Misal Católico

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Santa Misa del día: Miercoles 27 de Marzo de 2024

Morado Miércoles de la Semana Santa MR, p. 260 (274) / Lecc. I, p. 808

Otros Santos: Ruperto de Salzburgo, obispo y abad; Juan de Egipto, ermitaño. Beatos: María-Eugenio del Niño Jesús, sacerdote de los Carmelitas Descalzos y fundador; Peregrino de Falerone, hermano laico franciscano.

EL MAL SIGUE SIENDO UN MISTERIO Is 50, 4-9; Sal 68; Mt 26. 14-25

Igual que en el Evangelio de hoy, todos los Evangelios afirman que fue Judas Iscariote el que tomó la iniciativa de entregar a Jesús a sus enemigos (véanse Mc 14,10-11; Lc22, 3-6; y Jn 13,27-30). A pesar del horror que hayan sentido hacia esta traición, los evangelistas nunca explican los motivos de Judas, aunque raramente aclaran los motivos, ya que no se interesaron en la psicología. En este caso, sin embargo, se esperaría que mencionaran las razones que movieron a un discípulo que vivió con Jesús a causar su muerte. De hecho, en los siglos posteriores hasta nuestros días, muchos han intentado ofrecer sus teorías. Sin embargo, el Nuevo Testamento mantiene un silencio total. Es lo mismo con muchos casos de injusticia en la vida actual: nunca sabemos por qué. El mal sigue siendo un misterio.

ANTÍFONA DE ENTRADA Flp 2, 10. 8. 11

Que al nombre de Jesús, toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra y en los abismos, porque el Señor se hizo obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre.

ORACIÓN COLECTA

Padre misericordioso, que para libramos del poder del enemigo quisiste que tu hijo sufriera por nosotros el suplicio de la cruz, concédenos alcanzar la gracia de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

No he sustraído mi rostro a los insultos y salivazos

Del libro del profeta Isaías 50, 4-9

En aquel entonces, dijo Isaías: El Señor me ha dado una lengua experta, para que pueda confortar al abatido con palabras de aliento. Mañana tras mañana, el Señor despierta mi oído, para que escuche yo, como discípulo. El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto resistencia, ni me he echado para atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba. No aparté mi rostro a los insultos y salivazos. Pero el Señor me ayuda, por eso no quedaré confundido, por eso endureció mi rostro como roca y sé que no quedaré avergonzado. Cercano está de mí el que me hace justicia, quién luchará contra mí? Quién es mi adversario? Quién me acusa? Que se me enfrente. El Señor es mi ayuda, quién se atreverá a condenarme? Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Salmo 68, 8-10. 21hcd-22. 31 y 33-34 R/. Por tu bondad, Señor, socórreme.

Por ti he sufrido injurias y la vergüenza cubre mi semblante. Extraño soy y advenedizo, aun para aquellos de mi propia sangre: pues me devora el celo de tu casa, el odio del que te odia, en mí recae.R/. La afrenta me destroza el corazón y desfallezco. Espero compasión y no la hallo: Busco consoladores y no los encuentro. En mi comida me echaron hiel, para mi sed me dieron vinagre.R/. En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria, agradecido. Se alegrarán al verlo los que sufren, quienes buscan a Dios tendrán más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre, ni olvida al que se encuentra encadenado.R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Señor Jesús, rey nuestro, sólo tú has tenido compasión de nuestras faltas. R/.

O bien:

Señor Jesús, Rey nuestro, para obedecer al Padre, quisiste ser llevado a la cruz como manso cordero al sacrificio.R/.

EVANGELIO

Ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado!

Del santo Evangelio según san Mateo 26, 14-25

En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: Cuánto me dan si les entrego a Jesús? Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregárselos. El primer día de la fiesta de los panes Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua? El respondió: Vayan a la ciudad, a casa de fulano y díganle: El Maestro dice: Mi hora está ya cerca. Voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa.

Ellos hicieron lo que Jesús les había ordenado y prepararon la cena de Pascua. Al atardecer, se sentó a la mesa con los Doce y mientras cenaban, les dijo: Yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme. Ellos se pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle uno por uno: Acaso soy yo, Señor? Él respondió: El que moja su pan en el mismo plato que yo, ése va a entregarme. Porque el Hijo del hombre va a morir, como está escrito de Él; pero ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Más le valiera a ese hombre no haber nacido. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: Acaso soy yo Maestro? Jesús le respondió: Tú lo has dicho. Palabra del Señor.T. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, los dones que te presentamos y concédenos que la pasión de tu Hijo, que celebramos en este sacramento, fructifique plenamente en nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio II de la Pasión del Señor, MR, p. 503 (499).

ANTÍFONA DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Mt 20, 28

El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redención de todos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Señor, Dios nuestro, creer profundamente que, por la muerte temporal de tu Hijo, proclamada en estos santos misterios, tú nos has dado la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO.Opcional

Dios y Padre nuestro, concede a tu pueblo frecuentar los sacramentos pascuales y esperar con vivo deseo los bienes futuros para que, manteniéndose fiel a los santos misterios de los que ha renacido, se sienta impulsado por ellos a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.

JUEVES 28

Jueves de la Semana Santa

Blanco Jueves de la Semana Santa Misa del Santo Crisma

La bendición del óleo de los enfermos, del óleo de los catecúmenos y la consagración del Crisma las hace el obispo normalmente el día de hoy, en una Misa especial; que se celebra por la mañana. MR, p. 262 (276) / Lecc. I, p. 811

EL ESPÍRITU DEL SEÑOR ESTÁ SOBRE MÍ Is 6l, 1-3. 6.8-9; Sal 88; Apoc l, 5-8; Lc 4, 16-21

En el mundo bíblico, la unción se usó por muchas razones, como sociales (Rut 3, 3) e higiénicas (Ez 16, 9), Y especialmente por motivos religiosos, por ejemplo, para las figuras más importantes, como los reyes (2 Sam 2, 4), los sacerdotes (Éx 29, 7) Y para los lugares sagrados (Gén 28, 18). Por eso, el aceite era preparado con mucho esmero y sólo con los ingredientes aromáticos más costosos (Éx 30, 22-25). Sobre todo, la unción imparte al Espíritu de Dios, como vemos en nuestra primera lectura y en el Evangelio de hoy. En esos párrafos, la unción está relacionada especialmente con la Palabra de Dios y entendida como una medida para impartir al predicador de la Palabra, y también a su auditorio, la iluminación necesaria para entender la Palabra y la disposición imprescindible para acogerla. Inicia el Sagrado Triduo Sacro Jueves Santo de la Cena del Señor Misa vespertina Institución de la Eucaristía, del Sacerdocio y Mandamiento del Amor MR, p. 279 (291) / Lecc. I, p. 816

Otros Santos: Gontrán de Borgoña, rey de los francos; José Sebastián Pelczar, obispo y fundador. Beatos: Juan Bautista Maló, presbítero del Instituto de Misiones Extranjeras, misionero y mártir; Renata María Feillatreau, mártir.

Según una antiquísima tradición de la Iglesia, en este día se prohíben todas las Misas sin asistencia del pueblo. En la tarde, a la hora más oportuna, se celebra la misa de la Cena del Señor, con la participación de toda la comunidad local y con la intervención, según su propio oficio, de todos los sacerdotes y ministros. La sagrada Comunión se puede distribuir a los fieles sólo dentro de la Misa; pero a los enfermos se les puede llevar a cualquier hora del día. El sagrario debe estar completamente vacío. Conságrense en esta misa suficientes hostias, de modo que alcancen para la comunión del clero y del pueblo, hoy y mañana. Las personas que deseen profundizar en más indicaciones, pueden leer la introducción y los textos en el Misal Romano, pp. 278-291; para el Viernes Santo pp. 292-309; para el Sábado Santo p. 310 Y para la Vigilia Pascual pp. 313-340

UNA FIESTA DE BENDICIÓN, RENOVACIÓN, LIBERACIÓN, Y AMOR Éx 12,1-8.11-16; Sa/115; 1 Cor 11, 23-26; Jn 13,1-15

En el pasado remoto, una fiesta llamada pascua era celebrada por los pastores, que se reunían a principio de la primavera para sacrificar un animal joven, esperando de esa forma obtener la bendición divina para toda su grey. Al mismo tiempo, existía una fiesta propia no de los pastores, sino del mundo agrícola, es decir, la fiesta de los panes ácimos o sin levadura. En ella se comía pan hecho con el grano recién cosechado y sin la vieja levadura, símbolo del pasado. Era una fiesta de renovación. En un cierto momento, estas fiestas se combinaron para convertirse en la Pascua judía que con memoraba la liberación de los esclavos hebreos de Egipto. Fue esta fiesta que Jesús elevó en la nueva Pascua descrita en nuestra segunda lectura. Así llegó a ser, como lo demuestra en el Evangelio de hoy, una celebración del amor divino.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Gál 6, 14

Debemos gloriamos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, porque en él está nuestra salvación, nuestra vida y nuestra resurrección, y por él fuimos salvados y redimidos. Se dice Gloria. Mientras se canta este himno, se tocan las campanas. Terminado el canto, las campanas no vuelven a tocarse hasta la Vigilia Pascual, a no ser que el obispo diocesano disponga otra cosa. En este mismo tiempo, también pueden usarse el órgano y los demás instrumentos musicales, pero sólo para acompañar el canto.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, reunidos para celebrar la santísima Cena en la que tu Hijo unigénito, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el nuevo y eterno sacrificio, banquete pascual de su amor, concédenos que, de tan sublime misterio, brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Prescripciones sobre la cena pascual.

Del libro del Éxodo: 12, 1-8. 11-14

En aquellos días, el Señor les dijo a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: Este mes será para ustedes el primero de todos los meses y el principio del año. Díganle a toda la comunidad de Israel: El día diez de este mes, tomará cada uno un cordero por familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con los vecinos y elija un cordero adecuado al número de personas y a la cantidad que cada cual pueda comer. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. Lo guardarán hasta el día catorce del mes, cuando toda la comunidad de los hijos de Israel lo inmolará al atardecer. Tomarán la sangre y rociarán las dos jambas y el dintel de la puerta de la casa donde vayan a comer el cordero. Esa noche comerán la carne, asada a fuego; comerán panes sin levadura y hierbas amargas. Comerán así: con la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano y a toda prisa, porque es la Pascua, es decir, el paso del Señor. Yo pasaré esa noche por la tierra de Egipto y heriré a todos los primogénitos del país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados. Castigaré a todos los dioses de Egipto, yo, el Señor. La sangre les servirá de señal en las casas donde habitan ustedes. Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo y no habrá entre ustedes plaga exterminadora, cuando hiera yo la tierra de Egipto. Ese día será para ustedes un memorial y lo celebrarán como fiesta en honor del Señor. De generación en generación celebrarán esta festividad, como institución perpetua. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Salmo 115, 12-13. 15-16bc. 17-18 R/. Gracias, Señor, por tu sangre que nos lava.

Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor.R/. A los ojos del Señor es muy penoso que mueran sus amigos. De la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava. R/. Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre. Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo.R/.

SEGUNDA LECTURA

Cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 11, 23-26

Hermanos: Yo recibí del Señor lo mismo que les he trasmitido: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía. Lo mismo hizo con el cáliz después de cenar, diciendo: Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él. Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 13, 34R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.R/.

EVANGELIO

Los amó hasta el extremo.

Del santo Evangelio según san Juan: 13, 1-15

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre y habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. En el transcurso de la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, la idea de entregarlo, Jesús, consciente de que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas y sabiendo que había salido de Dios y a Dios volvía, se levantó de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó; luego echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que se había ceñido. Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: Señor, me vas a lavar tú a mí los pies? Jesús le replicó: Lo que estoy haciendo tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde. Pedro le dijo: Tú no me lavarás los pies jamás. Jesús le contestó: Si no te lavo, no tendrás parte conmigo. Entonces le dijo Simón Pedro: En ese caso, Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza. Jesús le dijo: El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. Y ustedes están limpios, aunque no todos. Como sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: No todos están limpios. Cuando acabó de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, volvió a la mesa y les dijo: Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan.Palabra del Señor.T. Gloria a ti, Señor Jesús.

REFLEXIÓN: Comienza -con el Triduo Pascual-la conmemoración del misterio de la redención humana realizada por la pasión, muerte y resurrección del Señor. Un día por demás señalado: jueves único en el año litúrgico. Si la celebración eucarística es siempre memorial de la muerte y resurrección de Cristo, hoy lo es mucho más, si cabe la expresión... Entre los temas que destacan en la liturgia: Eucaristía, Sacerdocio ministerial y Amor fraterno, el primero y determinante es la Eucaristía, celebración de la pasión y muerte del Señor hasta que El vuelva: nueva pascua y banquete sacrificial del pueblo cristiano, que viene a sustituir a la cena pascual judía, como recuerdo de la liberación de Egipto.

Lavatorio de los pies

Después de la homilía, donde lo aconseje el bien pastoral, se lleva a cabo el lavatorio de los pies. Los varones designados van, acompañados por los ministros, a ocupar los asientos preparados para ellos. Hay que tener en cuenta que: «...también puede estar compuesto de hombres y mujeres, y es conveniente que formen parte de él jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, clérigos, consagrados y laicos». Cfr. Decreto in Coena Domini, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a 6 de enero de 2016, solemnidad de la Epifanía del Señor}. El sacerdote, se quita la casulla si es necesario, y se acerca a cada una de las personas designadas. Con la ayuda de los ministros, les lava los pies y se los seca. Mientras tanto, se cantan algunas de las siguientes antífonas o algún canto apropiado.

ANTÍFONA PRIMERA Cfr. Jn 13, 4. 5. 15

El Señor se levantó de la mesa, echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de sus discípulos para darles ejemplo.

ANTÍFONA SEGUNDA Jn 13, 12. 13. 15

El Señor, Jesús, después de haber cenado con sus discípulos, lavó sus pies y les dijo: Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes, yo, el Señor y el Maestro? Les he dado ejemplo, para que también ustedes lo hagan.

ANTÍFONA 3 Cfr. Jn 13, 6. 7. 8

Señor, pretendes tú lavarme a mí los pies? Jesús le respondió: Si no te lavo los pies, no tendrás nada que ver conmigo.

V.Fue Jesús hacia Simón Pedro y éste le dijo: -Señor, pretendes tú lavarme a mí los pies…V.Lo que yo estoy haciendo, tú no lo entiendes ahora; lo entenderás más tarde. -Señor, pretendes tú lavarme a mí los pies?...

ANTÍFONA 4 Cfr. Jn 13, 14

Si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, con cuánta mayor razón ustedes deben lavarse los pies unos a otros!

ANTÍFONA 5 Jn 13, 35

En esto reconocerán todos que son mis discípulos: en que se amen los unos a los otros.

V. Jesús les dice a sus discípulos. -En esto reconocerán todos ...

ANTÍFONA 6 Jn 13, 34

Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado, dice el Señor.

ANTÍFONA 7 1 Co 13, 13

Que permanezcan en ustedes fe, la esperanza y el amor; pero la mayor de estas tres virtudes es el amor.

V.Ahora tenemos la fe, la esperanza y el amor; pero la mayor de éstas tres virtudes es el amor. -Que permanezcan en ustedes ... Inmediatamente después del lavatorio de los pies o, si éste no tuvo lugar, después de la homilía, se hace la Oración universal. Sería conveniente organizar la procesión de ofrendas en la que, además de pan y vino, se lleven dones para los pobres. Sería bueno cantar el Ubi caritas et amor... u otro canto apropiado. Hay que tener presente también las variantes propias de este día en la Plegarias Eucaristicas.

No se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Supliquemos, hermanos, a Cristo, el Ungido de Dios, en cuyas manos el Padre ha puesto todas las cosas, y pidámosle que escuche nuestra oración:Para que todos los cristianos sepan seguir el ejemplo de humildad del Señor, que lavó los pies de sus discípulos, e imiten la bondad de aquel que aceptó las lágrimas de Pedro, que lo había negado, roguemos al Señor. Para que nuestro obispo N., y sus presbíteros, que en estos días han recordado el inicio de su ministerio y han renovado sus promesas, vivan plenamente conforme a Jesús y sean siempre fieles a lo que en su ordenación prometieron,roguemos al Señor. Para que el Señor, que se entregó a la muerte para reunir a los hijos de Dios que estaban dispersos, inspire sentimientos de conversión a los que por el pecado o la indiferencia se han alejado de la Iglesia,roguemos al Señor. Para que los enfermos, al ser ungidos con el óleo de la salvación que nuestro obispo acaba de consagrar, experimenten la protección del Señor y sientan mejora en su enfermedad y alivio en sus dolores,roguemos al Señor. Para que el Señor, que con su humillación nos exalta, con su entrega nos merece el perdón, con su sangre nos purifica y con su carne nos alimenta, ilumine también nuestras mentes para que comprendamos y amemos los misterios que hoy conmemoramos,roguemos al Señor. Señor Jesucristo, ya que mientras vivimos aún en este mundo, nos invitas a participar en la mesa que es imagen del banquete eterno, escucha nuestra oración y haz que los que ahora nos reunimos para celebrar el sacramento de tu triunfo podamos ser también tus comensales en el banquete de la Pascua eterna. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial de la muerte de tu Hijo, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO: El sacrificio y el sacramento de Cristo MR, p. 283 (521).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Co 11, 24. 25

Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice el Señor. En la Comunión, en un momento oportuno el sacerdote, tomando del altar la Eucaristía, la entrega a los diáconos, acólitos u otros ministros extraordinarios, para que la lleven a los enfermos en sus casas. Después de distribuir la comunión, se deja sobre el altar un copón con hostias para la comunión del día siguiente, y se termina la misa con esta oración.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Dios todopoderoso, que así como somos alimentados en esta vida con la Cena pascual de tu Hijo, así también merezcamos ser saciados en el banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Traslado del Santísimo Sacramento

Después de incensar al Santísimo, el sacerdote, cubriendo con el paño de hombros el copón, inicia la procesión hacia el SITIO donde se le va aguardar, en donde será adorado por turnos hasta la media noche. Antes de depositar al Señor en el lugar preparado, se repite la incensación. En ambos casos y durante el trayecto se usan cantos adecuados. Esta adoración, después de la media noche, hágase sin solemnidad.

VIERNES 29

Viernes Santo, De la Pasión del Señor

Rojo Viernes Santo, De la Pasión del Señor MR, p. 292 (297) / Lecc. I, p. 820

Día de ayuno y abstinencia

Otros Santos: Eustasio de Luxeuil, abad; Gladys, reina de Gales. Beato Bertoldo de Palestina, Segundo Prior General de los Carmelitas.

OSAMOS MEDITAR SOBRE EL SUFRIMIENTO INOCENTE? Is 52,13-53; Sa130; Heb4, 14-16; 5,7-9; Jn 18,1-19,42

El sufrimiento de los inocentes probablemente no es un tema sobre el cual muchos queremos meditar. Pero las lecturas de hoy nos ofrecen la oportunidad de meditar más profundamente sobre él, si tenemos el valor y la compasión. La primera lectura de hoy, tomada del cuarto cántico del servidor en Deutero-Isaías, medita sobre la fealdad y la vergüenza del sufrimiento, y también sobre el sentido de culpabilidad que tal sufrimiento crea en sus testigos; al mismo tiempo, afirma, de manera misteriosa, su índole expiatoria. El sufrimiento llega a ser todavía más sorprendente cuando, en la Carta a los hebreos, lo relaciona con el personaje más alto e intocable del culto judío: el Sumo Sacerdote. Por si fuera poco, el evangelista Juan pasa por alto las escenas más humillantes en los Sinópticos (p. ej. El jardín del Getsemaní), dibujando la pasión de Jesús como su glorificación. El día de hoy y el de mañana, por una antiquísima tradición, la Iglesia omite por completo la celebración del sacrificio eucarístico. El altar debe estar desnudo por completo: sin cruz, sin candelabros y sin manteles.

Celebración de la Pasión del Señor

El sacerdote y el diácono, si está presente, revestidos de color rojo como para la misa, se dirigen al altar, y hecha la debida reverencia, se postran rostro en tierra o, si se juzga mejor, se arrodillan, y todos oran en silencio durante algún espacio de tiempo. Después el sacerdote se dirige a la sede donde, mientras todos permanecen de rodillas, dice la siguiente oración:

No se dice Oremos.

ORACiÓN

Acuérdate, Señor, de tu gran misericordia, y santifica a tus siervos con tu constante protección, ya que por ellos Cristo, tu Hijo, derramando su sangre, instituyó el misterio pascual. Él, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.R. Amén.

O bien:

Señor Dios, que por la Pasión de nuestro Señor Jesucristo nos libraste de la muerte heredada del antiguo pecado, concédenos asemejarnos a tu Hijo y haz que, así como naturalmente llevamos en nosotros la imagen del hombre terreno, por la gracia de la santificación, llevemos también la imagen del hombre celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.R. Amén.

PRIMERA PARTE

Liturgia de la Palabra

PRIMERA LECTURA

Él fue traspasado por nuestros crímenes.

Del libro del profeta Isaías: 52,13-53,12

He aquí que mi siervo prosperará, será engrandecido y exaltado, será puesto en alto. Muchos se horrorizaron al verlo, porque estaba desfigurado su semblante, que no tenía ya aspecto de hombre; pero muchos pueblos se llenaron de asombro. Ante él los reyes cerrarán la boca, porque verán lo que nunca se les había contado y comprenderán lo que nunca se habían imaginado. Quién habrá de creer lo que hemos anunciado? A quién se le revelará el poder del Señor? Creció en su presencia como planta débil, como una raíz en el desierto. No tenía gracia ni belleza. No vimos en él ningún aspecto atrayente; despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, habituado al sufrimiento; como uno del cual se aparta la mirada, despreciado y desestimado. Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo tuvimos por leproso, herido por Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Él soportó el castigo que nos trae la paz. Por sus llagas hemos sido curados. Todos andábamos errantes como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. Cuando lo maltrataban, se humillaba y no abría la boca, como un cordero llevado a degollar; como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Inicuamente y contra toda justicia se lo llevaron. Quién se preocupó de su suerte? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, lo hirieron de muerte por los pecados de mi pueblo, le dieron sepultura con los malhechores a la hora de su muerte, aunque no había cometido crímenes, ni hubo engaño en su boca. El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida como expiación, verá a sus descendientes, prolongará sus años y por medio de él prosperarán los designios del Señor. Por las fatigas de su alma, verá la luz y se saciará; con sus sufrimientos justificará mi siervo a muchos, cargando con los crímenes de ellos. Por eso le daré una parte entre los grandes, y con los fuertes repartirá despojos, ya que indefenso se entregó a la muerte y fue contado entre los malhechores, cuando tomó sobre sí las culpas de todos e intercedió por los pecadores.Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 30, 2 y 6. 12-13.15-16.17 y 25.R/. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

A ti, Señor, me acojo, que no quede yo nunca defraudado. En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios leal, me librarás.R/. Se burlan de mí mis enemigos, mis vecinos y parientes de mí se espantan, los que me ven pasar huyen de mí, Estoy en el olvido, como un muerto, como un objeto tirado en la basura.R/. Pero yo, Señor, en ti confío. Tú eres mi Dios, y en tus manos está mi destino. Líbrame de los enemigos que me persiguen. R/. Vuelve, Señor, tus ojos a tu siervo y sálvame, por tu misericordia. Sean fuertes y valientes de corazón, ustedes, los que esperan en el Señor. R/.

SEGUNDA LECTURA

Aprendió a obedecer y se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos Los que Lo obedecen.

De la carta a los hebreos: 4, 14-16; 5,7.9

Hermanos: Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo. Mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado. Acerquémonos, por tanto, con plena confianza al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno. Precisamente por eso, Cristo, durante su vida mortal, ofreció oraciones y súplicas, con fuertes voces y lágrimas, a aquel que podía librarlo de la muerte, y fue escuchado por su piedad. A pesar de que era el Hijo, aprendió a obedecer padeciendo, y llegado a su perfección, se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los que lo obedecen.Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Flp 2, 8-9R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Cristo se humilló por nosotros y por obediencia aceptó incluso la muerte y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre.R/.

No se llevan velas ni incienso para la lectura de la Pasión del Señor, ni se hace al principio el saludo, ni se signa el libro. La lectura la hace un diácono o, en su defecto, el sacerdote. Puede también ser hecha por lectores, reservando al sacerdote, si es posible, la parte correspondiente a Cristo.

Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según san Juan: 18, 1-19,42

Puede elegirse la lectura breve por razones pastorales*. Cuando la lectura se hace alternada:C = Cronista; S = Sinagoga; y † = Cristo

C En aquel tiempo, Jesús fue con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Entonces Judas tomó un batallón de soldados y guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos y entró en el huerto con linternas, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que iba a suceder, se adelantó y les dijo: A quién buscan?.C Le contestaron:S A Jesús, el nazareno.C Les dijo Jesús:Yo soy.C Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles Yo soy, retrocedieron y cayeron a tierra. Jesús les volvió a preguntar:A quién buscan?.C Ellos dijeron:S A Jesús, el nazareno.C Jesús contestó:Les he dicho que soy yo. Si me buscan a mí, dejen que éstos se vayan.C Así se cumplió lo que Jesús había dicho: No he perdido a ninguno de los que me diste. Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió a un criado del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. Este criado se llamaba Maleo. Dijo entonces Jesús a Pedro:Mete la espada en la vaina. No voy a beber el cáliz que me ha dado mi Padre?.C El batallón, su comandante y los criados de los judíos apresaron a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año. Caifás era el que había dado a los judíos este consejo: Conviene que muera un solo hombre por el pueblo. Simón Pedro y otro discípulo iban siguiendo a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló con la portera e hizo entrar a Pedro. La portera dijo entonces a Pedro:S No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre?.C Él dijo:S No lo soy.C Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose. El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. Jesús le contestó:Yo he hablado abiertamente al mundo y he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. Por qué me interrogas a mí? Interroga a los que me han oído, sobre lo que les he hablado. Ellos saben lo que he dicho.C Apenas dijo esto, uno de los guardias le dio una bofetada a Jesús, diciéndole:S Así contestas al sumo sacerdote?. C Jesús le respondió:Si he faltado al hablar, demuestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, por qué me pegas?. C Entonces Anás lo envió atado a Caifás, el sumo sacerdote. Simón Pedro estaba de pie, calentándose, y le dijeron:S “No eres tú también uno de sus discípulos?.C Él lo negó diciendo:S No lo soy.C Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, le dijo:S “Qué no te vi yo con él en el huerto?.C Pedro volvió a negarlo y en seguida cantó un gallo. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio: Era muy de mañana y ellos no entraron en el palacio para no incurrir en impureza y poder así comer la cena de Pascua. Salió entonces Pilato a donde estaban ellos y les dijo:S De qué acusan a este hombre?.C Le contestaron:S Si éste no fuera un malhechor, no te lo hubiéramos traído.C Pilato les dijo:S Pues llévenselo y júzguenlo según su ley.C Los judíos le respondieron:S No estamos autorizados para dar muerte a nadie. C Así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir. Entró otra vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:S Eres tú el rey de los judíos?. C Jesús le contestó:Eso lo preguntas por tu cuenta o te lo han dicho otros?.C Pilato le respondió:S Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. Qué es lo que has hecho?.C Jesús le contestó:Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera yo en manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí.C Pilato le dijo:S Conque tú eres rey?.C Jesús le contestó:Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.C Pilato le dijo:S “Y qué es la verdad?.C Dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos y les dijo:S No encuentro en él ninguna culpa. Entre ustedes es costumbre que por Pascua ponga en libertad a un preso. Quieren que les suelte al rey de los judíos?.C Pero todos ellos gritaron:S No, a ése no! A Barrabás!. C (El tal Barrabás era un bandido). Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza, le echaron encima un manto color púrpura, y acercándose a él, le decían:S Viva el rey de los judíos!,C y le daban de bofetadas. Pilato salió otra vez afuera y les dijo:S Aquí lo traigo para que sepan que no encuentro en él ninguna culpa.C Salió, pues, Jesús, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les dijo:S Aquí está el hombre.C Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y sus servidores, gritaron: S Crucificalo, crucificalo!.C Pilato les dijo:S Llévenselo ustedes y crucifíquenlo, porque yo no encuentro culpa en él.C Los judíos le contestaron:S Nosotros tenemos una ley y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo de Dios.C Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más, y entrando otra vez en el pretorio, dijo a Jesús: S De dónde eres tú?.C Pero Jesús no le respondió. Pilato le dijo entonces:S “A mí no me hablas? No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte? .C Jesús le contestó:No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor.C Desde ese momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:S Si sueltas a ése, no eres amigo del César!; porque todo el que pretende ser rey, es enemigo del César.C Al oír estas palabras, Pilato sacó a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman el Enlosado (en hebreo Gábbata). Era el día de la preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos:S Aquí tienen a su rey.C Ellos gritaron:S Fuera.fuera!” Crucificalo!. C Pilato les dijo:S “A su rey voy a crucificar?.C Contestaron los sumos sacerdotes:S No tenemos más rey que el César. C Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús y él, cargando con la cruz, se dirigió hacia el sitio llamado la Calavera (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron, y con él a otros dos uno de cada lado, y en medio Jesús. Pilato mandó escribir un letrero y ponerlo encima de la cruz; en él estaba escrito: Jesús el nazareno, el rey de los judíos. Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos le dijeron a Pilato: S No escribas: El rey de los judíos, sino: Este ha dicho: Soy rey de los judíos .C Pilato les contestó:S Lo escrito, escrito está.C Cuando crucificaron a Jesús, los soldados cogieron su ropa e hicieron cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba a abajo. Por eso se dijeron:S No la rasguemos, sino echemos suertes para ver a quién le toca.C Así se cumplió lo que dice la Escritura: Se repartieron mi ropa y echaron a suerte mi túnica y eso hicieron los soldados. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su madre: Mujer, ahí está tu hijo. C Luego dijo al discípulo:Ahí está tu madre.C y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él. Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo:Tengo sed.C Había allí un jarro lleno de vinagre. Los soldados sujetaron una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo y se la acercaron a la boca. Jesús probó el vinagre y dijo:Todo está cumplido,C e inclinando la cabeza, entregó el espíritu. Aquí se arrodillan todos y se hace una breve pausaC Entonces, los judíos, como era el día de la preparación de la Pascua, para que los cuerpos de los ajusticiados no se quedaran en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día muy solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y los quitaran de la cruz. Fueron los soldados, le quebraron las piernas a uno y luego al otro de los que habían sido crucificados con él. Pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua. El que vio da testimonio de esto y su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dice la Escritura: No le quebrarán ningún hueso; y en otro lugar la Escritura dice: Mirarán al que traspasaron. Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero oculto por miedo a los judíos, pidió a Pilato que lo dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mezcla de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con esos aromas, según se acostumbra enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un sepulcro nuevo, donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la preparación de la Pascua y el sepulcro estaba cerca, allí pusieron a Jesús.Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.

REFLEXIÓN: El viernes santo es un día centrado en la pasión del Señor y su muerte ignominiosa en la cruz. Hoy se cumple el repetido anuncio sobre su violento final en Jerusalén, al aceptar, por nosotros y por nuestra salvación, los misteriosos planes de su Padre: «Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su propio Hijo» (Jn, 3, 16) ... No hay modo más verídico de expresarlo, que dando la vida por aquellos a quienes se ama. Un amor fuente de vida, que nos une a Dios y a nuestros hermanos. Un amor capaz de cambiar el mundo, si los que nos decimos sus discípulos seguimos su ejemplo de humildad, servicio, obediencia y renuncia.

No se dice Credo.

ORACIÓN UNIVERSAL

I Por la santa Iglesia Oremos, queridos hermanos, por la santa Iglesia de Dios, para que nuestro Dios y Señor le conceda la paz y la unidad, se digne protegerla en toda la tierra y nos conceda glorificarlo, como Dios Padre omnipotente con una vida pacífica y serena. Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo revelaste tu gloria a todas las naciones, conserva la obra de tu misericordia, para que tu Iglesia, extendida por toda la tierra, persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.

II. Por el Papa Oremos también por nuestro Santo Padre, el Papa N., para que Dios nuestro Señor, que lo escogió para el orden de los obispos, lo conserve a salvo y sin daño para bien de su santa Iglesia, a fin de que pueda gobernar al pueblo santo de Dios. Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, cuya sabiduría gobierna el universo, atiende favorablemente nuestras súplicas y protege con tu amor al Papa que nos diste, para que el pueblo cristiano, que tú mismo pastoreas, progrese bajo su cuidado en la firmeza de su fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.

III. Por el pueblo de Dios y sus Ministros Oremos también por nuestro obispo N., por todos los obispos, presbíteros y diáconos de la Iglesia, y por todo el pueblo santo de Dios. Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, que con tu Espíritu santificas y gobiernas a toda la Iglesia, escucha nuestras súplicas por tus ministros, para que, con la ayuda de tu gracia, te sirvan con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

IV. Por los catecúmenos Oremos también por los (nuestros) catecúmenos, para que Dios nuestro Señor abra los oídos de sus corazones y les manifieste su misericordia, y para que, mediante el bautismo, se les perdonen todos sus pecados y queden incorporados a Cristo, Señor nuestro. Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote: Dios todo poderoso y eterno, que sin cesar concedes nuevos hijos a tu Iglesia, acrecienta la fe y el conocimiento a los (nuestros) catecúmenos, para que, renacidos en la fuente bautismal, los cuentes entre tus hijos de adopción. Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

V. Por la unidad de los cristianos Oremos también por todos los hermanos que creen en Cristo, para que Dios nuestro Señor se digne congregar y custodiar en la única Iglesia a quienes procuran vivir en la verdad. Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, que reúnes a los que están dispersos y los mantienes en la unidad, mira benignamente la grey de tu Hijo, para que, a cuantos están consagrados por el único bautismo, también los una la integridad de la fe y los asocie el vínculo de la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

VI. Por los judíos Oremos también por los judíos, para que a quienes Dios nuestro Señor habló primero, les conceda progresar continuamente en el amor de su nombre y en la fidelidad a su alianza. Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, que confiaste tus promesas a Abraham y a su descendencia, oye compasivo los ruegos de tu Iglesia, para que el pueblo que adquiriste primero como tuyo, merezca llegar a la plenitud de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

VII. Por los que no creen en Cristo Oremos también por los que no creen en Cristo, para que, iluminados por el Espíritu Santo, puedan ellos encontrar el camino de la salvación. Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, concede a quienes no creen en Cristo, que, caminando en tu presencia con sinceridad de corazón, encuentren la verdad; y a nosotros concédenos crecer en el amor mutuo y en el deseo de comprender mejor los misterios de tu vida, a fin de que seamos testigos cada vez más auténticos de tu amor en el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.

VIII. Por los que no creen en Dios Oremos también por los que no conocen a Dios, para que, buscando con sinceridad lo que es recto, merezcan llegar hasta él. Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, que creaste a todos los hombres para que deseándote te busquen, y para que al encontrarte descansen en ti; concédenos que, en medio de las dificultades de este mundo, al ver los signos de tu amor y el testimonio de las buenas obras de los creyentes, todos los hombres se alegren al confesarte como único Dios verdadero y Padre de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

IX. Por los gobernantes Oremos también por todos los gobernantes de las naciones, para que Dios nuestro Señor guíe sus mentes y corazones, según su voluntad providente, hacia la paz verdadera y la libertad de todos. Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, en cuyas manos están los corazones de los hombres y los derechos de las naciones, mira con bondad a nuestros gobernantes, para que, con tu ayuda, se afiance en toda la tierra un auténtico progreso social, una paz duradera y una verdadera libertad religiosa. Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

X. Por los que se encuentran en alguna tribulación Oremos, hermanos muy queridos, a Dios Padre todopoderoso, para que libre al mundo de todos sus errores, aleje las enfermedades, alimente a los que tienen hambre, libere a los encarcelados y haga justicia a los oprimidos, conceda seguridad a los que viajan, un buen retorno a los que se hallan lejos del hogar, la salud a los enfermos y la salvación a los moribundos. Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, consuelo de los afligidos y fortaleza de los que sufren, escucha a los que te invocan en su tribulación, para que todos experimenten en sus necesidades la alegría de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

SEGUNDA PARTE

ADORACIÓN DE LA SANTA CRUZ

Segunda parte

Adoración de la Santa Cruz

Terminada la oración universal, se hace la adoración solemne de la santa Cruz, elijase la forma (hay dos previstas) que se juzgue más apropiada pastoralmente, de acuerdo con las circunstancias.

Presentación de la Santa Cruz. Hay dos formas.

V.Miren el árbol de la cruz, donde estuvo clavado Cristo, el salvador del mundo. R.Vengan y adoremos.V. Miren el árbol de la cruz, donde estuvo clavado Cristo, el salvador del mundo.R. Vengan y adoremos.V. Miren el árbol de la cruz, donde estuvo clavado Cristo, el salvador del mundo.R. Vengan y adoremos.

Adoración de la Santa Cruz.

El sacerdote, el clero y los fieles se acercan procesionalmente y adoran la cruz, haciendo delante de ella una genuflexión simple o algún otro signo de veneración (como el de besarla), según la costumbre de la región. Mientras tanto, se canta la antífona Tu Cruz adoramos (p. 302ss), los Improperios, u otros cánticos apropiados. Terminada la adoración, la cruz es llevada al altar y puesta en un lugar relevante, con los ciriales o los candeleros a su lado.

Tercera parte

Sagrada Comunión

Se extiende un mantel sobre el altar y se pone sobre él un corporal y el misal. Entre tanto, el diácono o, en su ausencia, el mismo sacerdote, habiéndose colocado el paño de hombros, trae el Santísimo Sacramento del lugar de la reserva directamente al altar, mientras todos permanecen de pie y en silencio. Dos ministros con candeleros encendidos acompañan al Santísimo Sacramento y depositan luego los candeleros junto al altar o sobre él. Después de que el diácono, si está presente, ha depositado el Santísimo Sacramento sobre el altar y ha descubierto el copón, se acerca el sacerdote al altar y hace genuflexión.

A continuación, el sacerdote, teniendo las manos juntas, dice con voz clara:

C. Fieles a la recomendación del Salvador, y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:T.Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y libranos del mal.C. Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador, Jesucristo.T.Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios todopoderoso y eterno, que nos has redimido con la gloriosa muerte y resurrección de tu Hijo Jesucristo, prosigue en nosotros la obra de tu misericordia, para que, mediante nuestra participación en este misterio, permanezcamos dedicados a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO

Envía, Señor, sobre este pueblo tuyo, que ha conmemorado la muerte de tu Hijo, en espera de su resurrección, la abundancia de tu bendición; llegue a él tu perdón, reciba tu consuelo, se acreciente su fe santa y se consolide su eterna redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Y todos, haciendo genuflexión a la Cruz, se retiran en silencio. No se dan avisos. A su debido tiempo se desnuda de nuevo el altar.

SÁBADO 30

Rojo Sábado Santo

Otros Santos: Leonardo Murialdo, presbítero y fundador; Julio Álvarez Mendoza, presbítero y mártir; Ludovico (Luis) de Casoria, presbítero, de la Orden de los Hermanos Menores y fundador.

Durante el Sábado Santo, la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando en su pasión y muerte, y se abstiene de celebrar el sacrificio de la Misa (por lo que conserva el altar enteramente desnudo) hasta que, después de la Vigilia solemne o espera nocturna de la resurrección, se desborda la alegría pascual, cuya exuberancia inunda los cincuenta días subsiguientes. Hoy no puede darse la sagrada comunión más que a modo de viático.

DOMINGO 31

Blanco Tiempo Pascual Vigilia Pascual en la noche santa MR, p. 315 (317) / Lecc. I, p. 829 LH, todo propio. T. II, p. 501; Fieles: p. 271; Popular: 20 y 442.

Otros Santos: Benjamín de Persia, diácono y mártir; Balbina de Roma, virgen y mártir. Beato Buenaventura Tornielli o de Forli, presbítero de la Orden de los Siervos de María.

LA RESURRECCIÓN NECESITA LA FE Gén 1, 1 -2, 2; Sa132; Gén 22, 1-18; Sal 15; Éx 14, 14-15,1; Éx 15; Is 54,4-14; Sal 29; Is 55,1-11; Is 12; Bar 3,9-15.32 -4,4; Sal l8; Ez 36,16-18; Salmos 41 y 42; Rom 6, 3-11; Sal 117; Mc 16,1-7

El relato de la resurrección en Marcos, que es el Evangelio de esta Vigilia, ha sido el enfoque de controversia por mucho tiempo. Es que Jesús no se manifiesta visiblemente en esta narración antiquísima y, según algunos, debería haber sido transmitida de forma defectuosa. Tal vez por esta razón, un editor del siglo II d. C. añadió la llamada conclusión canónica, con varias apariciones del resucitado en 16, 9-20. No obstante, nuestro Evangelio de hoy tiene dos de los elementos más importantes de cualquier relato de la resurrección, a saber, la tumba vacía (vv. 4-5) y la proclamación kerygmática (v. 6). Parece que el evangelista quiso damos lo necesario, pero no forzamos con pruebas supuestamente irrefutables. Es que la resurrección de Jesús, aun cuando se basa en señales objetivas, siempre necesita un acto libre de fe por nuestra parte.

Primera parte

Solemne inicio de la Vigilia o Lucernario

Bendición del fuego nuevo y preparación del cirio.

Se apagan todas las luces de la iglesia.

En un lugar adecuado, fuera de la iglesia, se enciende el fuego. Congregado allí el pueblo, llega el sacerdote con los ministros, uno de los cuales lleva el cirio pascual. El sacerdote saluda, como de costumbre, al pueblo congregado y le hace una breve exhortación, con estas palabras u otras semejantes: Hermanos: En esta noche santa, en que nuestro Señor Jesucristo pasó de la muerte a la vida, la Iglesia invita a todos sus hijos, diseminados por el mundo, a que se reúnan para velar en oración. Conmemoremos, pues, juntos, la Pascua del Señor, escuchando su Palabra y participando en sus sacramentos, con la esperanza cierta de participar también en su triunfo sobre la muerte y de vivir con él para siempre en Dios. Enseguida se bendice el juego.

OREMOS

Dios nuestro, que por medio de tu Hijo comunicaste a tus fieles el fuego de tu luz, santifica † este fuego nuevo y concédenos que, al celebrar estas fiestas pascuales, se encienda en nosotros el deseo de las cosas celestiales, para que podamos llegar con un espíritu renovado a las fiestas de la eterna claridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.R. Amén.

El celebrante enciende el cirio con el fuego nuevo, diciendo:

Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu. Después el sacerdote, con un punzón, graba una cruz en el Cirio; luego traza sobre él la letra griega Alfa y, debajo, la letra Omega; entre los brazos de la cruz traza los cuatro números del año en curso, mientras dice:

1. Cristo ayer y hoy, traza la línea vertical;2. Principio y fin, traza la línea horizontal; 3. A1fa, traza la letra Alfa, arriba de la línea vertical; 4. y Omega, traza la letra Omega debajo de la línea vertical;5. Suyo es el tiempo, traza el primer número del año en curso en el ángulo superior izquierdo de la cruz;6. y la eternidad, traza el segundo número del año, en el ángulo superior derecho;7. A él la gloria y el poder, traza el tercer número del año en el ángulo inferior izquierdo;8. por los siglos de los siglos. Amén. traza el cuarto número del año en el ángulo inferior derecho.

Después de haber trazado la cruz y los demás signos, el sacerdote incrusta al cirio cinco granos de incienso, en forma de cruz, diciendo al mismo tiempo:

1. Por sus santas llagas2. gloriosas,3. nos proteja4. Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu.

PROCESIÓN

A continuación, el diácono, o en su defecto el sacerdote, toma el cirio, pascual y, manteniéndolo elevado, canta él solo:

V. Cristo luz del mundo.R. Demos gracias a Dios.

Todos entran en la iglesia, precedidos por el diácono (o el sacerdote) que lleva el cirio pascual. En la puerta de la iglesia, el diácono se detiene y, elevando el cirio, canta por segunda vez:

V. Cristo luz del mundo.R. Demos gracias a Dios.

En este momento todos encienden sus velas en la llama del cirio y avanzan de nuevo. Al llegar ante el altar, el diácono, vuelto hacia el pueblo, canta por tercera vez:

V. Cristo luz del mundo.R. Demos gracias a Dios.

El pregón Pascual

El sacerdote se dirige a la sede. El diácono pone el cirio pascual en el candelabro, que está preparado en medio del presbiterio o junto al amb6n. Después de poner incienso en el incensario, si éste se ha utilizado, el diácono pide y recibe, como lo hace en la Misa antes del Evangelio, la bendición del sacerdote.

Pregón Pascual

Alégrense, por fin, los coros de los ángeles; alégrense las jerarquías del cielo y, por la victoria de rey tan poderoso, que las trompetas anuncien la salvación. Goce también la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del rey eterno, se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero. Alégrese también nuestra madre, la Iglesia, revestida de luz tan brillante; resuene este templo con las aclamaciones del pueblo. (Por eso, queridos hermanos, que asisten a la admirable claridad de esta luz santa, invoquen conmigo la misericordia de Dios omnipotente, para que aquel que, sin mérito mío, me agregó al número de los diácono s, complete mi alabanza a este cirio, infundiendo el resplandor de su luz).

V. El Señor esté con todos ustedes.R. y con tu espíritu.V. Levantemos el corazón.R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario aclamar, con nuestras voces y con todo el afecto del corazón, a Dios invisible, el Padre todopoderoso, ya su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Porque él ha pagado por nosotros al eterno Padre la deuda de Adán, y ha borrado con su sangre inmaculada la condena del antiguo pecado. Porque éstas son las fiestas de Pascua, en las que se inmola el verdadero Cordero, cuya sangre consagra las puertas de los fieles. Ésta es la noche en que sacaste de Egipto a los israelitas, nuestros padres, y los hiciste pasar a pie el mar Rojo. Ésta es la noche en que la columna de fuego esclareció las tinieblas del pecado. Ésta es la noche que a todos los que creen en Cristo, por toda la tierra, los arranca de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado, los restituye a la gracia y los agrega a los santos. Ésta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo. De qué nos serviría haber nacido si no hubiéramos sido rescatados? Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros! Qué incomparable ternura y caridad! Para rescatar al esclavo entregaste al Hijo! Necesario fue el pecado de Adán, que ha sido borrado por la muerte de Cristo. Feliz la culpa que mereció tal Redentor! Qué noche tan dichosa! Sólo ella conoció el momento en que Cristo resucitó del abismo. Ésta es la noche de la que estaba escrito: Será la noche clara como el día, la noche iluminada por mi gozo. Y así, esta noche santa ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los potentes. En esta noche de gracia, acepta, Padre santo, el sacrificio vespertino de esta llama, que la santa Iglesia te ofrece en la solemne ofrenda de este cirio, obra de las abejas. Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego, que arde en llama viva para la gloria de Dios. Y aunque distribuye su luz, no mengua al repartirla, porque se alimenta de cera fundida que elaboró la abeja fecunda para hacer esta lámpara preciosa. Qué noche tan dichosa, en que se une el cielo con la tierra, lo humano con lo divino! Te rogamos, Señor, que este cirio consagrado a tu nombre para destruir la oscuridad de esta noche, arda sin apagarse y, aceptado como perfume, se asocie a las lumbreras del cielo. Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo; ese lucero que no conoce ocaso, Jesucristo, tu Hijo, que, volviendo del abismo, brilla sereno para el linaje humano, y vive y reina por los siglos de los siglos.R. Amén.

Terminado el pregón, todos apagan sus velas y se sientan.

Segunda parte

Liturgia de la Palabra

En esta vigilia se proponen nueve lecturas, siete del Antiguo Testamento y dos del Nuevo (la epístola y el Evangelio). Si las circunstancias pastorales lo piden, el número de lecturas del Antiguo Testamento puede reducirse hasta tres y, en casos muy urgentes, hasta dos. Aun en este último caso, nunca se omite la tercera lectura, tomada del Éxodo, sobre el paso del mar Rojo.

Exhortación

Hermanos, habiendo iniciado solemnemente la Vigilia Pascual, escuchemos con recogimiento la palabra de Dios. Meditemos cómo, en la antigua alianza, Dios salvó a su pueblo y en la plenitud de los tiempos, envió al mundo a su Hijo para que nos re dimiera. Oremos para que Dios lleve a su plenitud la obra de la redención realizada por el misterio pascual.

Lo que va entre ... puede suprimir por motivos pastorales.

PRIMERA LECTURA

Vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno.

Del libro del Génesis: 1, 1-2, 2

En el principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era soledad y caos; y las tinieblas cubrían la faz del abismo. El espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Dijo Dios: Que exista la luz, y la luz existió. Vio Dios que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Llamó a la luz día y a las tinieblas, noche. Fue la tarde y la mañana del primer día. Dijo Dios: Que haya una bóveda entre las aguas, que separe unas aguas de otras. E hizo Dios una bóveda y separó con ella las aguas de arriba, de las aguas de abajo. Y así fue. Llamó Dios a la bóveda cielo. Fue la tarde y la mañana del segundo día. Dijo Dios: Que se junten las aguas de debajo del cielo en un solo lugar y que aparezca el suelo seco. Y así fue. Llamó Dios tierra al suelo seco y mar a la masa de las aguas. Y vio Dios que era bueno. Dijo Dios: Verdee la tierra con plantas que den semilla y árboles que den fruto y semilla, según su especie, sobre la tierra. Y así fue. Brotó de la tierra hierba verde, que producía semilla, según su especie, y árboles que daban fruto y llevaban semilla, según su especie. Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la mañana del tercer día. Dijo Dios: Que haya lumbreras en la bóveda del cielo, que separen el día de la noche, señalen las estaciones, los días y los años, y luzcan en la bóveda del cielo para iluminar la tierra. Y así fue. Hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para regir el día y la menor, para regir la noche; y también hizo las estrellas. Dios puso las lumbreras en la bóveda del cielo para iluminar la tierra, para regir el día y la noche, y separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la mañana del cuarto día. Dijo Dios: Agítense las aguas con un hervidero de seres vivientes y revoloteen sobre la tierra las aves, bajo la bóveda del cielo. Creó Dios los grandes animales marinos y los vivientes que en el agua se deslizan y la pueblan, según su especie. Creó también el mundo de las aves, según sus especies. Vio Dios que era bueno y los bendijo, diciendo: Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas del mar; que las aves se multipliquen en la tierra. Fue la tarde y la mañana del quinto día. Dijo Dios: Produzca la tierra vivientes, según sus especies: animales domésticos, reptiles y fieras, según sus especies. Y así fue. Hizo Dios las fieras, los animales domésticos y los reptiles, cada uno según su especie. Y vio Dios que era bueno. Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine a los peces del mar, a las aves del cielo, a los animales domésticos y a todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen suya lo creó; hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Sean fecundos y multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todo ser viviente que se mueve sobre la tierra. Y dijo Dios: He aquí que les entrego todas las plantas de semilla que hay sobre la faz de la tierra, y todos los árboles que producen fruto y semilla, para que les sirvan de alimento. Y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todos los seres que respiran, también les doy por alimento las verdes plantas. Y así fue. Vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno. Fue la tarde y la mañana del sexto día. Así quedaron concluidos el cielo y la tierra con todos sus ornamentos, y terminada su obra, descansó Dios el séptimo día de todo cuanto había hecho.Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Salmo 103, 4-5. 6-7. 12-13. 20.22. R/. Bendice al Señor, alma mía.

Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto.R/. Sobre bases inconmovibles asentaste la tierra para siempre. Con un vestido de mares la cubriste y las aguas en los montes concentraste.R/. En los valles haces brotar las fuentes, que van corriendo entre montañas; junto al arroyo vienen a vivir las aves, que cantan entre las ramas.R/. Desde tu cielo riegas los montes y sacias la tierra del fruto de tus manos; haces brotar hierba para los ganados y pasto para los que sirven al hombre. R/. Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al Señor, alma mía.R/.

O bien

Del salmo 103, 1-2a. 5-6.1 O y 12.13-14.24 Y 35cR/. Bendice al Señor, alma mía.

Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto.R/. Sobre bases inconmovible s asentaste la tierra para siempre. Con un vestido de mares la cubriste y las aguas en los montes concentraste.R/. En los valles haces brotar las fuentes, que van corriendo entre montañas; junto al arroyo vienen a vivir las aves, que cantan entre las ramas.R/. Desde tu cielo riegas los montes y sacias la tierra del fruto de tus manos; haces brotar hierba para los ganados y pasto para los que sirven al hombre. R/. Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al Señor, alma mía.R/. Oremos. Dios todopoderoso y eterno, que en todas las obras de tu amor te muestras admirable, concédenos comprender que la redención realizada por Cristo, nuestra Pascua, es una obra más maravillosa todavía que la misma creación del universo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

O bien: Creación del hombre.

Dios nuestro, que de modo admirable creaste al hombre y de modo más admirable aún lo redimiste, concédenos sabiduría de espíritu, para resistir a los atractivos del pecado y poder llegar así a las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.Amén.

Lo que va entre ... ) puede suprimir por motivos pastorales.

SEGUNDA LECTURA

El sacrificio de nuestro patriarca Abraham.

Del libro del Génesis: 22, 1-18

En aquel tiempo, Dios le puso una prueba a Abraham y le dijo: Abraham, Abraham! Él respondió: Aquí estoy. Y Dios le dijo: Toma a tu hijo único, Isaac, a quien tanto amas; vete a la región de Moria y ofrécemelo en sacrificio, en el monte que yo te indicaré. Abraham madrugó, aparejó su burro, tomó consigo a dos de sus criados y a su hijo Isaac; cortó leña para el sacrificio y se encaminó al lugar que Dios le había indicado. Al tercer día divisó a lo lejos el lugar. Les dijo entonces a sus criados: Quédense aquí con el burro; yo iré con el muchacho hasta allá, para adorar a Dios y después regresaremos. Abraham tomó la leña para el sacrificio, se la cargó a su hijo Isaac y tomó en su mano el fuego y el cuchillo. Los dos caminaban juntos. Isaac dijo a su padre Abraham: Padre! Él respondió: Qué quieres, hijo? El muchacho contestó: Ya tenemos fuego y leña, pero, dónde está el cordero para el sacrificio? Abraham le contestó: Dios nos dará el cordero para el sacrificio, hijo mío. Y siguieron caminando juntos. Cuando llegaron al sitio que Dios le había señalado, Abraham levantó un altar y acomodó la leña. Luego ató a su hijo Isaac, lo puso sobre el altar, encima de la leña, y tomó el cuchillo para degollarlo. Pero el ángel del Señor lo llamó desde el cielo y le dijo: Abraham, Abraham! Él contestó: Aquí estoy. El ángel le dijo: No descargues la mano contra tu hijo, ni le hagas daño. Ya veo que temes a Dios, porque no le has negado a tu hijo único. Abraham levantó los ojos y vio un carnero, enredado por los cuernos en la maleza. Atrapó el carnero y lo ofreció en sacrificio, en lugar de su hijo. Abraham puso por nombre a aquel sitio el Señor provee, por lo que aun el día de hoy se dice: el monte donde el Señor provee. El ángel del Señor volvió a llamar a Abraham desde el cielo y le dijo: Juro por mí mismo, dice el Señor, que por haber hecho esto y no haberme negado a tu hijo único, yo te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y las arenas del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades enemigas. En tu descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra, porque obedeciste a mis palabras.Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Salmo 15,5 Y 8.9-10.11. R/. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti.

El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos. Tengo siempre presente al Señor y con Él a mi lado, jamás tropezaré. R/. Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte, ni dejarás que sufra yo la corrupción.R/. Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a ti.R/. Oremos. Dios nuestro, excelso Padre de los creyentes, que por medio de la gracia de la adopción y por el misterio pascual sigues cumpliendo la promesa hecha a Abraham de multiplicar su descendencia por toda la tierra y de hacerlo el padre de todas las naciones, concede a tu pueblo responder dignamente a la gracia de tu llamada. Por Jesucristo, nuestro Señor.Amén.

TERCERA LECTURA

Los israelitas entraron en el mar sin mojarse.

Del libro del Éxodo: 14, 15-15, 1

En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: Por qué sigues clamando a mí? Diles a los israelitas que se pongan en marcha. Y tú, alza tu bastón, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas entren en el mar sin mojarse. Yo voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los persigan, y me cubriré de gloria a expensas del faraón y de todo su ejército, de sus carros y jinetes. Cuando me haya cubierto de gloria a expensas del faraón, de sus carros y jinetes, los egipcios sabrán que yo soy el Señor. El ángel del Señor, que iba al frente de las huestes de Israel, se colocó tras ellas. Y la columna de nubes que iba adelante, también se desplazó y se puso a sus espaldas, entre el campamento de los israelitas y el campamento de los egipcios. La nube era tinieblas para unos y claridad para otros, y así los ejércitos no trabaron contacto durante toda la noche. Moisés extendió la mano sobre el mar, y el Señor hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del este, que secó el mar, y dividió las aguas. Los israelitas entraron en el mar y no se mojaban, mientras las aguas formaban una muralla a su derecha y a su izquierda. Los egipcios se lanzaron en su persecución y toda la caballería del faraón, sus carros y jinetes, entraron tras ellos en el mar. Hacia el amanecer, el Señor miró desde la columna de fuego y humo al ejército de los egipcios y sembró entre ellos el pánico. Trabó las ruedas de sus carros, de suerte que no avanzaban sino pesadamente. Dijeron entonces los egipcios: Huyamos de Israel, porque el Señor lucha en su favor contra Egipto. Entonces el Señor le dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que vuelvan las aguas sobre los egipcios, sus carros y sus jinetes. Y extendió Moisés su mano sobre el mar, y al amanecer, las aguas volvieron a su sitio, de suerte que al huir, los egipcios se encontraron con ellas, y el Señor los derribó en medio del mar. Volvieron las aguas y cubrieron los carros, a los jinetes y a todo el ejército del faraón, que se había metido en el mar para perseguir a Israel. Ni uno solo se salvó. Pero los hijos de Israel caminaban por lo seco en medio del mar. Las aguas les hacían muralla a derecha e izquierda. Aquel día salvó el Señor a Israel de las manos de Egipto. Israel vio a los egipcios, muertos en la orilla del mar. Israel vio la mano fuerte del Señor sobre los egipcios, y el pueblo temió al Señor y creyó en el Señor y en Moisés, su siervo. Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico al Señor:No se dice Palabra del Señor, se pasa directamente al Salmo.


SALMO RESPONSORIAL

Éxodo 15, 1b-2. 3-4. 5-6.17-18. R/. Alabemos al Señor por su victoria.

Cantemos al Señor, sublime es su victoria: caballos y jinetes arrojó en el mar. Mi fortaleza y mi canto es el Señor, Él es mi salvación; Él es mi Dios, y yo lo alabaré, es el Dios de mis padres, y yo le cantaré. R/. El Señor es un guerrero, su nombre es el Señor. Precipitó en el mar los carros del faraón y a sus guerreros; ahogó en el Mar Rojo a sus mejores capitanes. R/. Las olas los cubrieron, cayeron hasta el fondo, como piedras. Señor, tu diestra brilla por su fuerza, tu diestra, Señor, tritura al enemigo. R/. Tú llevas a tu pueblo para plantarlo en el monte que le diste en herencia, en el lugar que convertiste en tu morada, en el santuario que construyeron tus manos. Tú, Señor, reinarás para siempre.R/. Oremos. Señor Dios, cuyos antiguos prodigios los percibimos resplandeciendo también en nuestros tiempos, puesto que aquello mismo que realizó la diestra de tu poder para liberar a un solo pueblo de la esclavitud del faraón, lo sigues realizando también ahora, por medio del agua del bautismo para salvar a todas las naciones, concede que todos los hombres del mundo lleguen a contarse entre los hijos de Abraham y participen de la dignidad del pueblo elegido. Por Jesucristo, nuestro Señor.Amén.

O bien:

Dios nuestro, que manifestaste a la luz del Nuevo Testamento el sentido profundo de los prodigios realizados en los tiempos antiguos, dejándonos ver en el paso del Mar Rojo, una imagen del bautismo y del pueblo liberado de la esclavitud, un anuncio de los sacramentos del pueblo cristiano, haz que todos los hombres, mediante la fe, participen del privilegio del pueblo elegido y sean regenerados por la acción santificadora de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.Amén.

CUARTA LECTURA

Con amor eterno se ha apiadado de ti tu redentor.

Del libro del profeta Isaías: 54, 5-14

El que te creó, te tomará por esposa; su nombre es Señor de los ejércitos. Tu redentor es el Santo de Israel; será llamado Dios de toda la tierra. Como a una mujer abandonada y abatida te vuelve a llamar el Señor. Acaso repudia uno a la esposa de la juventud?, dice tu Dios. Por un instante te abandoné, pero con inmensa misericordia te volveré a tomar. En un arrebato de ira te oculté un instante mi rostro, pero con amor eterno me he apiadado de ti, dice el Señor, tu redentor. Me pasa ahora como en los días de Noé: entonces juré que las aguas del diluvio no volverían a cubrir la tierra; ahora juro no enojarme ya contra ti ni volver a amenazarte. Podrán desaparecer los montes y hundirse las colinas, pero mi amor por ti no desaparecerá y mi alianza de paz quedará firme para siempre. Lo dice el Señor, el que se apiada de ti. Tú, la afligida, la zarandeada por la tempestad, la no consolada: He aquí que yo mismo coloco tus piedras sobre piedras finas, tus cimientos sobre zafiros; te pondré almenas de rubí y puertas de esmeralda y murallas de piedras preciosas. Todos tus hijos serán discípulos del Señor, y será grande su prosperidad. Serás consolidada en la justicia. Destierra la angustia, pues ya nada tienes que temer; olvida tu miedo, porque ya no se acercará a ti.Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Salmo 29, 2 y 4. 5-6.11 y 12a. y 13b. R/. Te alabaré, Señor, eternamente.

Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste.R/. Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la tarde; por la mañana, el júbilo.R/. Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente. R/. Oremos. Dios, todopoderoso y eterno, multiplica, en honor a tu nombre, cuanto prometiste a nuestros padres en la fe y acrecienta la descendencia por ti prometida mediante la santa adopción filial, para que aquello que los antiguos patriarcas no dudaron que habría de acontecer, tu Iglesia advierta que ya está en gran parte cumplido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

QUINTA LECTURA

Vengan a mí y vivirán. Sellaré con ustedes una alianza perpetua.

Del libro del profeta Isaías: 55, 1-11

Esto dice el Señor: Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua; y los que no tienen dinero, vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y leche sin pagar. Por qué gastar el dinero en lo que no es pan y el salario, en lo que no alimenta? Escúchenme atentos y comerán bien, saborearán platillos sustanciosos. Préstenme atención, vengan a mí, escúchenme y vivirán. Sellaré con ustedes una alianza perpetua, cumpliré las promesas que hice a David. Como a él lo puse por testigo ante los pueblos, como príncipe y soberano de las naciones, así tú reunirás a un pueblo desconocido, y las naciones que no te conocían acudirán a ti, por amor del Señor, tu Dios, por el Santo de Israel, que te ha honrado. Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal, sus planes; que regrese al Señor, y Él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico en perdón. Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, sus caminos no son mis caminos. Porque así como aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los de ustedes y mis pensamientos a sus pensamientos. Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión.Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Isaías 12, 2-3. 4bcd. 5-6. R/. El Señor es mi Dios y salvador.

El Señor es mi Dios y salvador, con Él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección y mi fuerza, y ha sido mi salvación. Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación.R/. Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas, proclamen que su nombre es sublime.R/. Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra. Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido grande con ustedes. R/. Oremos. Dios todopoderoso y eterno, única esperanza del mundo, tú que anunciaste por voz de los profetas, los misterios que estamos celebrando esta noche, multiplica en el corazón de tu pueblo los santos propósitos porque no podría ningún santo anhelo alcanzar crecimiento sin el impulso que procede de ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.Amén.

SEXTA LECTURA

Sigue el camino que te conduce a la luz del Señor.

Del libro del profeta Baruc: 3, 9-15. 32-4, 4

Escucha, Israel, los mandatos de vida, presta oído para que adquieras prudencia. A qué se debe, Israel, que estés aún en país enemigo, que envejezcas en tierra extranjera, que te hayas contaminado por el trato con los muertos, que te veas contado entre los que descienden al abismo? Es que abandonaste la fuente de la sabiduría. Si hubieras seguido los senderos de Dios, habitarías en paz eternamente. Aprende dónde están la prudencia, la inteligencia y la energía, así aprenderás dónde se encuentra el secreto de vivir larga vida, y dónde la luz de los ojos y la paz. Quién es el que halló el lugar de la sabiduría y tuvo acceso a sus tesoros? El que todo lo sabe, la conoce; con su inteligencia la ha escudriñado. El que cimentó la tierra para todos los tiempos, y la pobló de animales cuadrúpedos; el que envía la luz, y ella va, la llama, y temblorosa le obedece; llama a los astros, que brillan jubilosos en sus puestos de guardia, y ellos le responden: Aquí estamos, y refulgen gozosos para aquel que los hizo. Él es nuestro Dios y no hay otro como El; Él ha escudriñado los caminos de la sabiduría y se la dio a su hijo Jacob, a Israel, su predilecto. Después de esto, ella apareció en el mundo y convivió con los hombres. La sabiduría es el libro de los mandatos de Dios, la ley de validez eterna; los que la guardan, vivirán, los que la abandonan, morirán. Vuélvete a ella, Jacob, y abrázala; camina hacia la claridad de su luz; no entregues a otros tu gloria, ni tu dignidad a un pueblo extranjero. Bienaventurados nosotros, Israel, porque lo que agrada al Señor nos ha sido revelado.Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Isaías 18,8.9.10.11. R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.

La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/. En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino.R/. La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandatos del Señor son verdaderos y enteramente justos.R/. Más deseables que el oro y las piedras preciosas, las normas del Señor, y más dulces que la miel de un panal que gotea.R/. Oremos. Dios nuestro, que haces crecer continuamente a tu Iglesia con hijos llamados de todos los pueblos, dígnate proteger siempre con tu gracia a quienes has hecho renacer con el agua del bautismo. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

SÉPTIMA LECTURA

Los rociaré con agua pura y les daré un corazón nuevo.

Del libro del profeta Ezequiel: 36, 16-28

En aquel tiempo, me fue dirigida la palabra del Señor en estos términos: Hijo de hombre, cuando los de la casa de Israel habitaban en su tierra, la mancharon con su conducta y con sus obras; como inmundicia fue su proceder ante mis ojos. Entonces descargué mi furor contra ellos, por la sangre que habían derramado en el país y por haberlo profanado con sus idolatrías. Los dispersé entre las naciones y anduvieron errantes por todas las tierras. Los juzgué según su conducta, según sus acciones los sentencié. Y en las naciones a las que se fueron, desacreditaron mi santo nombre, haciendo que de ellos se dijera: Éste es el pueblo del Señor, y ha tenido que salir de su tierra. Pero, por mi santo nombre, que la casa de Israel profanó entre las naciones a donde llegó, me he compadecido. Por eso, dile a la casa de Israel: Esto dice el Señor: no lo hago por ustedes, casa de Israel. Yo mismo mostraré la santidad de mi nombre excelso, que ustedes profanaron entre las naciones. Entonces ellas reconocerán que yo soy el Señor, cuando, por medio de ustedes les haga ver mi santidad. Los sacaré a ustedes de entre las naciones, los reuniré de todos los países y los llevaré a su tierra. Los rociaré con agua pura y quedarán purificados; los purificaré de todas sus inmundicias e idolatrías. Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de ustedes el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Les infundiré mi espíritu y los haré vivir según mis preceptos y guardar y cumplir mis mandamientos. Habitarán en la tierra que di a sus padres; ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios .Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

De los salmos 41,3. 5bcd; 42, 3. 4. R/. Estoy sediento del Dios que da la vida.

Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti, Dios mío. R/. Del Dios que da la vida está mi ser sediento. Cuándo será posible ver de nuevo su templo?.R/. Recuerdo cuando íbamos a casa del Señor, cantando, jubilosos, alabanzas a Dios.R/. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú habitas.R/. Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría, y a mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la cítara. R/.

O bien, cuando hay bautizos:

Isaías 12 R/. El Señor es mi Dios y salvador.

El Señor es mi Dios y salvador con él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación. Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación.R/. Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas, proclamen que su nombre es sublime.R/. Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra. Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido grande con ustedes.R/.

O bien:

Del salmo 50R/. Crea en mi Señor, un corazón puro.

Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu. R/. Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán a ti los pecadores.R/. Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento, ya un corazón contrito, tú nunca lo desprecias.R/. Oremos. Dios de inmutable poder y eterna luz, mira propicio el admirable misterio de la Iglesia entera y realiza serenamente, en virtud de tu eterno designio, la obra de la humana salvación; que todo el mundo vea y reconozca que los caídos se levantan, que se renueva lo que había envejecido y que, por obra de Jesucristo, todas las cosas concurren hacia la unidad que tuvieron en el origen. Él que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

O bien:

Oremos. Señor Dios, que con las enseñanzas de ambos Testamentos nos instruyes para celebrar el sacramento de la Pascua, haz que comprendamos la hondura de tu misericordia, para que los dones que hoy recibimos afiancen en nosotros la esperanza de los bienes futuros. Por Jesucristo, nuestro Señor.Amén.

Terminada la oración de la última lectura del Antiguo Testamento, con el responsorio y la oración correspondiente, se encienden las velas del altar y resto de las luces. El sacerdote entona solemnemente el Gloria, que todos prosiguen. Mientras tanto se tocan las campanas, de dentro y de fuera del templo, de acuerdo a las costumbres de cada lugar.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que haces resplandecer esta noche santa con la gloria del Señor resucitado aviva en tu Iglesia el espíritu filial, para que, renovados en cuerpo y alma, nos entreguemos plenamente a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo...

EPÍSTOLA

Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no morirá nunca.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 6, 3-11

Hermanos: No saben ustedes que todos los que hemos sido incorporados a Cristo Jesús por medio del bautismo, hemos sido incorporados a Él en su muerte? En efecto, por el bautismo fuimos sepultados con Él en su muerte, para que, así como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros llevemos una vida nueva. Porque, si hemos estado íntimamente unidos a Él por una muerte semejante a la suya, también lo estaremos en su resurrección. Sabemos que nuestro hombre viejo fue crucificado con Cristo, para que el cuerpo del pecado quedara destruido, a fin de que ya no sirvamos al pecado, pues el que ha muerto queda libre del pecado. Por lo tanto, si hemos muerto con Cristo, estamos seguros de que también viviremos con Él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no morirá nunca. La muerte ya no tiene dominio sobre Él, porque al morir, murió al pecado de una vez para siempre; y al resucitar, vive ahora para Dios. Lo mismo ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.

Terminada la epístola todos se ponen de pie y el sacerdote entona solemnemente el Aleluya, que todos repiten. Luego un salmista o un cantor dice el salmo, al que el pueblo responde: Aleluya Si hace falta, el mismo salmista canta el Aleluya.

Del salmo 117, 1-2. 16ab-17. 22-23. R/. Aleluya, aleluya.

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Diga la casa de Israel: Su misericordia es eterna. R/. La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro orgullo. No moriré, continuaré viviendo, para contar lo que el Señor ha hecho.R/. La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente.R/.

EVANGELIO

Jesús de Nazaret, que fue crucificado, resucitó.

Del santo Evangelio según san Marcos: 16, 1-7

Transcurrido el sábado, María Magdalena, Maria (la madre de Santiago) y Salomé, compraron perfumes para ir a embalsamar a Jesús. Muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, se dirigieron al sepulcro. Por el camino se decían unas a otras:Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?. Al llegar vieron que la piedra ya estaba quitada, a pesar de ser muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven, vestido con una túnica blanca, sentado en el lado derecho, y se llenaron de miedo. Pero él les dijo: No se espanten. Buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. No está aquí; ha resucitado. Miren el sitio donde lo habían puesto. Ahora vayan a decirles a sus discípulos y a Pedro: El irá delante de ustedes a Galilea. Allá lo verán, como él les dijo .Palabra del Señor.T. Gloria a ti, Señor Jesús.

REFLEXIÓN: La fiesta por excelencia de los cristianos es, como bien lo sabemos, la Pascua de Resurrección y la Vigilia Pascual su más bella expresión ... En sus numerosas lecturas bíblicas tenemos un valioso resumen de toda la historia de nuestra salvación. Cristo resucitado es el nuevo Adán que restituye al hombre -especialmente por el nuevo nacimiento realizado en la fuente bautismal-la dignidad perdida por el pecado (Rom 6, 3 ss). Con la luz y la fuerza de su Espíritu, El nos obtiene, o nos concede de nuevo, la dignidad de hijos muy amados del Padre. Despojémonos, pues, de la antigua levadura y decidámonos a llevar una vida de resucitados!

Tercera parte

Liturgia bautismal

Hermanos, acompañemos con nuestra oración a quienes anhelan renacer a nueva vida en la fuente del bautismo, para que Dios, nuestro Padre, les otorgue su protección y su amor.

Si se bendice la fuente, pero no va a haber bautismos:

Hermanos, pidamos a Dios todopoderoso que con su poder santifique esta fuente bautismal, para que cuantos en el bautismo van a ser regenerados en Cristo, sean agregados al número de hijos adoptivos de Dios.

Letanías de los santos

En las letanías se pueden añadir algunos nombres de santos, especialmente el del titular de la iglesia. el de los patronos del lugar y el de los que van a ser bautizados.

Coro AsambleaSeñor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros, Cristo, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros. San Miguel, ruega por nosotros. Santos Ángeles de Dios, rueguen por nosotros. San Juan Bautista, ruega por nosotros. San José, ruega por nosotros. Santos Pedro y Pablo, rueguen por nosotros. San Andrés, ruega por nosotros. San Juan, ruega por nosotros. Santa María Magdalena, ruega por nosotros. San Esteban, ruega por nosotros. San Ignacio de Antioquía, ruega por nosotros. San Lorenzo, ruega por nosotros. San Felipe de Jesús, ruega por nosotros. Santos Cristóbal Magallanes y compañeros mártires, rueguen por nosotros. Santas Perpetua y Felicitas, rueguen por nosotros. Santa Inés, ruega por nosotros. San Gregorio, ruega por nosotros. San Agustín, ruega por nosotros. San Atanasio, ruega por nosotros. San Basilio, ruega por nosotros. San Martín, ruega por nosotros. San Benito, ruega por nosotros. Santos Francisco y Domingo, rueguen por nosotros. San Francisco Javier, ruega por nosotros. San Juan María Vianney, ruega por nosotros. San Rafael Guízar y Valencia, ruega por nosotros. San José María de Yermo y Parres, ruega por nosotros. Santa Catalina de Siena, ruega por nosotros. Santa Teresa de Jesús, ruega por nosotros. Santa Teresa del Niño de Jesús, ruega por nosotros. Santa María de Jesús ruega por nosotros. Sacramentado Venegas, ruega por nosotros. Santa María Guadalupe Garcia Zavala, ruega por nosotros. San Juan Diego, ruega por nosotros. Todos los santos y santas de Dios, rueguen por nosotros. Muéstrate propicio, líbranos, Señor. De todo mal, líbranos, Señor. De todo pecado, líbranos, Señor. De la muerte eterna, líbranos, Señor. Por tu encarnación, líbranos, Señor. Por tu muerte y resurrección, líbranos, Señor. Por el don del Espíritu Santo, líbranos, Señor. Nosotros, que somos pecadores, te rogamos, óyenos.

Si hay bautizos:

Para que estos elegidos renazcan a la vida nueva por medio del bautismo, te rogamos, óyenos.

Si no hay bautizos:

Para que santifiques esta fuente bautismal por la que renacerán tus hijos, a la vida nueva, te rogamos, óyenos.

Jesús, Hijo de Dios vivo, te rogamos, óyenos. Cristo, óyenos. Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.

Si hay bautismos, el sacerdote, con las manos juntas, dice la siguiente oración:

Derrama, Señor, tu infinita bondad en este sacramento del bautismo y envía tu santo Espíritu para que haga renacer de la fuente bautismal a estos nuevos hijos tuyos que van a ser santificados por tu gracia, mediante la colaboración de nuestro ministerio. Por Jesucristo, nuestro Señor.R. Amén.

Bendición del agua bautismal

Dios nuestro, que con tu poder invisible realizas obras admirables por medio de los signos sacramentales y has hecho que tu creatura, el agua, signifique de muchas maneras la gracia del bautismo. Dios nuestro, cuyo Espíritu aleteaba sobre la superficie de las aguas en los mismos principios del mundo, para que ya desde entonces el agua recibiera el poder de dar la vida. Dios nuestro, que incluso en las aguas torrenciales del diluvio prefiguraste el nuevo nacimiento de los hombres, al hacer que de una manera misteriosa un mismo elemento diera fin al pecado y origen a la virtud. Dios nuestro, que hiciste pasar a pie, sin mojarse, el Mar Rojo a los hijos de Abrahán, a fin de que el pueblo liberado de la esclavitud del faraón prefigurara al pueblo de los bautizados. Dios nuestro, cuyo Hijo, al ser bautizado por el Precursor en el agua del Jordán, fue ungido por el Espíritu Santo; suspendido en la cruz, quiso que brotaran de su costado sangre y agua; y después de su resurrección mandó a sus apóstoles: Vayan y enseñen a todas las naciones bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Mira ahora a tu Iglesia en oración y abre para ella la fuente del bautismo. Que por la obra del Espíritu Santo esta agua adquiera la gracia de tu Unigénito, para que el hombre, creado a tu imagen, limpio de su antiguo pecado por el sacramento del bautismo, renazca a la vida nueva por el agua y el Espíritu Santo. Te pedimos, Señor, que por tu Hijo, descienda sobre el agua de esta fuente el poder del Espíritu Santo, para que todos, sepultados con Cristo en su muerte por el bautismo, resuciten también con El a la vida nueva. Él que vive y reina ...R. Amén.

Se puede decir la siguiente aclamación o alguna otra adecuada:

Fuentes del Señor, bendigan al Señor; alábenlo y glorifíquenlo por los siglos.

Bendición del agua

Si no hay bautismos, ni bendición de la fuente bautismal.

Pidamos, queridos hermanos, a Dios nuestro Señor, que se digne bendecir esta agua, con la cual seremos rociados en memoria de nuestro bautismo, y que nos renueve interiormente, para que permanezcamos fieles al Espíritu que hemos recibido. Señor, Dios nuestro, mira con bondad a este pueblo tuyo, que vela en oración en esta noche santísima, recordando la obra admirable de nuestra creación y la obra más admirable, todavía, de nuestra redención. Dígnate bendecir t esta agua, que tú creaste para dar fertilidad a la tierra, frescura y limpieza a nuestros cuerpos. Tú, además, convertiste el agua en un instrumento de tu misericordia: por ella, liberaste a tu pueblo de la esclavitud y en el desierto saciaste su sed; con la imagen del agua viva, los profetas anunciaron la nueva alianza que deseabas establecer con los hombres; por ella, finalmente, santificada por Cristo en el Jordán, renovarse, mediante el bautismo que nos da la vida nueva, nuestra naturaleza, corrompida por el pecado. Que esta agua nos recuerde ahora nuestro bautismo y nos haga participar en la alegría de nuestros hermanos, que han sido bautizados en esta Pascua. Por Jesucristo, nuestro Señor.R. Amén.

Renovación de las promesas del bautismo

Terminada la ceremonia del bautismo (y de la confirmación) o, si no hubo bautismos, después de la bendición del agua, todos, de pie y teniendo en sus manos las velas encendidas, hacen la renovación de las promesas del bautismo. Hermanos, por medio del bautismo hemos sido hechos partícipes del misterio pascual de Cristo, es decir, por medio del bautismo hemos sido sepultados con él en su muerte, para resucitar con él a una vida nueva. Por eso, culminado nuestro camino cuaresmal, es muy conveniente que renovemos las promesas de nuestro bautismo, con las cuales un día renunciamos a Satanás y a sus obras y nos comprometimos a servir a Dios en la santa Iglesia católica. Por consiguiente:

Sacerdote:Todos Renuncian ustedes a Satanás?Sí, renuncio. Renuncian a todas sus obras?Sí, renuncio. Renuncian a todas sus seducciones?Sí, renuncio.

o bien:

Sacerdote:

Renuncian ustedes al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?Sí, renuncio. Renuncian a todas las seducciones del mal para que el pecado no los esclavice?Sí, renuncio. Renuncian a Satanás, padre y autor de todo pecado?Sí, renuncio.

Sacerdote:

Creen ustedes en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?Sí, creo. Creen en Jesucristo, su Hijo único y Señor nuestro, que nació de la Virgen María. Padeció y murió por nosotros, resucitó y está sentado a la derecha del Padre?Sí, creo. Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?Sí, creo. Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos liberó del pecado y nos ha hecho renacer por el agua y el Espíritu Santo, nos conserve con su gracia unidos a Jesucristo nuestro Señor, hasta la vida eterna.Amén.

El sacerdote rocía al pueblo con el agua bendita, mientras todos cantan la siguiente antífona o algún otro canto bautismal:

Vi brotar agua del lado derecho del templo, aleluya. Vi que en todos aquellos que recibían el agua, surgía una vida nueva y cantaban con gozo: Aleluya, aleluya.

Cuarta parte

Liturgia Eucarística

Concluida la liturgia bautismal la celebración sigue como siempre.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, las súplicas de tu pueblo, junto con los dones que te presentamos para que los misterios de la Pascua que hemos comenzado a celebrar, nos obtengan, con tu ayuda, el remedio para conseguir la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN

Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido inmolado. Aleluya. Celebremos, pues, la Pascua, con el pan sin levadura, que es sinceridad y verdad. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad, para que, saciados con los sacramentos pascuales, vivamos siempre unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

BENDICIÓN SOLEMNE

Que Dios todopoderoso los bendiga en este día solemnísimo de la Pascua y, compadecido de ustedes, los guarde de todo pecado.R. Amén. Que les conceda el premio de la inmortalidad aquel que los ha redimido para la vida eterna con la resurrección de su Unigénito.R. Amén. Que ustedes, que una vez terminados los días de la Pasión celebran con gozo la fiesta de la Pascua del Señor, puedan participar, con su gracia, del júbilo de la Pascua eterna.R. Amén.

y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo †, y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.R. Amén.

DESPEDIDA

CAnuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.R. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.

El cirio pascual se enciende en todas las celebraciones litúrgicas más solemnes de este tiempo.

DOMINGO 31

Domingo de Resurrección, Solemnidad Misa del día

(Blanco) MR, p. 339 (345) / Lecc. I, p. 206 LH, Semana I del Salterio

Otros santos: Benjamín de Persia, diácono y mártir; Balbina de Roma, virgen y mártir. Beato Buenaventura Tornielli o de Forli, presbítero de la Orden de los Siervos de María.

CÓMO CREER EN LA RESURRECCIÓN Hechos 10, 34. 37-43; Sal l17; 1 Cor 5, 6-8; secuencia; Jn 20 1-9

Por qué no entró el discípulo que Jesús amó en el sepulcro de su maestro cuando llegó? Por qué esperó para que Pedro llegase antes de entrar él mismo? De acuerdo con algunos exégetas, quería demostrar la prioridad de Pedro entre los apóstoles. Según otros, el evangelista Juan quiso hacer la profesión de fe (v. 8) del otro discípulo, quien era tradicionalmente el fundador de su comunidad cristiana, el punto culminante del relato. Sea cual sea el motivo original, este episodio nos muestra una verdad de primera importancia: la fe en la resurrección de Jesús no es simplemente un acto individual basado sólo en nuestras fuerzas personales, sino que necesita el apoyo, el ejemplo y la sabiduría de una comunidad. Nadie podría creer en algo tan sorprendente, asombroso, excepcional y fundamental, como la resurrección del Señor, sin los demás.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 138,18.5-6

He resucitado y viviré siempre contigo; has puesto tu mano sobre mí. Tu sabiduría ha sido maravillosa, aleluya, aleluya.

O bien: Lc 24, 34; Cfr. Apoc 1, 6

El Señor ha resucitado verdaderamente, aleluya. A él la gloria y el poder por toda la eternidad, aleluya, aleluya.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que por medio de tu Unigénito, vencedor de la muerte, nos has abierto hoy las puertas de la vida eterna, concede a quienes celebramos la solemnidad de la resurrección del Señor, resucitar también en la luz de la vida eterna, por la acción renovadora de tu Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Hemos comido y bebido con Cristo resucitado.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 10, 34. 37-43

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: Ya saben ustedes lo sucedido en toda Judea, que tuvo principio en Galilea, después del bautismo predicado por Juan: cómo Dios ungió con el poder del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret y cómo éste pasó haciendo el bien, sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él. Nosotros somos testigos de cuanto Él hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de la cruz, pero Dios lo resucitó al tercer día y concedió verlo, no a todo el pueblo, sino únicamente a los testigos que Él, de antemano, había escogido: a nosotros, que hemos comido y bebido con Él después de que resucitó de entre los muertos. Él nos mandó predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que cuantos creen en Él reciben, por su medio, el perdón de los pecados.Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 117, 1-2. 16ab-17. 22-23. R/. Éste es el día del triunfo del Señor. Aleluya.

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Diga la casa de Israel: Su misericordia es eterna.R/. La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro orgullo. No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el Señor ha hecho.R/. La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente.R/.

SEGUNDA LECTURA

Tiren la antigua levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5, 6-8

Hermanos: No saben ustedes que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Tiren la antigua levadura, para que sean ustedes una masa nueva, ya que son pan sin levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado. Celebremos, pues, la fiesta de la Pascua, no con la antigua levadura, que es de vicio y maldad, sino con el pan sin levadura, que es de sinceridad y verdad. Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.

SECUENCIA: Sólo el día de hoy es obligatoria; durante la octava es opcional.

Ofrezcan los cristianos   los ángeles testigos, ofrendas de alabanza   sudarios y mortaja. a gloria de la víctima   Resucitó de veras propicia de la Pascua.   mi amor y mi esperanza!       Cordero sin pecado,   Venid a Galilea, que a las ovejas salva,   allí el Señor aguarda; a Dios y a los culpables   allí veréis los suyos unió con nueva alianza.   la gloria de la Pascua.       Lucharon vida y muerte   Primicia de los muertos, en singular batalla,   sabemos por tu gracia y, muerto el que es la vida,   que estás resucitado; triunfante se levanta.   la muerte en ti no manda.       Qué has visto de camino,   Rey vencedor, apiádate María, en la mañana?.   de la miseria humana A mi Señor glorioso,   y da a tus fieles parte la tumba abandonada,   en tu victoria santa

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 1 Cor 5, 7-8R/. Aleluya, aleluya.

Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado; celebremos, pues, la Pascua.R/.

EVANGELIO

Él debía resucitar de entre los muertos.

Del santo Evangelio según san Juan: 20, 1-9

El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto. Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró. En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos.Palabra del Señor.T. Gloria a ti, Señor Jesús.

O bien:

Jesús de Nazaret, que fue crucificado, resucitó.

Del santo Evangelio según san Marcos: 16, 1-7

Transcurrido el sábado, María Magdalena, María (la madre de Santiago) y Salomé, compraron perfumes para ir a embalsamar a Jesús. Muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, se dirigieron al sepulcro. Por el camino se decían unas a otras: Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?. Al llegar, vieron que la piedra ya estaba quitada, a pesar de ser muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven, vestido con una túnica blanca, sentado en el lado derecho, y se llenaron de miedo. Pero él les dijo: No se espanten. Buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. No está aquí; ha resucitado. Miren el sitio donde lo habían puesto. Ahora vayan a decides a sus discípulos y a Pedro: El irá delante de ustedes a Galilea. Allá lo verán, como él les dijo .Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.

O bien, en la misas vespertinas del domingo:

Quedate con nosotros porque ya es tarde.

Del santo Evangelio según san Lucas: 24,13-35

El mismo día de la resurrección. iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos estaban velados y no lo reconocieron. Él les preguntó: De qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?. Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: Eres tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días en Jerusalén?. Él les preguntó: Qué cosa?. Ellos le respondieron: Lo de Jesús el nazareno, que era un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo. Cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él sería el libertador de Israel, y sin embargo, han pasado ya tres días desde que estas cosas sucedieron. Es cierto que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro, no encontraron el cuerpo y llegaron contando que se les habían aparecido unos ángeles, que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron al sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron. Entonces Jesús les dijo: Qué insensatos son ustedes y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas! Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así entrara en su gloria?. Y comenzando por Moisés y siguiendo con todos los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura que se referían a él. Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, él hizo como que iba más lejos; pero ellos le insistieron, diciendo: Quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer. Y entró para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa, tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él se les desapareció. Y ellos se decían el uno al otro: Con razón nuestro corazón ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras!. Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: De veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón. Entonces ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Llenos de gozo por la santa resurrección del Señor, purificados nuestros sentimientos y renovado nuestro espíritu, supliquemos con insistencia al Señor diciendo: Rey vencedor, escúchanos.R/. Rey vencedor, escúchanos. A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha sido constituido Cabeza de la Iglesia, pidámosle que, por su amor, conceda abundante felicidad, gozo y exultación a todos los fieles que celebran su triunfo. A Cristo, con su santa resurrección ha otorgado el perdón y la paz a los pecadores, supliquémosle que quienes han regresado al camino de la vida conserven íntegramente los dones que la misericordia del Padre les ha restituido. A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha inaugurado la resurrección universal, pidámosle que alegre el corazón de los hombres que aún desconocen su victoria y, con el anuncio evangélico, llene de gozo a todos los pueblos y naciones. A Cristo, que, con su santa resurrección. ha colmado de alegría a los pueblos, los ha enriquecido con sus dones y ha hecho vibrar de gozo nuestros corazones, pidámosle que renueve la esperanza de los que sufren y lloran. A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha alegrado al mundo entero, pidámosle que renueve nuestro espíritu y nos conceda la esperanza firme de compartir su triunfo y de resucitar con él a una vida nueva. Señor Jesucristo, que en el cielo eres glorificado por los ángeles y los santos y en la tierra eres enaltecido y adorado por tu Iglesia, en esta fiesta gloriosa de tu resurrección te pedimos que escuches nuestras plegarias y extiendas tu diestra misericordiosa sobre este pueblo que tiene puesta toda su esperanza en tu resurrección. Tú, que vives y reinas, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Llenos de júbilo por el gozo pascual te ofrecemos, Señor, este sacrificio, mediante el cual admirablemente nace y se nutre tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Cor 5,7-8

Cristo nuestro Cordero Pascual ha sido inmolado. Aleluya. Celebremos, pues, la Pascua, con el pan sin levadura, que es sinceridad y verdad. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios de bondad, protege paternalmente con amor incansable a tu Iglesia, para que renovada por los misterios pascuales, pueda llegar a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Para dar la bendición al final de la Misa, es conveniente que el sacerdote utilice la fórmula de bendición solemne de la Misa de la Vigilia Pascual, MR, p. 341 (343). G Despedida

Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Pueden ir en paz. Aleluya, aleluya.R. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Un diamante tiene muchas facetas, cada una de las cuales produce colores y rayos imponentes. Es igual con la resurrección de Jesús, que tiene muchas facetas pasmosas. Desde una perspectiva, nos provee la seguridad de que esta vida difícil no es la única, sino que hay una vida eterna que nos espera. Desde otra perspectiva, proclama la renovación de nuestros cuerpos y de todo el cosmos. Es la reivindicación de Jesús y de todos los inocentes que sufrieron la injusticia a manos de los poderosos. Mirada desde otro punto de vista, es la revelación más profunda y vivificante del amor eterno que Dios tiene para con nosotros. No importa cuál de estas perspectivas tomemos, la resurrección siempre nos presentará una belleza y un valor infinitamente más grandes que el diamante más precioso del mundo.

Fuente: misalcatolico.com


Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2024 / Misal Catolico de marzo 2024

Misal de Hoy Publicado: 2024-02-27T07:26:26Z | Modificado: 2024-02-27T07:26:26Z