Santa Misa del día: Domingo 27 de Octubre de 2019
Verde Domingo XXX del Tiempo Ordinario MR p. 444 (440) / Lecc. II. p. 288
Otros santos: Evaristo I papa y mártir. Beatos Bartolomé de Vicenza, presbítero de la Orden de Predicadores, obispo y fundador; Salvador Mollar Ventura, presbítero de la Orden de los y Hermanos Menores y mártir.
LA HUMILDAD Y LA AUTOCOMPLACENCIA
Sir 35, 75-17 20-22, 2 Tim 4,6-8 16-18; Lc 18, 9-14
El fariseo y el recaudador son dos perfiles que nos presenta el Señor Jesús en esta parábola evangélica para invitarnos a vivir con sensatez. Por experiencia propia sabemos que podemos incurrir en poses vanidosas cuando tenemos una imagen demasiado benévola de nosotros mismos. El fariseo se sabe y se siente bueno; más aún, se cree mejor que su prójimo, a quien considera despreciable. El recaudador en cambio conoce de su pecaminosidad y su extravío, lo confiesa claramente ante Dios y pide perdón. En sintonía con lo que afirma el autor del Eclesiástico, podemos afirmar que Dios escucha favorablemente las súplicas de perdón de los humildes. Dios es imparcial y atiende sin demora al clamor de los inocentes. El sabio personaliza el clamor del pobre que no descansa hasta alcanzar a Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4
Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin descanso.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para que merezcamos alcanzar lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
La oración del humilde llega hasta el cielo.
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 35, 15-17. 20-22
El Señor es un juez que no se deja impresionar por apariencias. No menosprecia a nadie por ser pobre y escucha las súplicas del oprimido. No desoye los gritos angustiosos del huérfano ni las quejas insistentes de la viuda.
Quien sirve a Dios con todo su corazón es oído y su plegaria llega hasta el cielo. La oración del humilde atraviesa las nubes, y mientras él no obtiene lo que pide, permanece sin descanso y no desiste, hasta que el Altísimo lo atiende y el justo juez le hace justicia. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33, 2-3 17-18.19.23
R/. El Señor no está lejos de sus fieles.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.
En contra del malvado está el Señor, para borrar de la tierra su recuerdo. Escucha, en cambio, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. R/.
El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas. Salva el Señor la vida de sus siervos. No morirán quienes en él esperan. R/.
SEGUNDA LECTURA
Ahora sólo espero la corona merecida.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 4, 6-8.16-18
Querido hermano: Para mí ha llegado la hora del sacrificio y se acerca el momento de mi partida. He luchado bien en el combate, he corrido hasta la meta, he perseverado en la fe. Ahora sólo espero la corona merecida, con la que el Señor, justo juez, me premiará en aquel día, y no solamente a mí, sino a todos aquellos que esperan con amor su glorioso advenimiento.
La primera vez que me defendí ante el tribunal, nadie me ayudó. Todos me abandonaron. Que no se les tome en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos. Y fui librado de las fauces del león. El Señor me seguirá librando de todos los peligros y me llevará salvo a su Reino celestial: A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Co 5. 19
R/. Aleluya, aleluya.
Dios reconcilió consigo al mundo, por medio de Cristo, y a nosotros nos confió el mensaje de la reconciliación. R/.
EVANGELIO
El publicano regresó a su casa justificado y el fariseo no.
Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 9-14
En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola sobre algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás: "Dos hombres subieron al templo para orar: uno era fariseo y el otro, publicano.
El fariseo, erguido, oraba así en su interior: 'Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos y adúlteros; tampoco soy como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todas mis ganancias'.
El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho, diciendo: `Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador'.
Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado y aquél no; porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Confiados en que la oración de los pobres llega hasta el Señor, elevemos con humildad nuestras peticiones a Dios y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que el Señor conceda el espíritu de consejo, fortaleza, ciencia y piedad a nuestro obispo N., y a todos los pastores de la Iglesia, roguemos al Señor.
Para que los gobiernos de las naciones edifiquen sus comunidades en la paz, equilibrando toda desigualdad injusta, roguemos al Señor.
Para que el Señor alivie los dolores de los que sufren en el cuerpo o en el espíritu y les dé fuerza para no desfallecer ante la tribulación, roguemos al Señor.
Para que mantenga a nuestras familias firmes en la concordia y seguras en su gracia y amistad, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que no miras la fama de los hombres ni te dejas influir por nadie en perjuicio de los pobres, míranos a nosotros, tus siervos, que, como el publicano, no nos atrevemos a levantar la mirada hacia ti, y haz que, humillados como él, seamos enaltecidos en tu reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, los dones que presentamos a tu majestad, para que lo que hacemos en tu servicio esté siempre ordenado a tu mayor gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 19, 6
Nos alegraremos en tu victoria y cantaremos alabanzas en el nombre de nuestro Dios.
O bien: Ef. 5, 2
Cristo nos amó y se entregó así mismo por nosotros, como ofrenda agradable a Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tus sacramentos, Señor, produzcan en nosotros todo lo que significan, para que lo que ahora celebramos en figura lo alcancemos en su plena realidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Todos los conocemos, se sienten tan perfectos, tan merecedores del reconocimiento público que pareciera que Dios algo le quedó a deber por ser tan buenos. Son esos buenos que resultan insoportables por tan pagados de sí mismos. El retrato del fariseo es un llamado a la modestia y la humildad. Si alguien conoce nuestra fragilidad es Dios y no le podemos impresionar con nuestras ínfulas de santidad. La antítesis final que cierra el relato evangélico a todo el que se encumbra lo abajará y al que se abaja lo encumbrarán, es una ley de vida que conviene atender, no solamente en nuestras relaciones humanas, sino en especial ante Dios. Si no es posible mentirnos a nosotros mismos, tampoco resulta posible mentirle a Dios. La humildad y la modestia del recaudador que reconoce su condición pecadora nos resultará más oportuna delante de Dios.
Fuente: misalcatolico.com
Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2019 / Misal Catolico de octubre 2019
Misal de Hoy Publicado: 2021-09-15T18:20:38Z | Modificado: 2021-09-15T18:20:38Z