Santa Misa del día: Domingo 19 de Mayo de 2024
DOMINGO 19
SolemnidadDomingo de PentecostésMR p. 403 (400) / Lecc. I p. 964 LH, de la solemnidad Misa de la Vigilia (Primera forma)
Otros santos: Celestino V, CXCII Papa; María Bernarda Bütler, virgen fundadora. Beato Rafael Luis Rafiringa, religioso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
La Misa de la Vigilia de Pentecostés se dice en la tarde del sábado, ya sea antes o después de las primeras Vísperas de la solemnidad.
EL ESPÍRITU SANTO, PERSONA DIVINA Ez 37,1-14; Sal 103; Rom 8,22-27; Jn 7, 37-39
En las Escrituras, tanto en el Antiguo Testamento cuanto en el Nuevo Testamento, el Espíritu frecuentemente se retrata como una fuerza. En nuestra primera lectura, Ezequiel describe al Espíritu -en hebreo, la ruah- como una fuerza que vivifica los huesos secos. En la segunda lectura, Pablo presenta a este Espíritu -en griego, el pneuma- como una fuerza psicológica que obra dentro del individuo y como una fuerza cósmica que obra en el universo. En el Evangelio, Juan hace que Jesús hable del Espíritu como una fuerza mística que satisface el hambre y la sed más profundos de la humanidad. Gracias a tal tendencia, ha sido difícil para algunos a través de la historia de la Iglesia reconocer al Espíritu no como una mera fuerza sino como una Persona divina, la tercera de la Santa Trinidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA Rom 5, 5; cfr. 8, 11
El amor de Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, que quisiste que la celebración del sacramento de la Pascua perdurara a lo largo de estos cincuenta días, haz que todos los pueblos de la tierra, en otro tiempo dispersos, superada la multiplicidad de lenguas, se congreguen y, movidos por el don venido del cielo, confiesen unánimes la gloria de tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo ...
O bien:
Concede, Dios todopoderoso, que resplandezca sobre nosotros el fulgor de tu gloria, y tú, luz de luz, mediante la iluminación del Espíritu Santo, reafirma los corazones de quienes, por tu gracia, renacieron a una vida nueva. Por nuestro Señor Jesucristo ...
El Leccionario ofrece cuatro opciones para la primera lectura, aquí proponemos las siguientes:
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor infundirá su espíritu a los huesos secos y revivirán.
Del libro del profeta Ezequiel: 37,1-14
En aquellos días, la mano del Señor se posó sobre mí, y su espíritu me trasladó y me colocó en medio de un campo lleno de huesos. Me hizo dar vuelta en torno a ellos. Había una cantidad innumerable de huesos sobre la superficie del campo y estaban completamente secos. Entonces el Señor me preguntó: Hijo de hombre, podrán acaso revivir estos huesos? Yo respondí: Señor, tú lo sabes. Él me dijo: Habla en mi nombre a estos huesos y diles: Huesos secos, escuchen la palabra del Señor. Esto dice el Señor Dios a estos huesos: He aquí que yo les infundiré el espíritu y revivirán. Les pondré nervios, haré que les brote carne, la cubriré de piel, les infundiré el espíritu y revivirán. Entonces reconocerán ustedes que yo soy el Señor . Yo pronuncié en nombre del Señor las palabras que él me había ordenado, y mientras hablaba, se oyó un gran estrépito, se produjo un terremoto y los huesos se juntaron unos con otros. Y vi cómo les iban saliendo nervios y carne y cómo se cubrían de piel; pero no tenían espíritu. Entonces me dijo el Señor: Hijo de hombre, habla en mi nombre al espíritu y dile: Esto dice el Señor: Ven, espíritu, desde los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos, para que vuelvan a la vida . Yo hablé en nombre del Señor, como él me había ordenado. Vino sobre ellos el espíritu, revivieron y se pusieron de pie. Era una multitud innumerable. El Señor me dijo: Hijo de hombre: Estos huesos son toda la casa de Israel, que ha dicho: Nuestros huesos están secos; pereció nuestra esperanza y estamos destrozados. Por eso habla en mi nombre y diles: Esto dice el Señor: Pueblo mío, yo mismo abriré sus sepulcros, los haré salir de ellos y los conduciré de nuevo a la tierra de Israel. Cuando abra sus sepulcros y los saque de ellos, pueblo mío, dirán que yo soy el Señor. Entonces les infundiré mi espíritu, los estableceré en su tierra y sabrán que yo, el Señor, lo dije y lo cumplí .Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 103, 1-2a.24. 35c. 27-28. 29bc-30.R/. Envía, Señor, tu Espíritu, a renovar la tierra. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto.R/. Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al Señor, alma mía. R/. Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes.R/. Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra.R/.
SEGUNDA LECTURA
El Espíritu intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 22-27
Hermanos: Sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo. Porque ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía objeto de esperanza. Esperar lo que ya se posee no es tener esperanza, porque, cómo se puede esperar lo que ya se posee? En cambio, si esperamos algo que todavía no poseemos, tenemos que esperarlo con paciencia. El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOR/. Aleluya, aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.R/.
EVANGELIO
Brotarán ríos de agua que da la vida.
Del santo Evangelio según san Juan: 7. 37-39
El último día de la fiesta, que era el más solemne, exclamó Jesús en voz alta: El que tenga sed, que venga a mí; y beba, aquel que cree en mí. Como dice la Escritura: Del corazón del que cree en mí brotarán ríos de agua viva. Al decir esto, se refería al Espíritu Santo que habían de recibir los que creyeran en él, pues aún no había venido el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado.Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
O bien, en la forma extendida de la vigilia:
PRIMERA LECTURA***
Se llamó Babel, porque ahí confundió el Señor las lenguas de todos los hombres.
Del libro del Génesis: 11, 1-9
En aquel tiempo, toda la tierra tenía una sola lengua y unas mismas palabras. Al emigrar los hombres desde el oriente, encontraron una llanura en la región de Sina-ar y allí se establecieron. Entonces se dijeron unos a otros: Vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos. Utilizaron, pues, ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla. Luego dijeron: Construyamos una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo, para hacernos famosos antes de dispersarnos por la tierra. El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo y se dijo: Son un solo pueblo y hablan una sola lengua. Si ya empezaron esta obra, en adelante ningún proyecto les parecerá imposible. Vayamos, pues, y confundamos su lengua, para que no se entiendan unos con otros. Entonces el Señor los dispersó por toda la tierra y dejaron de construir su ciudad; por eso, la ciudad se llamó Babel, porque ahí confundió el Señor la lengua de todos los hombres y desde ahí los dispersó por la superficie de la tierra.Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.
O bien:
El Señor bajó al monte Sinaí a la vista del pueblo.
Del libro del Éxodo: 19, 3-8.16-20
En aquellos días, Moisés subió al monte Sinaí para hablar con Dios. El Señor lo llamó desde el monte y le dijo: Esto dirás a la casa de Jacob, esto anunciarás a los hijos de Israel: Ustedes han visto cómo castigué a los egipcios y de qué manera los he levantado a ustedes sobre alas de águila y los he traído a mí. Ahora bien, si escuchan mi voz y guardan mi alianza, serán mi especial tesoro entre todos los pueblos, aunque toda la tierra es mía. Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación consagrada. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel. Moisés convocó entonces a los ancianos del pueblo y les expuso todo lo que el Señor le había mandado. Todo el pueblo, a una, respondió: Haremos cuanto ha dicho el Señor. Al rayar el alba del tercer día, hubo truenos y relámpagos; una densa nube cubrió el monte y se escuchó un fragoroso resonar de trompetas. Esto hizo temblar al pueblo, que estaba en el campamento. Moisés hizo salir al pueblo para ir al encuentro de Dios; pero la gente se detuvo al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre él en medio del fuego. Salía humo como de un horno y todo el monte retemblaba con violencia. El sonido de las trompetas se hacía cada vez más fuerte. Moisés hablaba y Dios le respondía con truenos. El Señor bajó a la cumbre del monte y le dijo a Moisés que subiera.Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.
O bien:
Derramaré mi espíritu sobre mis siervos y siervas.
Del libro del profeta Joel: 3, 1-5
Esto dice el Señor Dios: Derramaré mi espíritu sobre todos; profetizarán sus hijos y sus hijas, sus ancianos soñarán sueños y sus jóvenes verán visiones. También sobre mis siervos y mis siervas derramaré mi espíritu en aquellos días. Haré prodigios en el cielo y en la tierra: sangre, fuego, columnas de humo. El sol se oscurecerá, la luna se pondrá color de sangre, antes de que llegue el día grande y terrible del Señor. Cuando invoquen el nombre del Señor se salvarán, porque en el monte Sión y en Jerusalén quedará un grupo, como lo ha prometido el Señor a los sobrevivientes que ha elegido.Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 103, 1-2a. 24.35c. 27-28. 29bc-30.R/. Envía, Señor, tu Espíritu, a renovar la tierra. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto.R/. Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al Señor, alma mía.R/. Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes.R/. Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra.R/.
SEGUNDA LECTURA
El Espíritu intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 22-27
Hermanos: Sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo. Porque ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía objeto de esperanza. Esperar lo que ya se posee no es tener esperanza, porque, cómo se puede esperar lo que ya se posee? En cambio, si esperamos algo que todavía no poseemos, tenemos que esperarlo con paciencia. El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOR/. Aleluya, aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.R/.
EVANGELIO
Brotarán ríos de agua que da la vida.
Del santo Evangelio según san Juan: 7, 37-39
El último día de la fiesta, que era el más solemne, exclamó Jesús en voz alta: El que tenga sed, que venga a mí; y beba, aquel que cree en mí. Como dice la Escritura: Del corazón del que cree en mí brotarán ríos de agua viva. Al decir esto, se refería al Espíritu Santo que habían de recibir los que creyeran en él, pues aún no había venido el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado.Palabra del Señor.T. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Derrama, Señor, sobre estos dones la bendición de tu Espíritu Santo, para que, por medio de ellos, reciba tu Iglesia tan gran efusión de amor, que la impulse a hacer resplandecer en todo el mundo la verdad del misterio de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio de Pentecostés, como en la Misa del día, M R. p. 410 (407).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 7, 37
El último día de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: El que tenga sed, que venga a mí y beba. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nos aprovechen, Señor, los dones que hemos recibido, para que estemos siempre llenos del fervor del Espíritu Santo que derramaste de manera tan inefable en tus Apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, MR, pp. 609-610 (604-605). Para despedir al pueblo, el diácono o, en su ausencia, el mismo sacerdote canta o dice: Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Vayan en paz, aleluya, aleluya.
O bien:
Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.R/. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO .-Uno de los rasgos básicos de la fe cristiana, junto con la judía y la musulmana, es la afirmación de que Dios es personal. Aunque no es siempre claro lo que quiere decir persona, y los pensadores han gastado mucho tiempo intentando formular una definición de ella, estas religiones afirman que Dios no es una fuerza física, como la gravedad o la electricidad, ni siquiera una cosa, como una flama o un viento, sino una persona con una autoconciencia, inteligencia, y voluntad. Porque él es personal, podemos hablar con él (no se habla con una cosa) y podemos tener una relación íntima con él (no se tiene relaciones íntimas con fuerzas físicas). Sin embargo, todavía se exhibe el peligro, entre algunos, de hablar de Dios, especialmente el Espíritu, como un poder superior o algo parecido. Cuidado con nuestro Dios!
Misa del día
MR, 410 (407) / Lecc. I, p. 117
EL ESPÍRITU RELACIONAL Hech 2, 1-11; Sal 103; 1 Cor 12,3-7.12-13; secuencia; Jn 20,19-23
El Nuevo Testamento raramente describe al Espíritu Santo de manera aislada. No lo presenta como un dios solitario que obra por sí mismo. En cambio, lo retrata más frecuentemente en relación con Jesús y su Padre. Es decir, el Espíritu, así como el Padre y el Hijo, es relacional. Esto es precisamente lo que escuchamos en la Palabra de Dios que nos es proclamada hoy. El Espíritu que obra maravillas en nuestra primera lectura es prometido en el capítulo anterior (1, 6-8), por Jesús y proviene del Padre. Pablo, en la segunda lectura, insiste en que el Espíritu motiva a los discípulos a hablar correctamente de Jesús; el lenguaje sobre Jesús, tan importante para un evangelizador, se origina en el Espíritu. En el Evangelio, Jesús envía al Espíritu a los discípulos, como el que es, en turno, enviado por el Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sab 1, 7
El Espíritu del Señor llena toda la tierra; él da consistencia al universo y sabe todo lo que el hombre dice. Aleluya.
O bien: Rom 5, 5; cfr. 8, 11
El amor de Dios ha sido difundido en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por el misterio de la festividad que hoy celebramos santificas a tu Iglesia, extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa obrando en el corazón de tus fieles las maravillas que te dignaste realizar en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 1-11
El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse. En esos días había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: No son galileos todos estos que están hablando? Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos; también hay cretenses y árabes. Y sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua.Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 103, 1ab. 24ac. 29bc-30. 31. 34.R/. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Qué numerosas son tus obras, Señor! La tierra llena está de tus creaturas. R/. Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo; pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra.R/. Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá que le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor.R/.
SEGUNDA LECTURA••
Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12,3-7.12-13
Hermanos: Nadie puede llamar a Jesús Señor, si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu.Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
O bien:
Los frutos del Espíritu Santo.
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 5, 16-25
Hermanos: Los exhorto a que vivan de acuerdo con las exigencias del Espíritu; así no se dejarán arrastrar por el desorden egoísta del hombre. Este desorden está en contra del Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de ese desorden. Y esta oposición es tan radical, que les impide a ustedes hacer lo que querrían hacer. Pero si los guía el Espíritu, ya no están ustedes bajo el dominio de la ley. Son manifiestas las obras que proceden del desorden egoísta del hombre: la lujuria, la impureza, el libertinaje, la idolatría, la brujería, las enemistades, los pleitos, las rivalidades, la ira, las rencillas, las divisiones, las discordias, las envidias, las borracheras, las orgías y otras cosas semejantes. Respecto a ellas les advierto, como ya lo hice antes, que quienes hacen estas cosas no conseguirán el Reino de Dios. En cambio, los frutos del Espíritu Santo son: el amor, la alegría, la paz, la generosidad, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio de sí mismo. Ninguna ley existe que vaya en contra de estas cosas. Y los que son de Jesucristo ya han crucificado su egoísmo, junto con sus pasiones y malos deseos. Si tenemos la vida del Espíritu, actuemos conforme a ese mismo Espíritu.Palabra de Dios.T. Te alabamos, Señor.
SECUENCIA
1 Ven, Dios Espíritu Santo,
6 Sin tu inspiración divina
y envíanos desde el cielo
los hombres nada podemos
tu luz, para iluminamos.
y el pecado nos domina.
2 Ven ya, padre de los pobres,
7 Lava nuestras inmundicias,
luz que penetra en las almas,
fecunda nuestros desiertos
dador de todos los dones.
y cura nuestras heridas.
3 Fuente de todo consuelo,
8 Doblega nuestra soberbia,
amable huésped del alma,
calienta nuestra frialdad,
paz en las horas de duelo.
endereza nuestras sendas.
4 Eres pausa en el trabajo,
9 Concede a aquellos que ponen
brisa, en un clima de fuego,
en ti su fe y su confianza
consuelo, en medio del llanto.
tus siete sagrados dones.
5.Ven, luz santificadora,
10 Danos virtudes y méritos,
y entra hasta el fondo del alma
danos una buena muerte
de todos los que te adoran.
y contigo el gozo eterno.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOR/. Aleluya, aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.R/.
EVANGELIO
Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo: Reciban el Espíritu Santo.
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-23
Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: La paz esté con ustedes. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar. Palabra del Señor.T. Gloria a ti, Señor Jesús.
O bien:
El Espíritu de la verdad los irá guiando hasta la verdad plena.
Del santo Evangelio según san Juan: 15, 26-27; 16, 12-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí y ustedes también darán testimonio, pues desde el principio han estado conmigo. Aún tengo muchas cosas que decirles, pero todavía no las pueden comprender. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oído y les anunciará las cosas que van a suceder. El me glorificará, porque primero recibirá de mí lo que les vaya comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes.Palabra del Señor.T. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, e invoquemos a Cristo, que, entronizado a la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, y pidámosle que lo derrame sobre la Iglesia y sobre todo el mundo diciendo: Oremos a Cristo, el buen pastor de la Iglesia, que nos mereció la efusión del Espíritu Santo, y pidámosle que sean iluminados por este mismo Espíritu el Papa N., nuestro obispo N., y todos los demás pastores de la Iglesia, a fin de que conduzcan a su rebaño por las sendas de la salvación. Pidamos también al Señor resucitado, que envió su Espíritu en forma de lenguas para destruir la división de Babel, que congregue en la unidad y conceda la paz a todos los pueblos y naciones del mundo. Supliquemos al vencedor de la muerte que envíe el Paráclito a los que sufren, para que encuentren fuerza y consuelo en la contemplación del misterio pascual, y les dé la firme esperanza de que están llamados a la resurrección y a la felicidad de su reino. Pidamos al Hijo de Dios, que desde el Padre nos ha enviado el Espíritu Santo, que este mismo Espíritu nos recuerde constantemente sus palabras y nos dé la fuerza que necesitamos para dar testimonio de él hasta los confines del mundo. Terminemos nuestra oración pidiendo al mismo Espíritu que resucitó a Cristo de entre los muertos, que permanezca en nosotros y nos disponga así para ser piedras vivas del templo eterno de Dios. Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo y haz que quienes nos disponemos a clausurar, con la solemnidad de hoy, las fiestas pascuales, renovados y fortalecidos por tu Espíritu, vivamos continuamente la novedad pascual y lleguemos también a las fiestas de la Pascua eterna. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que, conforme a la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos haga comprender con más plenitud el misterio de este sacrificio y haz que nos descubra toda su verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: El misterio de Pentecostés.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado hoy al Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al injertarlos en Cristo, tu Unigénito. Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la Iglesia, dio a conocer a todos los pueblos el misterio del Dios verdadero y unió la diversidad de las lenguas en la confusión de una misma fe. Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo ...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Hech 2, 4. 11
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, tú que concedes a tu Iglesia dones celestiales, consérvale la gracia que le has dado, para que permanezca siempre vivo en ella el don del Espíritu Santo que le infundiste; y que este alimento espiritual nos sirva para alcanzar la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, MR, pp. 609-610 (604-605).
Para despedir al pueblo, el diácono o, en su ausencia, el mismo sacerdote canta o dice: Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Vayan en paz, aleluya, aleluya.
O bien:
Pueden ir en paz, aleluya, aleluya. R/. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La vida humana puede parecer, a veces, fría, difícil, y dura. Lo que es más, el universo mismo puede parecer en ocasiones como un espacio vasto que es indiferente y hostil a nuestra existencia. De hecho, algunos pensadores han presentado la realidad de acuerdo con esta perspectiva y nos han desafiado a exhibir lo que llaman el valor de enfrentar dicha verdad tan fría. Por su parte, las ciencias naturales, como la física y la biología, tienen que tomar esta perspectiva, porque la exige su metodología que ha producido mucho fruto en los siglos recientes. Si somos tentados a tomar una tal perspectiva acerca de toda nuestra existencia humana, sería un grave error. La realidad más fundamental es Dios, quien no es frío, duro, indiferente, u hostil. Al contrario, es relacional. Sobre todo, Dios está en una relación de amor con todo y con todos.
Concluye el Tiempo Pascual
Comienza el uso del Leccionario Vol. II y de la LH Vol. III. VII Semana del Tiempo Ordinario. Semana III del Salterio.
Fuente: misalcatolico.com
Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2024 / Misal Catolico de mayo 2024
Misal de Hoy Publicado: 2024-04-30T05:43:43Z | Modificado: 2024-04-30T05:43:43Z