SÁBADO 12

El Corazón Inmaculado de María

Blanco Sábado siguiente al segundo domingo después de Pentecostés, Memoria MR, p. 758 (744) / Lecc. II, pp. 443 Y 1075

Otros santos: Onofre, anacoreta. Beatos: Lorenzo María de San Francisco Javier Salvi, presbítero de la Congregación de la Pasión; Mercedes María de Jesús Molina, virgen fundadora.

BEATO LORENZO MARÍA DE SAN FRANCISCO JAVIER SALVI, del latín, derivación de Laurencio: "laurel" y del hebreo, Miryam, cuyo significado y etimología son discutidos; quizá -según diversos Padres de la Iglesia- "señora", "soberana" (1782-1856). Presbítero. Lorenzo María Salvi -su nombre en el siglo-, nació en Roma, en el seno de noble familia. A los 19 años ingresó en el seminario de la Congregación de los Clérigos Regulares de la Cruz y de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo (pasionistas) ubicado en el Monte Argentario. Terminó sus estudios y recibió el Orden sacerdotal en Roma (1805), adoptando el nombre de Fray Lorenzo María de San Francisco Javier. En su persona se conjugaban las virtudes de ser un hombre activo y un sacerdote contemplativo; por su permanente actividad como misionero, se le conoció como "Movimiento perpetuo". Dios le otorgó los dones de taumaturgía, profecía, lectura de conciencias y profecía; asimismo, experimentó éxtasis al estar orando. En Vignanello y poblaciones vecinas, predicó la buena nueva con ardor a las clases marginadas, presos y religiosas; con su palabra y ejemplo de vida, convirtió a las almas alejadas y consiguió numerosas vocaciones. Cobró gran renombre como director espiritual debido a su gran piedad, su celo incansable y su prudencia. En el convento de Pievetorina, enfermó de gravedad y sanó, después de una visión del santo Niño Jesús; con este milagroso hecho se fortaleció su devoción al Niño Jesús; a partir de entonces, su vida y apostolado los consagró al Divino Infante, al que llamó "mi dulce pequeño Emperador". Por la propagación de la devoción a éste, se le conoce como "el Misionero del Niño Jesús", a él dedicó varios escritos, entre ellos: El alma enamorada del Niño Jesús. Fundó la asociación llamada la "Escuadra de la Sagrada Cuna". Expresaba: "...debemos ser como niños para entrar en el Reino de los cielos", con esta imagen, recorrió su país difundiendo la veneración del "que se hizo Niño como nosotros, para morir por la salvación de la humanidad". Después de 40 años de entrega y servicio a Cristo, partió al encuentro con su Amado, en Capránica (Italia). El "Apóstol del Niño Jesús" fue beatificado en 1989, por san Juan Pablo II (1978-2005; 22 de octubre).

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