Santa Misa del día: Miercoles 29 de Agosto de 2018
Rojo Memoria del Martirio de San Juan Bautista MR, p.7S3 (812) / Lecc. II, p. 730 y 1113
Otros santos: María de la Cruz (Juana Jugan), fundadora. Beato Flaviano Miguel Melki, mártir.
El martirio de Juan Bautista, decapitado por Herodes Antipas, pone de manifiesto la grandeza del alma del precursor y la plenitud de su respuesta al llamamiento de Dios. Tanto en su muerte como en su predicación, dio testimonio de la verdad y, conforme a lo que Jesús dijo de él: "Fue una antorcha que arde y que ilumina".
EL QUE NO QUIERA TRABAJAR...
2 Tes 3, 6-10.16-18; Mc 6, 17-29
Una de las enseñanzas vividas con firmeza ejemplar por el apóstol san Pablo fue la laboriosidad y la autonomía económica. El artesano misionero se instalaba temporalmente en alguna de las ciudades importantes del imperio romano, establecía su taller de tejido y encontraba el margen de maniobra necesario para predicar el evangelio a clientes, conciudadanos judíos y personas de buena voluntad. En este terreno, como en tantos otros, no aceptó otorgar concesiones. Tal como lo dice en este capítulo, quiso presentarse como un modelo de vida honesta, ganándose el pan con su propio esfuerzo. En contraparte, la escena evangélica nos presenta a la corte herodiana enfangada en el disfrute de privilegios conseguidos por medio de la opresión y el uso de las armas. La familia de Herodes no se ganaba dignamente el pan, vivía de manera frívola y por eso dispuso injustamente de la vida del profeta incómodo del Jordán.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 118, 46-47
Sin temor alguno he expuesto tu ley ante los reyes y he repetido tus preceptos porque en verdad los amo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que quisiste que san Juan Bautista fuera el Precursor del nacimiento y de la muerte de tu Hijo, concédenos que, así como él dio la vida como testigo de la verdad y la justicia, también nosotros luchemos con valentía en la afirmación de tu verdad Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El que no quiera trabajar, que no coma.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 3, 6-10.16-18
Hermanos: Les mando, en nombre del Señor Jesucristo, que se aparten de todo hermano que viva ociosamente y no según la enseñanza que de mí recibieron.
Ya saben cómo deben vivir para imitar mi ejemplo, puesto que, cuando estuve entre ustedes, supe ganarme la vida y no dependí de nadie para comer; antes bien, de día y de noche trabajé hasta agotarme para no serles gravoso. Y no porque no tuviera yo derecho a pedirles el sustento, sino para darles un ejemplo que imitar.
Así, cuando estaba entre ustedes, les decía una y otra vez: "El que no quiera trabajar, que no coma".
Que el Señor de la paz les conceda su paz siempre y en todo. Que el Señor esté con todos ustedes. Este saludo es de mi puño y letra. Así firmo yo, Pablo, en todas mis cartas; ésta es mi letra. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 127
R/. Dichoso el que teme al Señor.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R/.
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida". R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 10
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista.
Del santo Evangelio según san Marcos: 6, 17-29
En aquel tiempo, Herodes había mandado apresar a Juan el Bautista y lo había metido y encadenado en la cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa de su hermano Filipo, y Juan le decía: "No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu hermano". Por eso Herodes lo mandó encarcelar. Herodías sentía por ello gran rencor contra Juan y quería quitarle la vida, pero no sabía cómo, porque Herodes miraba con respeto a Juan, pues sabía que era un hombre recto y santo, y lo tenía custodiado. Cuando lo oía hablar, quedaba desconcertado, pero le gustaba escucharlo.
La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea, con motivo de su cumpleaños. La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su baile les gustó mucho a Herodes y a sus invitados. El rey le dijo entonces a la joven: "Pídeme lo que quieras y yo te lo daré". Y le juró varias veces: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".
Ella fue a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?". Su madre le contestó: "La cabeza de Juan el Bautista". Volvió ella inmediatamente junto al rey y le dijo: "Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los convidados, no quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un verdugo que trajera la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una charola, se la entregó a la joven y ella se la entregó a su madre.
Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por estos dones que te presentamos, concédenos, Señor, seguir rectamente tus caminos, como enseñó san Juan Bautista, la voz que dama en el desierto, y confirmó valerosamente derramando su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
La misión del Precursor.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque en la persona de su Precursor, Juan el Bautista, alabamos tu magnificencia, ya que lo consagraste con el más grande honor entre todos los nacidos de mujer.
Al que fuera, en su nacimiento, ocasión de gran júbilo, y aun antes de nacer saltara de gozo ante la llegada de la salvación humana, le fue dado, sólo a él entre todos los profetas, presentar al Cordero que quita el pecado del mundo.
Y en favor de quienes habrían de ser santificados, lavó en agua viva al mismo autor del bautismo, y mereció ofrecerle el supremo testimonio de su sangre.
Por eso, unidos a los ángeles, te alabamos continuamente en la tierra, proclamando tu grandeza sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 3, 27. 30
Refiriéndose a Jesús, Juan Bautista decía a sus discípulos: Es necesario que él crezca y que yo venga a menos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar el martirio de san Juan Bautista, concédenos, Señor, venerar el misterio de los sacramentos de salvación que hemos recibido y alegrarnos por sus frutos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Fuente: misalcatolico.com
Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2018 / Misal Catolico de agosto 2018
Misal de Hoy Publicado: 2021-09-15T18:20:34Z | Modificado: 2021-09-15T18:20:34Z