MIÉRCOLES 15

Blanco Memoria de San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia MR, pp. 786 (773). 943 (935) / Lecc. II p. 568

Otros santos: Vladimir o Vladimiro de Kiev "el Grande", príncipe. Beato Antonio Beszta-Borowski, presbítero y mártir.

SAN BUENAVENTURA,del latín buona ventura "buena fortuna" (1221-1274). Presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, obispo y Doctor de la Iglesia. Nació en Bañoreal, cerca de Vitervo, Italia. Una leyenda cita que de niño Juan, su nombre en el siglo, enfermó gravemente y su madre solicitó la intercesión de Francisco de Asís con la esperanza de que le curase; al poco tiempo de forma milagrosa el pequeño sanó. Ingresó en la Orden franciscana hacia 1240. En 1248 se graduó en la Universidad de París, donde ocupó la cátedra de Teología y Sagrada Escritura hasta 1257; durante este periodo, escribió una de sus obras más célebres: el Comentario sobre las Sentencias de Pedro Lombardo, una suma de Teología escolástica. Debido a agresiones que se generaban en contra de la pobreza y humildad franciscana se vio obligado a abandonar la docencia. Para enfrentar estos infundios escribió Sobre la pobreza de Cristo. Entre sus obras destacan: Comentario sobre las sentencias de Pedro Lombardo; Cuestiones sobre la ciencia de Cristo; Sobre la vida de perfección, texto destinado a santa Isabel de Francia (22 de febrero); Soliloquio y el tratado Sobre el triple camino. Todos ellos libros teológicos plenos de misticismo, acendrado amor al Creador e inspirados por el Santo de Asís. Propuso que "La perfección del cristiano consiste en hacer perfectamente las cosas ordinarias. La fidelidad en las cosas pequeñas es una virtud heroica". En 1257, fue electo Superior General de los Frailes Menores, gestión que duró 17 años. Hacia 1265 y por obediencia fue creado cardenal y llamado a Roma. El hoy beato Gregorio X (1272-1276; 10 de enero) le requirió para para dirigir el Concilio de Lyon, durante el transcurso de éste entregó su alma al Creador. Toda su vida se caracterizó por su extrema humildad, profundo estudio de la Palabra y el acendrado amor a Cristo y a su Santísima Madre. Sixto IV (1471-1484) lo canonizó en 1482. Aclamado Doctor de la Iglesia en 1588, por Sixto V (1585-1590), asignándole el título de "Doctor Seráfico". León XIII (1878-1903) le declaró "Príncipe de la Mística".

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