Misal Católico

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Santa Misa del día: Viernes 19 de Enero de 2018

Verde Misa Por la Unidad de los Cristianos "B" MR, p. 1069 (1114) / Lecc I, p. 524

Otros santos: Germánico de Filadelfia, mártir Mario, Marta, Audifaz y Ábaco de Persia mártires. Beato Marcelo Spinola, fundador.

LA MALDAD SALE DE LOS MALOS

1 Sam 24, 3-21, Mc 3, 13-19

Perdonar al enemigo es un acto de misericordia poco frecuente. No se trata de la simple reconciliación entre dos miembros de una familia luego de un ligero malentendido. En la enemistad de Saúl hacia David había de por medio intentos de asesinato del primero hacia el segundo. Parecía una enemistad mortífera, no obstante lo anterior y disponiendo de la ocasión de la venganza, el narrador nos presenta a David como un hombre creyente —que aprende a mirar a Saúl, no tanto como su rival, sino como el ungido del Señor— y generoso que no se cansa de servir con lealtad al rey aunque reciba malos tratos. Normalmente las personas nos guiamos por el principio de la reciprocidad: damos a los otros el mismo tratamiento que de ellos recibimos. David se aparta del molde y desafía elegantemente la maldad de Saúl.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 105, 47

Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y reúnenos de entre las naciones, para que podamos celebrar tu santo nombre y cantar tu alabanza.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que uniste a pueblos diversos en la confesión de tu nombre, concédenos querer y poder practicar cuanto nos mandas, para que, el pueblo llamado a poseer tu Reino, tenga una misma fe en sus pensamientos y un mismo amor en sus obras. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

No pondré la mano sobre el ungido del Señor.

Del primer libro de Samuel: 24, 3-21

En aquellos días, Saúl tomó consigo tres mil hombres valientes de todo Israel y marchó en busca de David y su gente, en dirección de las rocas llamadas "las Cabras Monteses", y llegó hasta donde había un redil de ganado, junto al camino. Había allí una cueva, y Saúl entró en ella para satisfacer sus necesidades.
David y sus hombres estaban sentados en el fondo de la cueva. Ellos le dijeron: "Ha llegado el día que te anunció el Señor, cuando te hizo esta promesa: Pondré a tu enemigo entre tus manos, para que hagas con él lo que mejor te parezca' ".
David se levantó sin hacer ruido y cortó la punta del manto de Saúl. Pero a David le remordió la conciencia por haber cortado el manto de Saúl y dijo a sus hombres: "Dios me libre de levantar la mano contra el rey, porque es el ungido del Señor". Con estas palabras contuvo David a sus hombres y no les permitió atacar a Saúl.
Saúl salió de la cueva y siguió su camino. David salió detrás de él y le gritó: "Rey y señor mío". Y cuando Saúl miró hacia atrás, David le hizo una gran reverencia, inclinando la cabeza hasta el suelo, y le dijo: "¿Por qué haces caso a la gente que dice: 'David trata de hacerte mal'? Daté cuenta de que hoy el Señor te puso en mis manos en la cueva y pude matarte, pero te perdoné la vida, pues me dije: 'No alzaré mi mano contra el rey, porque es el ungido del Señor'. Mira la punta de tu manto en mi mano. Yo la corté y no te maté. Reconoce, pues, que en mí no hay traición y que no he pecado contra ti. Tú, en cambio, andas buscando la ocasión de quitarme la vida. Que el Señor sea nuestro juez, y que él me haga justicia. Yo no alzaré mi mano contra ti, porque como dice el antiguo proverbio: ‘Los malos obran mal'. ¿Contra quién has salido a guerrear, rey de Israel? ¿A quién persigues? A un perro muerto, a una pulga. Que el Señor sea el juez y nos juzgue a los dos. Que él examine mi causa y me libre de tu mano".
Cuando David terminó de hablar, Saúl le respondió: "¿Eres tú, David, hijo mío, quien así me habla?". Saúl rompió a llorar y, levantando la voz, le dijo: "Tú eres más justo que yo, porque sólo me haces el bien, mientras que yo busco tu mal.
Hoy has demostrado conmigo tu gran bondad, pues el Señor me puso en tus manos, y tú no me has quitado la vida. ¿Qué hombre, que encuentra a su enemigo, le permite seguir su camino en paz? Que el Señor te recompense por lo que hoy has hecho conmigo. Ahora estoy cierto de que llegarás a ser rey y de que el reino de Israel se consolidará en tus manos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 56, 2.3-4. 6. y 11 
R/.
 Señor, apiádate de mí.

Apiádate de mí, Señor, apiádate, pues en ti me refugio; me refugio a la sombra de tus alas hasta que pase el infortunio. R/.
Voy aclamar al Dios altísimo, al Dios que me ha colmado de favores; desde el cielo, su amor y su lealtad me salvarán de mis perseguidores. R/.
Señor, demuestra tu poder y llénese la tierra de tu gloria; pues tu amor es más grande que los cielos y tu fidelidad las nubes toca. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Co 5, 19
R/. Aleluya, aleluya.

Dios ha reconciliado consigo al mundo, por medio de Cristo, y nos ha encomendado a nosotros el mensaje de la reconciliación. R/.

EVANGELIO

Jesús llamó a los que él quiso, para que se quedaran con él.

Del santo Evangelio según san Marcos: 3,13-19

En aquel tiempo, Jesús subió al monte, llamó a los que él quiso, y ellos lo siguieron. Constituyó a doce para que se quedaran con él, para mandarlos a predicar y para que tuvieran el poder de expulsar a los demonios.
Constituyó entonces a los Doce: a Simón, al cual le impuso el nombre de Pedro; después, a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, a quienes dio el nombre de Boanergues, es decir "hijos del trueno"; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y a Judas Iscariote, que después lo traicionó.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Col 3, 14-15)

Sobre todas las virtudes pongan el amor, que es el vínculo de la perfecta unión; y que en sus corazones reine la paz de Cristo a la que han sido llamados en un solo cuerpo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Infúndenos, Señor, tu espíritu de caridad, para que, por la eficacia de este sacrificio, hagas que, cuantos creen en ti, vivan concordes en un mismo amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Fuente: misalcatolico.com


Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2018 / Misal Catolico de enero 2018

Misal de Hoy Publicado: 2021-09-15T18:20:33Z | Modificado: 2021-09-15T18:20:33Z