Santa Misa del día: Domingo 18 de Marzo de 2018
Morado V Domingo de Cuaresma [Se omite la memoria de San Cirilo de Jerusalén, obispo y doctor de la Iglesia) MR p. 235 (217) / Lecc I p. 189
Otros santos: Alejandro de Jerusalén, mártir; Salvador de Horta, presbítero.
La costumbre de cubrir las cruces y las imágenes durante este tiempo puede conservarse a juicio de la Conferencia Episcopal. Las cruces permanecen cubiertas hasta después de la celebración de la Pasión del Señor, el Viernes Santo y las imágenes hasta del comienzo de la Vigilia Pascual.
LA LECCIÓN DEL TRIGO
Jer 31, 31-34; Heb 5.7-9; Jn 12, 20-33
Nada tan poderoso como el apego a la propia vida. ¿Quién podrá negarlo, diciendo que está deseoso de morir? Solamente quienes han quedado atrapados por la desesperanza y el fracaso. No era ese el caso del Señor Jesús quien amaba la vida, disfrutaba de la comida y de la fiesta en compañía de sus amigos; gozaba de la cálida cercanía de sus discípulas y abrazaba con gusto a los pequeños. Sabía cuánto lo amaba el Padre y gozaba de los atardeceres solitarios junto al lago de Galilea. No era ni un ermitaño ni un desadaptado. La decisión de entregar su vida le costó noches de oración y desvelo. Se alejaba y se acercaba a Jerusalén porque intuía que ahí se decidiría su destino. Cuando su corazón estuvo bien dispuesto se decidió irrevocablemente a cumplir la lección del grano de trigo. No se apegaría a su existencia terrena, porque estaba cierto que el Padre le conservaría en su vida plena para siempre.
En este domingo se celebra el tercer escrutinio preparatorio para el Bautismo de los catecúmenos que van ser admitidos a los sacramentos de la Iniciación cristiana en la Vigilia Pascual. Se emplean las oraciones y las intercesiones propias, que aparecen en el MR pp. 937-939 (976-978). Sin embargo, en la tercera Misa de los escrutinios debe leerse siempre el Evangelio con el pasaje de Lázaro, tal como se propone en el Domingo V de Cuaresma para el ciclo A.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 42, 1-2
Señor, hazme justicia. Defiende mi causa contra gente sin piedad, sálvame del hombre injusto y malvado, tú que eres mi Dios y mi defensa.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, con tu auxilio, avancemos animosamente hacia aquel grado de amor con el que tu Hijo, por la salvación del mundo, se entregó a la muerte. El que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Haré una alianza nueva y no recordaré sus pecados.
Del libro del profeta Jeremías: 31, 31-34
"Se acerca el tiempo, dice el Señor, en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No será como la alianza que hice con los padres de ustedes, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto. Ellos rompieron mi alianza y yo tuve que hacer un escarmiento con ellos.
Ésta será la alianza nueva que voy a hacer con la casa de Israel: Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente y voy a grabarla en sus corazones.
Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya nadie tendrá que instruir a su prójimo ni a su hermano, diciéndole: `Conoce al Señor', porque todos me van a conocer, desde el más pequeño hasta el mayor de todos, cuando yo les perdone sus culpas y olvide para siempre sus pecados". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 50, 3-4. 12-13. 14-15.
R/. Crea en mí, Señor, un corazón puro.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados. R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu. R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y volverán a ti los pecadores. R/.
SEGUNDA LECTURA
Aprendió a obedecer y se convirtió en autor de salvación eterna.
De la carta a los hebreos: 5, 7-9
Hermanos: Durante su vida mortal, Cristo ofreció oraciones y súplicas, con fuertes voces y lágrimas, a aquel que podía librarlo de la muerte, y fue escuchado por su piedad. A pesar de que era el Hijo, aprendió a obedecer padeciendo, y llegado a su perfección, se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los que lo obedecen.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 12, 26
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. R/.
EVANGELIO
Si el grano de trigo sembrado en la tierra muere, producirá mucho fruto.
Del santo Evangelio según san Juan: 12, 20-33
Entre los que habían llegado a Jerusalén para adorar a Dios en la fiesta de Pascua, había algunos griegos, los cuales se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le pidieron: "Señor, quisiéramos ver a Jesús".
Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús y él les respondió: "Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado. Yo les aseguro que si el grano de trigo, sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto.
El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre.
Ahora que tengo miedo, ¿le voy a decir a mi Padre: `Padre, líbrame de esta hora'? No, pues precisamente para esta hora he venido. Padre, dale gloria a tu nombre". Se oyó entonces una voz que decía: "Lo he glorificado y volveré a glorificarlo".
De entre los que estaban ahí presentes y oyeron aquella voz, unos decían que había sido un trueno; otros, que le había hablado un ángel. Pero Jesús les dijo: "Esa voz no ha venido por mí, sino por ustedes. Está llegando el juicio de este mundo; vaya a ser arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí". Dijo esto, indicando de qué manera habría de morir.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, amados hermanos, y pidamos la misericordia del Señor para que, compadecido de su pueblo penitente, escuche nuestras plegarias: (R/. Escúchanos, Señor)
Para que el Redentor del mundo, que se entregó a la muerte para vivificar a su pueblo, libere a la Iglesia de todo mal, roguemos al Señor
Para que el Redentor del mundo, que oró en la cruz por quienes lo crucificaban, interceda ante el Padre por los pecadores, roguemos al Señor.
Para que el Redentor de mundo, que experimentó en la cruz el sufrimiento y la angustia, se compadezca de los que sufren, les dé fortaleza y paciencia y ponga fin a sus dolores, roguemos al Señor.
Para que el Redentor del mundo a nosotros, sus siervos, que en estos días nos disponemos a recordar con veneración su cruz, nos reconforte con la fuerza de su resurrección, roguemos al Señor.
Escucha, Padre, las súplicas de tu Hijo, que, para establecer la alianza nueva y eterna, por obediencia aceptó hasta la muerte de cruz; haz que, a través de las pruebas de la vida, sepamos participar íntimamente de su pasión y, alcanzando la fecundidad del grano que muere, merezcamos ser reunidos, como cosecha buena, en los graneros de tu reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Escúchanos, Dios todopoderoso, y concede a tus siervos, en quienes infundiste la sabiduría de la fe cristiana, quedar purificados, por la eficacia de este sacrificio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma, MR. pp. 492-496 (493-498).
Si se emplean lecturas de la Misa de escrutinios, el prefacio V de Cuaresma. MR. pp. 235-236 (247-248).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 24-25
Yo les aseguro que, si el grano de trigo sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Dios todopoderoso, que podamos contarnos siempre entre los miembros de aquel cuyo Cuerpo y Sangre acabamos de comulgar. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Bendice, Señor, a tu pueblo, que espera los dones de tu misericordia, y concédele recibir de tu mano generosa lo que tú mismo lo mueves a pedir. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Las estadísticas recientes sobre las prácticas y creencias religiosas en México muestran un descenso significativo en el número de personas que se confiesan cristianas o católicas y que, a la vez, están convencidas de una vida perdurable después de la muerte. Por una serie de razones se propaga cierta visión cerrada a la esperanza en la vida futura. Desde esa perspectiva se complica asumir opciones más generosas y decididas a favor de los demás. Quien piense que la vida es una realidad perecedera, pretenderá estirarla al máximo, viviendo demasiado centrado en sí mismo. Quien aprenda, como Jesús, que la vida es un regalo del Padre, que nos fue dada sin condiciones y que, de la misma manera, la vida y muerte salvadora de Jesucristo nos pavimentará el camino para participar de la plenitud de su vida podrá vivir conforme a la lección del grano de trigo.
Fuente: misalcatolico.com
Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2018 / Misal Catolico de marzo 2018
Misal de Hoy Publicado: 2021-09-15T18:20:35Z | Modificado: 2021-09-15T18:20:35Z