Regular de San Francisco. Nació en Quito, Ecuador. En 1624, sus padres murieron, quedando bajo la tutela de su hermana que, admirada de la espiritualidad de la pequeña, lo comunicó al párroco del lugar, quien se convirtió en el guía espiritual de María Ana. Hacia 1630, hizo voto personal de castidad, obediencia y pobreza; tiempo después, impartió catecismo. En su juventud, pretendió ingresar en algún monasterio sin lograrlo, Decidida a consagrar su vida al Señor, en su hogar llevó una vida conventual. Asimismo, se consagró a realizar obras de beneficio a favor de pobres y enfermos, sin distinguir en ellos raza, religión o condición social; también dedicaba su tiempo a enseñar el catecismo a niños y visitar enfermos y encarcelados, a quienes llevaba palabras de consuelo y esperanza. Ingresó en la Orden Franciscana Seglar. Dios la dotó con el Don del Consejo, el cual proporcionaba a quienes acudían a ella en busca de orientación; asimismo, experimentó éxtasis. En 1645, la población de Quito padeció una serie de terremotos que causaron gran mortandad y desataron una epidemia de peste; Marianita (como la llamaban sus vecinos) asistió con esmero y sin cansancio a los afectados; asimismo, ofrendó su vida a cambio de que la tierra dejase de temblar, se acabara la epidemia de peste y para la expiación de los pecados de los fallecidos; el Señor aceptó su oblación y murió. Fue canonizada por Pío XII (1939-1958) en 1950, quien en la Homilía de su canonización señaló: "...hemos tenido el consuelo de colocar la aureola de la santidad sobre las sienes de una gran heroína de la América hispánica, Mariana de Jesús de Paredes, la "Azucena de Quito" [...] Víctima de amor primero, acaba sus días como holocausto de caridad en 1645, ofreciendo su vida por su pueblo. Y cuando la tierra dejaba de temblar y la peste se disolvía en el aire, ella exhalaba el último suspiro entre deliquios inefables, pero revestida siempre de ásperos cilicios. No tenía más que veintiséis años". Por su benemérita acción a favor de los ciudadanos, la Asamblea Nacional Constituyente del Ecuador, en 1945, la declaró "Heroína de la Patria". Nota: en algunos santorales le conmemoran el 28 de este mes; también se le llama Mariana.

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