Misal Católico

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Santa Misa del día: Viernes 7 de Julio de 2017

Verde / Blanco De Feria o formulario Del Sagrado Corazón de Jesús MR p. 1122 (1168) / Lecc. II, p. 522

Otros santos: Panteno de Alejandría, misionero; Willebaldo de Eichstadt, obispo. Beato Carlos Liviero, obispo.

DE LA DISPONIBILIDAD DE REBECA Y MATEO

Gén 23, 1-4. 19; 24, 1-8. 62-67; Mt 9, 9-13

A primera vista resulta difícil conciliar estas dos narraciones tan distantes en el tiempo y en el espacio. Rebeca es una mujer de la parentela cercana a Abrahán, que se desvive por ofrecer hospitalidad a un viajero y que, siguiendo las costumbres acordadas en la época, decide casarse con un desconocido de nombre Isaac. Isaac y Rebeca se unen en matrimonio sin siquiera conocerse. Los hijos transferían entonces toda su libertad en manos de sus padres. El narrador nos reafirma que la familia de Rebeca juzgó que aquella unión "era cosa del Señor" y no opuso ninguna resistencia. En el pasaje evangélico encontramos a un cobrador de impuestos, que probablemente había hecho carrera como funcionario al servicio del fisco romano y que, al escuchar el llamado de Jesús, no vaciló en darle el sí. Dejó atrás sus seguridades y se puso al servicio de otras mesas y otro proyecto mejor que las mesas del fisco romano.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 32, 11. 19

Los proyectos de su corazón subsisten de edad en generación en generación, para librar de la muerte la vida de sus fieles, y reanimarlos en tiempo de hambre.

ORACIÓN COLECTA

Señor, Dios, haz que nos revistamos con las virtudes del corazón de tu Hijo, y nos encendamos con el amor que lo inflama, para que, configurados a imagen suya, merezcamos ser partícipes de la redención eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Isaac amó tanto a Rebeca, que se consoló de la muerte de su madre.

Del libro del Génesis: 23, 1-4. 19; 24, 1-8. 62-67

Sara vivió ciento veintisiete años y murió en Quiryat-Arbá, hoy Hebrón, en el país de Canaán, y Abraham lloró e hizo duelo por ella. Cuando terminó su duelo, Abraham se levantó y dijo a los hititas: "Yo soy un simple forastero que reside entre ustedes. Denme en propiedad un sepulcro en su tierra para enterrar a mi esposa". Y Abraham sepultó a Sara en la cueva del campo de Makpelá, que está frente a Mambré, es decir, Hebrón, en Canaán.
Abraham era ya muy anciano y el Señor lo había bendecido en todo. Abraham dijo al criado más viejo de su casa, que era mayordomo de todas sus posesiones: "Pon tu mano debajo de mi muslo y júrame por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás por esposa para mi hijo a una mujer de los cananeos, con los que vivo, sino que irás a mi tierra a buscar, entre mi parentela, una mujer para mi hijo Isaac". El criado le dijo: "Y en caso de que la mujer no quisiera venir conmigo a este país, ¿tendré que llevar a tu hijo hasta la tierra de dónde saliste?"
Respondió Abraham: "No vayas a llevar allá a mi hijo. El Señor, Dios del cielo y de la tierra, que me sacó de mi casa paterna y de mi país, y que juró dar a mi descendencia esta tierra, él te enviará a su ángel para que puedas tomar de allá una mujer para mi hijo. Y si la mujer no quiere venir contigo, quedarás libre de este juramento. Pero, por ningún motivo lleves allá a mi hijo". [El criado fue a la tierra de Abraham y volvió con Rebeca, hija de Betuel, pariente de Abraham].
Isaac acababa de regresar del pozo de Lajay-Roí, pues vivía en las tierras del sur. Una tarde Isaac andaba paseando por el campo, y al levantar la vista, vio venir unos camellos. Cuando Rebeca lo vio, se bajó del camello y le preguntó al criado: "¿Quién es aquel hombre que viene por el campo hacia nosotros?" El criado le respondió: "Es mi señor". Entonces ella tomó su velo y se cubrió el rostro.
El criado le contó a Isaac todo lo que había hecho. Isaac llevó a Rebeca a la tienda que había sido de Sara, su madre, y la tomó por esposa y con su amor se consoló de la muerte de su madre.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 105, 1-2. 3-4a. 4b-5.

R/. Demos gracias al Señor, porque es bueno.

Demos gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¿Quién podrá contar las hazañas del Señor y alabarlo como él merece? R/.
Dichosos los que cumplen la ley y obran siempre conforme a la justicia. Por el amor que tienes a tu pueblo, acuérdate de nosotros, Señor, y sálvanos. R/.
Sálvanos, Señor, para que veamos la dicha de tus escogidos y nos alegremos y nos gloriemos junto con el pueblo que te pertenece. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 11, 28
R/. Aleluya, aleluya.

Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.

EVANGELIO

No son los sanos los que necesitan de médico. Yo quiero misericordia y no sacrificios.

Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 9-13

En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió.
Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?" Jesús los oyó y les dijo: "No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios nuestro, Padre de misericordia, que por el inmenso amor con que nos has amado, nos diste con inefable bondad a tu Unigénito, concédenos que, unidos íntimamente a Él, te ofrezcamos una digna oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 7, 37-38

Dice el Señor: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba, aquel que cree en mí. Como dice la escritura: De sus entrañas brotarán ríos de agua viva.

O bien: Jn 19, 34

Uno de los soldados le traspasó el costado con su lanza, e inmediatamente salió sangre y agua.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo participado de tu sacramento de amor, imploramos, Señor, tu clemencia, para que, configurados con Cristo en la tierra, merezcamos compartir su gloria en el cielo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Fuente: misalcatolico.com


Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2017 / Misal Catolico de julio 2017

Misal de Hoy Publicado: 2021-09-15T18:20:31Z | Modificado: 2021-09-15T18:20:31Z