Santa Misa del día: Lunes 30 de Septiembre de 2024
Blanco Memoria de san Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia MR, p. 845 (834) / Lecc. II, p. 841
Otros santos: Gregorio el Iluminador de Armenia, sacerdote y obispo. Beatos: Federico Albert, presbítero y fundador; Feliz o Felicia de Milán, abadesa de la Orden de Santa Clara.
En diferentes temporadas, el sacerdote Jerónimo permaneció en Roma, en donde sirvió de secretario al Papa Dámaso. Pero los últimos 35 años de su vida los pasó cerca de la cueva de Belén, en donde nació Jesús. Ahí, entre penitencias y oraciones, se entregó en alma y cuerpo al estudio de la Biblia, que tradujo al latín y comentó (340-420).
LA INCULTURACIÓN POPULAR DE LOS TEMAS CRISTIANOS
Job 1,6-22; Sal 16; Lc 9,46-50
Nuestra primera lectura es una parte del prólogo del libro de Job que incluye los capítulos 1-2. Dichos capítulos, junto con la conclusión (42, l0b-17), probablemente fueron un relato proverbial que los judíos antiguos, y tal vez otros pueblos del Medio Oriente, contaron sobre Job, un personaje de la sabiduría popular bien conocido en ese ambiente. El autor del libro bíblico de Job utilizó esa tradición oral casi como un pretexto para meditar sobre el misterio del mal en los capítulos 3 42, l0a. Se trata de un uso creativo y memorable de la sabiduría popular para entrar en uno de los problemas más grandes de la humanidad. Hoy, cuando discutimos los múltiples temas serios y profundos de la fe cristiana, podríamos imitar esta creatividad y emplear cuentos, imágenes, personajes y otra materia conocida en nuestro ambiente popular para discutirlos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 1, 2-3
Dichoso el hombre que medita la ley del Señor, de día y de noche; dará fruto a su tiempo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que diste a san Jerónimo, presbítero, un suave y vivo afecto por la Sagrada Escritura, concede que tu pueblo se alimente de tu palabra con mayor abundancia y encuentre en ella la fuente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó: Bendito sea el nombre del Señor!
Del libro de Job: 1, 6-22
Un día fueron los ángeles a presentarse ante el Señor y entre ellos llegó también Satanás. El Señor le preguntó: De dónde vienes? Él respondió: De dar una vuelta por la tierra. El Señor le dijo: Te fijaste en mi siervo Job? No hay nadie como él en la tierra; es un hombre íntegro y recto, que teme a Dios y se aparta del mal. Satanás le respondió: Y crees tú que su temor a Dios es desinteresado? Acaso no has construido tú mismo una cerca protectora alrededor de él, de su familia y de todos sus bienes? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus rebaños se han multiplicado por todo el país. Pero hazle sentir un poco el peso de tu mano, daña sus posesiones y verás cómo te maldice en tu propia cara. El Señor le dijo: Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él no lo toques. Y Satanás se retiró de la presencia del Señor. Un día en que los hijos e hijas de Job estaban comiendo en casa del hermano mayor, llegó un mensajero a la casa de Job y le dijo: Tus bueyes estaban arando y tus burras pastando en el mismo lugar, cuando cayeron sobre ellos unos bandidos, apuñalaron a los criados y se llevaron el ganado. Sólo yo pude escapar para contártelo. No había acabado de hablar, cuando llegó otro criado y le dijo: Cayó un rayo y quemó y consumió tus ovejas y a tus pastores. Sólo yo pude escapar para contártelo. No había acabado de hablar, cuando llegó otro y le dijo: Una banda de sabeos, divididos en tres grupos, se lanzaron sobre los camellos y se los llevaron y apuñalaron a los criados. Sólo yo pude escapar para contártelo. No había acabado de hablar, cuando llegó otro y le dijo: Estaban tus hijos e hijas comiendo en casa de su hermano mayor, cuando un fuerte viento vino del desierto y embistió por los cuatro costados la casa, que se derrumbó y los mató. Sólo yo pude escapar para contártelo. Entonces Job se levantó y rasgó sus vestiduras. Luego se rapó la cabeza, se postró por tierra en oración y dijo: “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; ésa fue su voluntad: Bendito sea el nombre del Señor! A pesar de todo lo que le sucedió, Job no pecó ni profirió ninguna insolencia contra Dios. Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 16 R/. Señor, escucha nuestra súplica.
Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi súplica, pues mis labios no mienten.R/. Júzgame tú, Señor, pues tus ojos miran al que es honrado. Examina mi corazón, revísalo de noche, pruébame a fuego y no hallarás malicia en mí.R/. A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis palabras; muéstrame los prodigios de tu misericordia, pues a quien acude a ti, de sus contrarios salvas.R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mc 10, 45 R/. Aleluya, aleluya.
El Hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención de todos.R/.
EVANGELIO
El más pequeño entre todos ustedes, ése es el más grande.
Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 46-50
Un día, surgió entre los discípulos una discusión sobre quién era el más grande de ellos. Dándose cuenta Jesús de lo que estaban discutiendo, tomó a un niño, lo puso junto a sí y les dijo: El que reciba a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me ha enviado. En realidad el más pequeño entre todos ustedes, ése es el más grande. Entonces, Juan le dijo: Maestro, vimos a uno que estaba expulsando a los demonios en tu nombre; pero se lo prohibimos, porque no anda con nosotros. Pero Jesús respondió: No se lo prohíban, pues el que no está contra ustedes, está en favor de ustedes. Palabra del Señor.Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que, meditando tu palabra, a ejemplo de san Jerónimo, te ofrezcamos con mayor fervor el sacrificio de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jer 15, 16
Siempre que oí tus palabras, Señor, las acepté con gusto; tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNÓN
Señor, que los sagrados dones que acabamos de recibir en la celebración gozosa de san Jerónimo, inflamen los corazones de tus fieles, para que, atentos a la enseñanza de la Sagrada Escritura, conozcamos lo que debemos seguir y, siguiéndolo, lleguemos a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Fuente: misalcatolico.com
Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2024 / Misal Catolico de septiembre 2024
Misal de Hoy Publicado: 2024-09-02T19:26:47Z | Modificado: 2024-09-02T19:26:47Z