Santa Misa del día: Viernes 20 de Junio de 2025
Feria o Misa en tiempo de guerra o de desorden
MR p. 1089 [1135] / Lecc. II p. 464
PERDER EL CORAZÓN
2 Cor 11, 18. 21-30; Mt 6, 19-23
De pérdidas y ganancias, de logros y fracasos nos hablan estas dos lecturas. Si nos atenemos al testimonio que san Pablo nos comparte en la Carta a los corintios, podríamos comprender que un hombre que enfrentó palizas, azotes, cárceles, desvelos y traiciones, resultaría un fracasado y un perdedor. Sin embargo, aunque San Pablo renunció al estatus social, al enriquecimiento y los honores, comprendió que todo eso podía ser prescindible. Sus renuncias no lo empequeñecieron, sino que lo convertían en un hombre más libre, en un verdadero discípulo de Jesucristo. San Pablo, al igual que su Señor Jesús logró comprender que no era posible estar al servicio de dos amos. Relativizó la importancia del bienestar material y se consagró por entero al servicio del Evangelio. Vivió como siervo de Jesucristo y como servidor de sus hermanos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Jer 29, 11. 12. 1
Dice el Señor: Mis pensamientos son de paz y no de aflicción; ustedes me invocarán y yo los escucharé, y los haré regresar desde donde se encuentren cautivos.
ORACIÓN COLECTA
Dios fuerte y misericordioso, que quebrantas las guerras y humillas a los soberbios, dígnate apartar pronto de nosotros las crueldades y los sufrimientos, para que todos merezcamos ser llamados en verdad hijos tuyos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Además de éstas y otras cosas, pesa sobre mi diariamente la preocupación por todas las comunidades cristianas.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 11, 18.21-30
Hermanos: Ya que otros presumen de cosas humanas, yo también voy a presumir de ellas. Porque de cualquier cosa que alguien presume, aunque sea una insensatez lo que digo, también yo puedo presumir.
¿Ellos presumen de que son hebreos? Yo también lo soy. ¿De que son israelitas? Yo también lo soy. ¿De que son descendientes de Abraham? Yo también lo soy.
¿De que sirven a Cristo? Es una locura decirlo, pero yo lo sirvo más: yo les gano en fatigas y cárceles; y les gano por mucho en azotes yen peligros de muerte.
Cinco veces me han dado los judíos los treinta y nueve azotes. Otras tres veces me han azotado con varas y una vez me han apedreado. He naufragado tres veces y me he pasado un día y una noche perdido en el mar. He viajado sin descanso y me he visto en peligros en los ríos y entre ladrones; peligros por parte de los de mi raza y por parte de los paganos; peligros en las ciudades y en despoblado, en el mar y entre falsos hermanos. He andado muerto de cansancio; he pasado muchas noches sin dormir, con hambre y sed; muchos días sin comer, con frío y sin ropa.
Además de éstas y otras cosas, pesa sobre mí diariamente la preocupación por todas las comunidades cristianas. ¿Quién se enferma en ellas sin que yo no me enferme? ¿Quién cae en pecado sin que yo no me consuma de dolor? Si se trata de presumir, presumiré de mis debilidades. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7
R/. El Señor libra al justo de todas sus angustias.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poden Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores. R.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 3
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. R/.
EVANGELIO
Donde está tu tesoro, ahí también esta tu corazón.
Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 19-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho los destruyen, donde los ladrones perforan las paredes y se los roban. Más bien acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho los destruyen, ni hay ladrones que perforen las paredes y se los roben; porque donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón.
Tus ojos son la luz de tu cuerpo; de manera que, si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz. Pero si tus ojos están enfermos, todo tu cuerpo tendrá oscuridad. Y si lo que en ti debería ser luz, no es más que oscuridad, ¡qué negra no será tu propia oscuridad!". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acuérdate, Señor, que tu Hijo, que es él mismo la paz, destruyó con su sangre nuestros odios, para que, mirando compasivo los males que padecemos, nos concedas que este sacrificio restituya la paz y la tranquilidad a los hijos que tanto amas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 14, 27
La paz les dejo, mi paz les doy, dice el Señor; no se la doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados dulcemente con un mismo pan, que conforta el corazón del hombre, concédenos, Señor, superar felizmente los horrores de la guerra y guardar firmemente tus mandatos de amor y de justicia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Fuente: misalcatolico.com
Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2025 / Misal Catolico de junio 2025
Misal de Hoy Publicado: 2025-05-30T07:49:01Z | Modificado: 2025-05-30T07:49:01Z