Misal Católico

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Santa Misa del día: Domingo 4 de Junio de 2017

Domingo de Pentecostés

Rojo Solemnidad Misa de la Vigilia MR, p. 401 (400) / Lecc. I, p. 964

Otros santos: Quirino de Tívoli, mártir; Francisco Caracciolo, fundador; Emma de Gurk, laica.

EL AGUA DE LA VIDA

Gén 11, 1-9; Rom 8, 22-27; Jn 7, 37-39

En el relato del Génesis se reporta de manera graciosa el relato de la torre de Babel. Parecería que Dios tuviera temor de que la humanidad hablara una sola lengua. Como si en lugar de ser Padre amoroso, fuese un emperador suspicaz partidario de la famosa sentencia romana del "divide y vencerás". Este relato "explica" de manera ingenua el origen de la diversidad lingüística, como lo hacían todos los relatos míticos sobre los orígenes de los pueblos antiguos. Ahora bien, Dios no mira a los humanos como competidores, sino como interlocutores libres y responsables. El Señor está tan interesado en la vida de sus hijos, que nos otorga el don del Espíritu, para disponer así de la lucidez y la sabiduría indispensables para conservar la vida. Quien se deje conducir por la voz del Espíritu encontrará paz y gozo interior. Quien se deje manejar por los valores mundanos de la ganancia desmedida y el beneficio personal, terminará viviendo en la angustia y la incertidumbre.
La Misa de la Vigilia de Pentecostés se dice en la tarde del sábado, ya sea antes o después de las primeras Vísperas de la solemnidad Se proponen dos formas, la segunda de las cuales está enriquecida con elementos propios de las Vigilias, puede consultar MR, p. 401ss (400ss).

ANTÍFONA DE ENTRADA Rom 5, 5; cfr. 8, 11

El amor de Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.

Se dice Gloria

ORACIÓN COLECTA

Dios eterno y todopoderoso, que quisiste que la celebración del sacramento de la Pascua perdurara a lo largo de estos cincuenta días, haz que todos los pueblos de la tierra, en otro tiempo dispersos, superada la multiplicidad de lenguas, se congreguen y, movidos por el don venido del cielo, confiesen unánimes la gloria de tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo...

O bien:

Concede, Dios todopoderoso, que resplandezca sobre nosotros el fulgor de tu gloria, y tú, luz de luz, mediante la iluminación del Espíritu Santo, reafirma los corazones de quienes, por tu gracia, renacieron a una vida nueva. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Se llamó Babel, porque ahí confundió el Señor las lenguas de todos los hombres.

Del libro del Génesis: 11, 1-9

En aquel tiempo, toda la tierra tenía una sola lengua y unas mismas palabras. Al emigrar los hombres desde el oriente, encontraron una llanura en la región de Sinaar y allí se establecieron.
Entonces se dijeron unos a otros: "Vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos". Utilizaron, pues, ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla. Luego dijeron: "Construyamos una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo, para hacernos famosos antes de dispersarnos por la tierra".
El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo y se dijo: "Son un solo pueblo y hablan una sola lengua. Si ya empezaron esta obra, en adelante ningún proyecto les parecerá imposible. Vayamos, pues, y confundamos su lengua, para que no se entiendan unos con otros".
Entonces el Señor los dispersó por toda la tierra y dejaron de construir su ciudad; por eso, la ciudad se llamó Babel, porque ahí confundió el Señor la lengua de todos los hombres y desde ahí los dispersó por la superficie de la tierra.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 103, 1-2a. 24.35c. 27-28. 29bc-30
R/. Envía, Señor, tu Espíritu, a renovar la tierra. Aleluya.

Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R/.
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al Señor, alma mía. R/.
Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R/.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.

SEGUNDA LECTURA

El Espíritu intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 22-27

Hermanos: Sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.
Porque ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía objeto de esperanza. Esperar lo que ya se posee no es tener esperanza, porque, ¿cómo se puede esperar lo que ya se posee? En cambio, si esperamos algo que todavía no poseemos, tenemos que esperarlo con paciencia.
El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. R/.

EVANGELIO

Brotarán ríos de agua que da la vida.

Del santo Evangelio según san Juan: 7, 37-39

El último día de la fiesta, que era el más solemne, exclamó Jesús en voz alta: "El que tenga sed, que venga a mí; y beba, aquel que cree en mí. Como dice la Escritura:
Del corazón del que cree en mí brotarán ríos de agua viva".
Al decir esto, se refería al Espíritu Santo que habían de recibir los que creyeran en él, pues aún no había venido el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Derrama, Señor, sobre estos dones la bendición de tu Espíritu Santo, para que, por medio de ellos, reciba tu Iglesia tan gran efusión de amor, que la impulse a hacer resplandecer en todo el mundo la verdad del misterio de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Pentecostés, como en la Misa del día, p. 408.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 7, 37

El último día de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: El que tenga sed, que venga a mí y beba. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que nos aprovechen, Señor, los dones que hemos recibido, para que estemos siempre llenos del fervor del Espíritu Santo que derramaste de manera tan inefable en tus Apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne MR, p. 596 (604). Para despedir al pueblo, el diácono o, en su ausencia, el mismo sacerdote canta o dice.
Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Vayan en paz, aleluya, aleluya.

O bien:

Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.
R/. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.

Misa del Día

MR, 408 (407) / Lecc I., 229

PAZ CON USTEDES

Hech 2, 1-11; I Cor 12, 3-7. 12-13; Jn 20, 19-23

Demasiadas familias en muchas ciudades de nuestro país viven con las puertas atrancadas a causa del miedo y la inseguridad. El temor de sufrir una muerte violenta se propaga en ciertas regiones de México. La gente ama vivir en paz y no encuentra la respuesta a sus demandas. Los mexicanos queremos vivir en paz y nuestros gobernantes no realizan inteligentemente su tarea principal: proteger la vida de los ciudadanos. Cabe decir que tampoco son los únicos responsables de este caos violento en que estamos metidos. El relato evangélico nos recuerda que Jesús nos ha donado su Espíritu para ser mejores discípulos. La oferta reiterada de la paz es un rasgo característico de Cristo resucitado. El saluda a sus discípulos, deseándoles la paz. La auténtica espiritualidad cristiana nos anima a vivir como constructores de la paz.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sb 1, 7

El Espíritu del Señor llena toda la tierra; él da consistencia al universo y sabe todo lo que el hombre dice. Aleluya.

O bien: Rom 5, 5; cfr 8, 11

El amor de Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que por el misterio de la festividad que hoy celebramos santificas a tu Iglesia, extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa obrando en el corazón de tus fieles las maravillas que te dignaste realizar en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 1-11

El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse.
En esos días había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma.
Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: "¿No son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos; también hay cretenses y árabes. Y sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 103, 1 ah. 24ac. 29bc-30. 31.34
R/. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.

Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor! La tierra llena está de tus creaturas. R/.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo; pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá que le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor. R/.

SEGUNDA LECTURA

Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 3-7. 12-13

Hermanos: Nadie puede llamar a Jesús "Señor", si no es bajo la acción del Espíritu Santo.
Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.
Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SECUENCIA

1 Ven, Dios Espíritu Santo, y envíanos desde el cielo tu luz, para iluminamos.

2 Ven ya, padre de los pobres, luz que penetra en las almas, dador de todos los dones.

3 Fuente de todo consuelo, amable huésped del alma, paz en las horas de duelo.

4 Eres pausa en el trabajo, brisa, en un clima de fuego, consuelo, en medio del llanto.

5.Ven, luz santificadora, y entra hasta el fondo del alma de todos los que te adoran.

6 Sin tu inspiración divina los hombres nada podemos y el pecado nos domina.

7 Lava nuestras inmundicias, fecunda nuestros desiertos y cura nuestras heridas.

8 Doblega nuestra soberbia, calienta nuestra frialdad, endereza nuestras sendas.

9 Concede a aquellos que ponen en ti su fe y su confianza tus siete sagrados dones.

10 Danos virtudes y méritos, danos una buena muerte y contigo el gozo eterno.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. R/.

EVANGELIO

Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo: Reciban el Espíritu Santo.

Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-23

Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Dicho esto, les mostró las manos y el costado.
Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo".
Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos, e invoquemos a Cristo, que, entronizado a la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, y pidámosle que lo derrame sobre la Iglesia y sobre todo el mundo diciendo: Te rogamos, Señor. (T. Te rogamos, Señor.)
Oremos a Cristo, el buen pastor de la Iglesia, que nos mereció la efusión del Espíritu Santo, y pidámosle que sean iluminados por este mismo Espíritu el Papa N., nuestro obispo N., y todos los demás pastores de la Iglesia, a fin de conduzcan a su rebaño por las sendas de la salvación.
Pidamos también al Señor resucitado, que envió su Espíritu en forma e lenguas para destruir la división de Babel, que congregue en la unidad y conceda la paz a todos los pueblos y naciones del mundo.
Supliquemos al vencedor de la muerte que envíe el Consolador a los que sufren, para que encuentren fuerza y consuelo en la contemplación del misterio pascual, y les dé la firme esperanza de que están llamados a la resurrección y a la felicidad de su reino.
Pidamos al Hijo de Dios, que desde el Padre nos ha enviado el Espíritu Santo, que este mismo Espíritu nos recuerde constantemente sus palabras y nos dé la fuerza que necesitamos para dar testimonio de Él hasta los confines del mundo.
Terminemos nuestra oración pidiendo al mismo Espíritu que resucitó a Cristo de entre los muertos, que permanezca en nosotros y nos disponga así para ser piedras vivas del templo eterno de Dios.
Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo y haz que quienes nos disponemos a clausurar, con la solemnidad de hoy, las fiestas pascuales, renovados y fortalecidos por tu Espíritu, vivamos continuamente la novedad pascual y lleguemos también a las fiestas de la Pascua eterna. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, que, conforme a la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos haga comprender con más plenitud el misterio de este sacrificio y haz que nos descubra toda su verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

El misterio de Pentecostés.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado hoy al Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al injertarlos en Cristo, tu Unigénito. Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la Iglesia, dio a conocer a todos los pueblos el misterio del Dios verdadero y unió la diversidad de las lenguas en la confesión de una misma fe. Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
Si se usa el Canon Romano, se dice Reunidos en comunión, p. 558 (560). En las otras Plegarias eucarísticas también se dicen las partes propias para esta Misa.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Hch 2, 4. 11

Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios nuestro, tú que concedes a tu Iglesia dones celestiales consérvale la gracia que le has dado, para que permanezca siempre vivo en ella el don del Espíritu Santo que le infundiste; y que este alimento espiritual nos sirva para alcanzar la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, MR, p 596 (604). Para despedir al pueblo, el diácono o, en su ausencia, el mismo sacerdote canta o dice:
Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Vayan en paz, aleluya, aleluya.

O bien:

Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.
R/. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Vivimos en una sociedad globalizada donde la preponderancia del ruido digital ha aumentado la frivolidad y el simplismo. El tiempo dedicado al entretenimiento, a revisar y compartir memes graciosos o vulgares, aumenta. Discutir un asunto en profundidad resulta algo muy refinado y para algunos, hasta un asunto muy aburrido. Vivir en la globósfera, en esta Babel de la información rápida, trae emparejados beneficios y riesgos. Alguien señala que estamos en el eclipse del hombre pensante y que desembarcó ya la cultura de la incultura. Aprender a pensar, a tomar decisiones es propio de las personas sabias. El Espíritu de Jesús resucitado nos ha sido dado para aprender a vivir de manera justa y dichosa los días que Dios nos permita vivir. El Espíritu, fuente de luz y fuente de vida, continúa siendo el maestro interior indispensable, para no perdernos en los laberintos de la digitalización.

Fuente: misalcatolico.com


Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2017 / Misal Catolico de junio 2017

Misal de Hoy Publicado: 2021-09-15T18:20:30Z | Modificado: 2021-09-15T18:20:30Z