Misal Católico

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Santa Misa del día: Domingo 3 de Febrero de 2019

Verde Domingo IV del tiempo Ordinario MR, p 418(414); Lecc. I, p. 272 LH, Semana IV del salterio

Otros santos: Blas de Sebaste, obispo y mártir. Beatos: Justo (Justus) Takayama Ukon. “El Samurái de Cristo”, mártir laico; Luis Andritzki, sacerdote y mártir.

MURRALLA DE BRONCE 
Jer 1,4-5.17-19; 1 Cor 12 31-13,13; Lc 4,21-30

El relato de vocación de Jeremías nos sirve como clave de lectura para comprender el episodio sobre el desencuentro que nos relata san Lucas en el Evangelio. Los vecinos de Nazaret no asimilan la proclamación misericordiosa de Jesús. Ellos quisieran escuchar palabras amenazadoras de su parte contra los enemigos de Israel. El Señor solamente tiene palabra de gracia. No se escandaliza de la cerrazón de sus vecinos, pues ha sabido leer inteligentemente la historia de los grandes profetas de Israel. Ni Elías ni Eliseo se dejaron imponer prejuicios en contra de los extranjeros, antes bien desvelaron el rostro compasivo de Dios ante la viuda de Sarepta y ante el leproso sirio llamado Naamán. Jesús no cede a la presión popular y desde el comienzo padece violencia. Resiste porque el Padre fiel a su promesa, le asiste y acompaña.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 105, 47

Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Señor Dios nuestro, adorarte con toda el alma y amar a todos los hombres con afecto espiritual. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Te consagré profeta para las naciones.

Del libro del profeta Jeremías: 1, 4-5.17-19

En tiempo de Josías, el Señor me dirigió estas palabras: "Desde antes de formarte en el seno materno, te conozco; desde antes de que nacieras, te consagré como profeta para las naciones. Cíñete y prepárate; ponte en pie y diles lo que yo te mando. No temas, no titubees delante de ellos, para que yo no te quebrante. 
Mira: hoy te hago ciudad fortificada, columna de hierro y muralla de bronce, frente a toda esta tierra, así se trate de los reyes de Judá, como de sus jefes, de sus sacerdotes o de la gente del campo. Te harán la guerra, pero no podrán contigo, porque yo estoy a tu lado para salvarte". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL 
Del salmo 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab.15ab y 17

R/. Señor, tú eres mi esperanza.

Señor, tú eres mi esperanza, que no quede yo jamás defraudado. Tú, que eres justo, ayúdame y defiéndeme; escucha mi oración y ponme a salvo. R/.
Sé para mí un refugio, ciudad fortificada en que me salves. Y pues eres mi auxilio y mi defensa, líbrame, Señor, de los malvados. R/.
Señor, tú eres mi esperanza; desde mi juventud en ti confío. Desde que estaba en el seno de mi madre, yo me apoyaba en ti y tú me sostenías. R/.
Yo proclamaré siempre tu justicia y a todas horas, tu misericordia. Me enseñaste a alabarte desde niño y seguir alabándote es mi orgullo. R/.

SEGUNDA LECTURA

Entre estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor, el amor es la mayor de las tres.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 31-13,1

Hermanos: Aspiren a los dones de Dios más excelentes. Voy a mostrarles el camino mejor de todos. Aunque yo hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que una campana que resuena o unos platillos que aturden. Aunque yo tuviera el don de profecía y penetrara todos los misterios, aunque yo poseyera en grado sublime el don de ciencia y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, sino tengo amor, nada soy. Aunque yo repartiera en limosnas todos mis bienes y aunque me dejara que mar vivo, si no tengo amor, de nada me sirve. 
El amor es comprensivo, clamor es servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es grosero ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. El amor disculpa sin límites, confía sin límites, espera sin límites, soporta sin límites.
El amor dura por siempre; en cambio, el don de profecía se acabará; el don de lenguas desaparecerá y el don de ciencia dejará de existir, porque nuestros dones de ciencia y de profecía son imperfectos. Pero cuando llegue la consumación, todo lo imperfecto desaparecerá. 
Cuando yo era niño, hablaba como niño, sentía como niño y pensaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, hice a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo y oscuramente, pero después será cara a cara. Ahora sólo conozco de una manera imperfecta, pero entonces conoceré a Dios como él me conoce a mí. Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor; pero el amor es la mayor de las tres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 4, 18 
R/. Aleluya, aleluya.

El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R/.

EVANGELIO

Jesús, como Elías y Eliseo, no fue enviado tan sólo a los judíos.

Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 21-30

En aquel tiempo, después de que Jesús leyó en la sinagoga un pasaje del libro de Isaías, dijo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír". Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras que salían de sus labios, y se preguntaban: "¿No es éste el hijo de José?". 
Jesús les dijo: "Seguramente me dirán aquel refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo' y haz aquí, en tu propia tierra, todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm”. Y añadió: "Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria". Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio de la montaña sobre la que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Invoquemos, hermanos, con corazón unánime y plegaria ferviente, a Dios Padre, fuente y origen de todo bien: (R/. Escúchanos, Señor)
Por la santa Iglesia, reunida aquí en el nombre del Señor y extendida por todo el mundo, roguemos al Señor.
Por nuestra ciudad (nuestro pueblo) de N., por su prosperidad y por todos los que en ella (él) moran, roguemos al Señor
Por los que están de viaje, por los enfermos y prisioneros, por los pobres y todos los que sufren, roguemos al Señor.
Por nuestros hermanos difuntos, para que Dios los reciba en su reino de luz y felicidad, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que en el profeta recibido por los extranjeros y rechazado en su tierra natal, manifestaste el drama de la humanidad que recibe o rechaza la salvación, escucha nuestras oraciones y haz que nunca falten en la Iglesia misioneros que, llenos de audacia, proclamen con valentía el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, complacido, estos dones que ponemos sobre tu altar en señal de nuestra sumisión a ti y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 30,17-18

Vuelve, Señor tus ojos a tu siervo y sálvame por tu misericordia. A ti, Señor me acojo, que no quede yo nunca defraudado.

O bien: Mt 5,3-4

Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los humildes porque heredarán la tierra.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te rogamos, Señor, que, alimentados con el don de nuestra redención, este auxilio de salvación eterna afiance siempre nuestra fe en la verdad. Por Jesucristo nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Afortunadamente Dios sigue asistiendo con su gracia a aquellos discípulos que le sirven con valentía en situaciones realmente críticas. Sigue habiendo pastores que asisten a los jóvenes desorientados y confundidos por el señuelo del dinero abundante que les ofrecen los grupos delincuenciales. En medio de tanta indiferencia de buena parte de la sociedad, Dios asiste y acompaña a los que hoy son "murallas de bronce, columnas de hierro" ante tanta violencia. Estos mártires, es decir, testigos de la resurrección de Jesús, están ahí para documentar nuestra esperanza. Dios continúa activo y presente aliado de un pueblo que sufre. La prolongación de la violencia en nuestra sociedad nos puede arrancar no solamente algunos bienes materiales, sino otros más valiosos: la confianza en Dios, la solidaridad con las víctimas, la disposición a perdonar. Nuestro corazón se podría contaminar con el resentimiento y el deseo de venganza. Eso nos aleja del camino del Señor

Fuente: misalcatolico.com


Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2019 / Misal Catolico de febrero 2019

Misal de Hoy Publicado: 2021-09-15T18:20:36Z | Modificado: 2021-09-15T18:20:36Z