Misal Católico

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Santa Misa del día: Miercoles 2 de Diciembre de 2020

Morado De Feria, miércoles de la semana I de Adviento MR, p. 131 (148) / Lecc. I, p. 363/ LH, 1a. Semana.

Otros santos: Bibiana de Roma, virgen y mártir. Beatos: María Ángela Astorch, religiosa y abadesa de la Orden de Santa Clara; Juan (Iván) Slezyuk, presbítero, obispo y mártir.

EL BANQUETE UNIVERSAL
Is 25, 6-10; Mt 15, 29-37

El texto escatológico del profeta Isaías que nos comparte la liturgia da en el clavo a uno de los más profundos e intensos anhelos de la humanidad: el final del sufrimiento. El profeta describe un mundo lavado de toda maldad. Es cierto que los que han prometido construir paraísos en esta tierra, han terminado levantando horrendos infiernos. Isaías está hablando del final de la historia. Estamos ante un texto escatológico, que habla de las cosas últimas. Ahora bien, a sabiendas que no habrá relaciones humanas perfectas en este mundo, eso no puede ser justificación para desentendernos de nuestra responsabilidad ética ante el aumento de la violencia y la brutalidad. De otro modo, estaríamos replicando la indiferencia de los discípulos de Jesús, que se desentendían de las necesidades de la gente y se sentían incapaces de mover un dedo para remediar, aunque fuera mínimamente, la situación de los hambrientos de Galilea.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Hab 2, 3; 1 Cor 4, 5

Ven, Señor, y no tardes; ilumina lo que esconden las tinieblas y manifiéstate a todas las naciones.

ORACIÓN COLECTA

Te rogamos, Señor Dios nuestro, que con tu divino poder dispongas nuestros corazones, a fin de que, al venir tu Hijo Jesucristo, nos encuentre preparados a tomar parte en el banquete de la vida eterna y merezcamos recibir de él mismo el alimento celestial. El que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El Señor preparará un banquete y enjugará las lágrimas de todos los rostros.

Del libro del profeta Isaías: 25, 6-10

En aquel día, el Señor del universo preparará sobre este monte un festín con platillos suculentos para todos los pueblos; un banquete con vinos exquisitos y manjares sustanciosos. Él arrancará en este monte el velo que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor.
En aquel día se dirá: "Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara. Alegrémonos y gocemos con la salvación que nos trae, porque la mano del Señor reposará en este monte". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6.
R/. Habitaré en la casa del Señor toda la vida.

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.

Ya viene el Señor para salvar a su pueblo. Dichosos los que estén preparados para salir a su encuentro. R/.

EVANGELIO

Jesús sana a muchos enfermos y multiplica los panes.

Del santo Evangelio según san Mateo: 15, 29-37

En aquel tiempo, llegó Jesús a la orilla del mar de Galilea, subió al monte y se sentó. Acudió a él mucha gente, que llevaba consigo tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros enfermos. Los tendieron a sus pies y él los curó. La gente se llenó de admiración, al ver que los lisiados estaban curados, que los ciegos veían, que los mudos hablaban y los tullidos caminaban; por lo que glorificaron al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque pueden desmayarse en el camino". Los discípulos le preguntaron: "¿Dónde vamos a conseguir, en este lugar despoblado, panes suficientes para saciar a tal muchedumbre?". Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tienen?". Ellos contestaron: "Siete, y unos cuantos pescados". Después de ordenar a la gente que se sentara en el suelo, Jesús tomó los siete panes y los pescados, y habiendo dado gracias a Dios, los partió y los fue entregando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y llenaron siete canastos con los pedazos que habían sobrado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que este sacrificio, Señor, que te ofrecemos con devoción, nunca deje de realizarse, para que cumpla el designio que encierra tan santo misterio y obre eficazmente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I o III de Adviento, MR, pp. 489-491 (485-487).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Is 40,10; 35, 5

El Señor vendrá con gran poder e iluminará los ojos de sus siervos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Imploramos, Señor, tu misericordia, para que estos divinos auxilios nos preparen, purificados de nuestros pecados, para celebrar las fiestas venideras.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Fuente: misalcatolico.com


Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2020 / Misal Catolico de diciembre 2020

Misal de Hoy Publicado: 2021-09-15T18:20:55Z | Modificado: 2021-09-15T18:20:55Z