Santa Misa del día: Viernes 26 de Junio de 2020
Verde / Rojo Feria, Misa Votiva de la Preciosísima Sangre de nuestro Señor Jesucristo, o San José María Robles Hurtado, mártir mexicano * MR, p. 1176 (1166) / Lecc. II, p. 494
Otros santos: Antelmo de Belley, monje cartujo y obispo; Beato Andrés Jacinto Longhin, presbítero capuchino y obispo.
UN LEPROSO CURADO
2 Re 25, 1-12; Mt 8, 1-4
Entre la primera lectura y el relato evangélico no existen nexos temáticos explícitos. Son dos lecturas que forman un claroscuro. Un tono sombrío y trágico cierra el llamado Segundo libro de los Reyes con la escena del rey Sedecías que luego del ajusticiamiento de sus hijos, es privado de la vista y encadenado, marchando forzadamente hacia Babilonia. La destrucción y el incendio del templo resultan un golpe demasiado duro para la fe israelita. Algo muy diferente y alentador apreciamos en la breve escena de la curación del leproso. Un enfermo y marginado confiesa su certeza en el poder curativo de Jesús. Su voluntad hará la diferencia. Si Jesús quiere limpiarlo, de inmediato desaparecerán sus males y su desgracia social. Un hombre considerado como maldito y, por tanto, un excluido, comenzaría a formar parte activa de la asamblea de Israel.
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 5, 9-10
Con tu sangre compraste para Dios hombres de todas las razas y lenguas, de todos los pueblos y naciones, para constituir un reino para Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que redimiste a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Unigénito, conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando sin cesar el misterio de nuestra salvación, merezcamos alcanzar sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El pueblo de Judá es deportado de su tierra.
Del segundo libro de los Reyes: 25, 1-12
El día diez del mes décimo del año noveno del reinado de Sedecías, Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén con todo su ejército, la sitió y construyó torres de asalto alrededor de ella. La ciudad estuvo sitiada hasta el año undécimo del reinado de Sedecías.
El día nueve del cuarto mes, cuando el hambre había arreciado en la ciudad y la población no tenía ya nada que comer, abrieron una brecha en la muralla de la ciudad. El rey Sedecías y sus hombres huyeron de noche por el camino de la puerta que está entre los dos muros del
jardín del rey, y ocultándose de los caldeas, que tenían cercada la ciudad, escaparon en dirección al desierto.
El ejército caldeo persiguió al rey y le dio alcance en los llanos de Jericó, donde su ejército se dispersó y lo abandonó. Los caldeos capturaron al rey y lo llevaron a Riblá, donde estaba Nabucodonosor, rey de Babilonia, quien lo sometió a juicio. Nabucodonosor hizo degollar a los hijos de Sedecías en su presencia, mandó que le sacaran los ojos y lo condujo encadenado a Babilonia.
El día séptimo del quinto mes del año décimo noveno del reinado de Nabucodonosor en Babilonia, Nebuzaradán, jefe del ejército caldeo y súbdito del rey de Babilonia, entró en Jerusalén, quemó el templo del Señor, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Los soldados caldeos, que estaban con el jefe del ejército, destruyeron las murallas que rodeaban la ciudad. Nebuzaradán deportó al resto de la población y también a los que se habían rendido al rey de Babilonia, y sólo dejó a algunos campesinos pobres para trabajar las viñas y los campos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 136,1-2.3.4-5.6.
R/. Tu recuerdo, Señor, es mi alegría.
Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos a llorar de nostalgia; de los sauces que estaban en la orilla colgamos nuestras arpas. R/.
Aquellos que cautivos nos tenían pidieron que cantáramos. Decían los opresores: "Algún cantar de Sión, alegres, cántennos". R/.
Pero, ¿cómo podíamos cantar un himno al Señor en tierra extraña? ¡Que la mano derecha se me seque, si de ti, Jerusalén, yo me olvidara! R/.
¡Que se me pegue al paladar la lengua, Jerusalén, si no te recordara, o si fuera de ti, alguna otra alegría yo buscara! R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 8, 17
R/. Aleluya, aleluya.
Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores. R/.
EVANGELIO
Señor, si quieres, puedes curarme.
Del santo Evangelio según san Mateo: 8,1-4
En aquel tiempo, cuando Jesús bajó de la montaña, lo iba siguiendo una gran multitud. De pronto se le acercó un leproso, se postró ante él y le dijo: "Señor, si quieres, puedes curarme". Jesús extendió la mano y lo tocó, diciéndole: "Sí quiero, queda curado".
Inmediatamente quedó limpio de la lepra. Jesús le dijo: "No le vayas a contar esto a nadie. Pero ve ahora a presentarte al sacerdote y lleva la ofrenda prescrita por Moisés para probar tu curación".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al traer ante tu soberana presencia, Señor, nuestros dones, haz que, por medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús, el mediador de la nueva Alianza, y nos renovemos por la aspersión salvadora de su Sangre. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN cfr. 1 Co 10, 16
El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos, nos une en el Cuerpo del Señor.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Habiendo sido reconfortados con el alimento y la bebida de salvación, te pedimos, Señor, que seamos bañados siempre con la Sangre de nuestro Salvador, y que ésta se convierta para nosotros en fuente de agua que brote basta la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Éste es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el Reino de los cielos.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, que concediste a san José María Robles Hurtado luchar por la justicia hasta la muerte, haz que, por su intercesión, soportemos por tu amor todas las adversidades y corramos esforzadamente hacia ti, pues sólo tú eres la vida. Por nuestro Señor Jesucristo ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te presentamos, Señor, estas ofrendas al conmemorar a tu santo mártir José María Robles Hurtado, a quien ninguna tentación pudo separar de la unidad del cuerpo de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 1. 5
Yo soy la vid verdadera y ustedes, los sarmientos, dice el Señor; el que permanece en mí y yo en él, ése dará fruto abundante.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
Renovados por estos sagrados misterios, te rogamos, Señor, que, imitando la admirable constancia de san José María Robles Hurtado, merezcamos, por nuestra perseverancia, conseguir el premio eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Fuente: misalcatolico.com
Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2020 / Misal Catolico de junio 2020
Misal de Hoy Publicado: 2021-09-15T18:20:51Z | Modificado: 2021-09-15T18:20:51Z