Misal Católico

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Santa Misa del día: Domingo 8 de Mayo de 2016

DOMINGO 8

La Ascensión del Señor

Blanco, Solemnidad, Misa de la Vigilia MR p. 383 (386) / Lecc. 1, p. 936

Otros santos: Domingo de la Calzada, laico.

LA PROMESA DEL PADRE

Hch 1,1-11; Hb 9,24-28; 10,19-23; Lc 24, 46-53

Las promesas nacidas de una persona que tiene autoridad moral y afecto sincero hacia nosotros nos entusiasman y suscitan el anhelo de verlas cumplidas en el corto plazo. En esa relación de confianza plena se mantenían los discípulos con el Señor Jesús. Desde ese contexto hemos de entender la promesa del envío del Espíritu Santo que tiene lugar al momento de las apariciones pascuales. Los apóstoles continúan atados a esquemas antiguos, siguen aferrados a la idea de un mesianismo político que restauraría el reino de Israel. El Señor Jesús les advierte que el destino del mundo y el futuro de la Iglesia están en las manos del Padre y no tiene sentido hacer cálculos humanos. El Reino de Dios no está sujeto a anhelos populares, es un regalo gratuito del Padre. El don del Espíritu Santo será la primera evidencia de que los tiempos nuevos han llegado.

Esta Misa se dice en la tarde del día que precede a la solemnidad, ya sea antes o después de las primeras Vísperas de la Ascensión.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 67, 33. 35

Canten a Dios, reinos de la tierra, toquen para el Señor, que asciende sobre los cielos; su majestad y su poder resplandecen sobre las nubes. Aleluya.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios eterno, cuyo Hijo subió hoy al cielo en presencia de sus Apóstoles, te pedimos nos concedas que él, de acuerdo a su promesa, permanezca siempre con nosotros en la tierra, y nos permita vivir con él en el cielo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

En la celebración de la Misa de la Vigilia se utiliza el mismo formulario de lecturas que en la Misa del día de la Ascensión del Señor, tal como aparecen en las páginas que siguen.

Se dice Credo.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios nuestro, cuyo Unigénito, nuestro mediador, vive para siempre y está sentado a tu derecha para interceder por nosotros, concédenos acercarnos llenos de confianza al trono de la gracia y obtener así tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I o II de la Ascensión, pp. 504-505 (505-506).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Hb 10, 12

Cristo ofreció un solo sacrificio por el pecado, y se sentó para siempre a la derecha de Dios. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Señor, que los dones que hemos recibido de tu altar, enciendan en nuestros corazones el deseo de la patria celeste, para que, siguiendo las huellas de nuestro Salvador, tendamos siempre a la meta a donde nos ha precedido. El, que vive y reina por los siglos de los siglos. Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, p. 596 (603).

MISA DEL DÍA

ANTÍFONA DE ENTRADA Hch 1, 11

Hombres de Galilea, ¿qué hacen allí parados mirando al cielo? Ese mismo Jesús, que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto marcharse. Aleluya.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Dios todopoderoso, rebosar de santa alegría y, gozosos, elevar a ti fervorosas gracias ya que la ascensión de Cristo, tu Hijo, es también nuestra victoria, pues a donde llegó él, que es nuestra cabeza, esperamos llegar también nosotros, que somos su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo...

O bien:

Te rogamos nos concedas, Dios todopoderoso, que al reafirmar, en este día, nuestra fe en la ascensión a los cielos de tu Unigénito, nuestro Redentor, nosotros vivamos también con nuestros pensamientos puesto en las cosas celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Se fue elevando a la vista de sus apóstoles.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1,1-11

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido. A ellos se les apareció después de la pasión, les dio numerosas pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios.
Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: "No se alejen de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo".
Los ahí reunidos le preguntaban: "Señor, ¿ahora sí vas a restablecer la soberanía de Israel?" Jesús les contestó: "A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre ha determinado con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra".
Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos, ¿qué hacen allí parados, mirando al cielo? Ese mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse".
Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 46, 2-3. 6-7. 8-9

R/. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.

Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos. R/.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.

SEGUNDA LECTURA**

Lo hizo sentar a su derecha en el cielo.

De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 1, 17-23

Hermanos: Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, que les conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerlo.
Le pido que les ilumine la mente para que comprendan cuál es la esperanza que les da su llamamiento, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da a los que son suyos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros, los que confiamos en él, por la eficacia de su fuerza poderosa.
Con esta fuerza resucitó a Cristo de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, por encima de todos los ángeles, principados, potestades, virtudes y dominaciones, y por encima de cualquier persona, no sólo del mundo actual sino también del futuro.
Todo lo puso bajo sus pies y a él mismo lo constituyó cabeza suprema de la Iglesia, que es su cuerpo, y la plenitud del que lo consuma todo en todo.
Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

O bien:

Cristo entró en el cielo mismo.

De la carta a los hebreos: 9, 24-28; 10, 19-23

Hermanos: Cristo no entró en el santuario de la antigua alianza, construido por mano de hombres y que sólo era figura del verdadero, sino en el cielo mismo, para estar ahora en la presencia de Dios, intercediendo por nosotros.
En la antigua alianza, el sumo sacerdote entraba cada año en el santuario para ofrecer una sangre que no era la suya; pero Cristo no tuvo que ofrecerse una y otra vez a sí mismo en sacrificio, porque en tal caso habría tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. De hecho, él se manifestó una sola vez, en el momento culminante de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.
Y así como está determinado que los hombres mueran una sola vez y que después de la muerte venga el juicio, así también Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos. Al final se manifestará por segunda vez, pero ya no para quitar el pecado, sino para la salvación de aquellos que lo aguardan y en él tienen puesta su esperanza.
Hermanos, en virtud de la sangre de Jesucristo, tenemos la seguridad de poder entrar en el santuario, porque él nos abrió un camino nuevo y viviente a través del velo, que es su propio cuerpo. Asimismo, en Cristo tenemos un sacerdote incomparable al frente de la casa de Dios.
Acerquémonos, pues, con sinceridad de corazón, con una fe total, limpia la conciencia de toda mancha y purificado el cuerpo por el agua saludable. Mantengámonos inconmovibles en la profesión de nuestra esperanza, porque el que nos hizo las promesas es fiel a su palabra.
Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 28, 19. 20
R/. Aleluya, aleluya.

Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos, dice el Señor, y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. R/.

EVANGELIO

Mientras los bendecía, iba subiendo al cielo.

Del santo Evangelio según san Lucas: 24, 46-53

En aquel tiempo, Jesús se apareció a sus discípulos y les dijo: "Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados.
Ustedes son testigos de esto. Ahora yo les voy a enviar al que mi Padre les prometió. Permanezcan, pues, en la ciudad, hasta que reciban la fuerza de lo alto".
Después salió con ellos fuera de la ciudad, hacia un lugar cercano a Betania; levantando las manos, los bendijo, y mientras los bendecía, se fue apartando de ellos y elevándose al cielo. Ellos, después de adorarlo, regresaron a Jerusalén, llenos de gozo, y permanecían constantemente en el templo, alabando a Dios.
Palabra del Señor.Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Pongamos, hermanos, nuestra mirada en Jesús, nuestro gran sacerdote, que ha atravesado el cielo para interceder por nosotros, y pidámosle por las necesidades de todos los hombres diciendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que Cristo, desde el trono de su gloria, venga en ayuda de su Iglesia, que lucha en medio de las dificultades del mundo, y no permita que sus fieles se dejen cautivar por los bienes de la tierra,roguemos al Señor.
Para que Jesús, el Señor, que prometió que, al ser elevado sobre la tierra, atraería a todos hacia sí, revele su nombre a los hombres que aún no lo conocen,roguemos al Señor.
Para que el Señor, que con su triunfo ha glorificado nuestra carne colocándola cerca de Dios Padre, llene de esperanza a los que sufren enfermedades en el cuerpo o angustias en el espíritu,roguemos al Señor.
Para que el Señor, elevado al cielo, nos envíe el Espíritu Santo, para que nos enseñe a amar los bienes de arriba y a no dejarnos cautivar por las cosas de la tierra,roguemos al Señor.
Dios, Padre todopoderoso, que has resucitado a Cristo, tu Hijo, y los has hecho Señor del universo, reconoce la voz de tu amado en las oraciones de la Iglesia y concédenos lo que, te hemos pedido. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al ofrecerte, Señor, este sacrificio en la gloriosa festividad de la ascensión, concédenos que por este santo intercambio, nos elevemos también nosotros a las cosas del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I o II de la Ascensión, pp. 505-505 (505-506).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 28, 20

Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios todopoderoso y eterno, que nos permites participar en la tierra de los misterios divinos, concede que nuestro fervor cristiano nos oriente hacia el cielo, donde ya nuestra naturaleza humana está contigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-El mandato de Jesús resucitado tiene tanta vigencia en el primer siglo como en la actualidad. No podemos desentendernos del encargo misionero. La tentación de "quedarnos mirando al cielo" puede manifestarse de diferentes maneras: a unos se les antoja simplemente permanecer en la llamada "zona de confort", a otros se les ocurre ridiculizar a quienes emprenden una labor misionera. A fin de cuentas sobran los pretextos para justificar la pasividad y el egoísmo. El Señor Jesús nos invita a no seguir formando parte "de la generación del no" que multiplica los obstáculos y excusas para justificar la omisión y la pasividad. Afortunadamente ha habido miles de cristianos de quienes no sabemos nombre y apellido que iniciaron el camino del testimonio y gracias a su labor y su palabra, nosotros tuvimos acceso a Jesús.

Fuente: misalcatolico.com


Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2016 / Misal Catolico de mayo 2016

Misal de Hoy Publicado: 2021-09-16T20:10:28Z | Modificado: 2021-09-16T20:10:28Z