Misal Católico

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Santa Misa del día: Domingo 15 de Septiembre de 2024

Verde Domingo XXIV del Tiempo Ordinario Se omite la memoria de Nuestra Señora de los Dolores MR, p. 438 (434) / Lecc. II, p. 162 LH, semana IV del Salterio

Otros santos: Beatos: Antonio María Schwartz, presbítero y fundador; Ladislao Miegon, presbítero y mártir; Pablo Manna, presbítero del Pontificio Instituto para Misiones Extranjeras y fundador.

NO HAY FE CRISTIANA SIN SUFRIMIENTO Is 50 5-9•Sal 114 Sant 2,14-18, Mc 8, 27-35

Las lecturas nos recuerdan una verdad de la cual a veces nos olvidamos, pero que es importante para la vida cristiana, es decir, el vínculo entre la fe y el sufrimiento. La primera lectura nos introduce en esta verdad porque es el tercer cántico del Siervo de Yahvé y recuenta que el siervo no sólo recibe instrucción del Señor, sino que sufre por intentar proclamarla. El Evangelio afirma dicha verdad con más fuerza, ya que empieza con la resolución de tanta especulación y la proclamación, por parte de Pedro, de la fe en la identidad mesiánica de Jesús; pero concluye con el sufrimiento del mesías y de sus discípulos. Finalmente, la segunda lectura afirma que la fe necesita obras y. en el contexto de las demás lecturas de hoy, insinúa que una de esas obras es el sufrimiento.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Si 36, 18

Concede, Señor, la paz a los que esperan en ti, y cumple así las palabras de tus profetas; escucha las plegarias de tu siervo, y de tu pueblo Israel.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, creador y soberano de todas las cosas, vuelve a nosotros tus ojos y concede que te sirvamos de todo corazón, para que experimentemos los efectos de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban.

Del libro del profeta Isaías: 50, 5-9a

En aquel entonces, dijo Isaías: El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto resistencia, ni me he echado para atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba. No aparté mi rostro de los insultos y salivazos. Pero el Señor me ayuda, por eso no quedaré confundido, por eso endurecí mi rostro como roca y sé que no quedaré avergonzado. Cercano está de mí el que me hace justicia, quién luchará contra mí? Quién es mi adversario? Quién me acusa? Que se me enfrente. El Señor es mi ayuda, quién se atreverá a condenarme?Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 114,1-2.3-4.5-6.8-9. R/. Caminaré en la presencia del Señor.

Amo al Señor porque escucha el clamor de mi plegaria, porque me prestó atención cuando mi voz lo llamaba.R/. Redes de angustia y de muerte me alcanzaron y me ahogaban. Entonces rogué al Señor que la vida me salvara. R/. El Señor es bueno y justo, nuestro Dios es compasivo. A mí, débil, me salvó y protege a los sencillos.R/. Mi alma libró de la muerte; del llanto los ojos míos, y ha evitado que mis pies tropiecen por el camino. Caminaré ante el Señor por la tierra de los vivos.R/.

SEGUNDA LECTURA

La fe, si no se traduce en obras, está completamente muerta.

De la carta del apóstol Santiago: 2,14-18

Hermanos míos: De qué le sirve a uno decir que tiene fe, si no lo demuestra con obras? Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que algún hermano o hermana carece de ropa y del alimento necesario para el día, y que uno de ustedes le dice: Que te vaya bien; abrígate y come, pero no le da lo necesario para el cuerpo, de qué le sirve que le digan eso? Así pasa con la fe; si no se traduce en obras, está completamente muerta. Quizá alguien podría decir: Tú tienes fe y yo tengo obras. A ver cómo, sin obras, me demuestras tu fe; yo, en cambio, con mis obras te demostraré mi fe.Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Ga 6, 14R/. Aleluya, aleluya.

No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo.R/.

EVANGELIO

Dijo Pedro: Tú eres el Mesías. —Es necesario que el Hijo del hombre padezca mucho.

Del santo Evangelio según san Marcos: 8, 27-35

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les hizo esta pregunta: Quién dice la gente que soy yo? Ellos le contestaron: Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los profetas. Entonces Él les preguntó: Y ustedes, quién dicen que soy yo? Pedro le respondió: Tú eres el Mesías. Y Él les ordenó que no se lo dijeran a nadie. Luego se puso a explicarles que era necesario que el Hijo del hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día. Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras: Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres. Después llamó a la multitud y a sus discípulos, y les dijo: El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.Palabra del Señor.Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Imploremos, hermanos, la misericordia de Dios y pidámosle que escuche las oraciones de los que hemos puesto nuestra confianza en él y digámosle: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.) Para los obispos, los presbíteros y los diáconos pidamos al Señor una vida santa, tal como corresponde a su ministerio y el premio abundante de su trabajo,roguemos al Señor. Para los que gobiernan las naciones y tienen bajo su poder el destino de los pueblos pidamos el don de la prudencia y el espíritu de justicia,roguemos al Señor. Para los enfermos e impedidos pidamos al Señor la fortaleza necesaria a fin de que no se desanimen ante las dificultades y vivan alegres en la esperanza de los bienes eternos,roguemos al Señor. Para nosotros mismos y para nuestros familiares, amigos y bienhechores pidamos al Señor que nos conserve y aumente los bienes que con tanta generosidad nos ha concedido,roguemos al Señor. Dios nuestro, fortaleza de los pobres y auxilio de los que sufren, escucha las oraciones de tu Iglesia y danos el Espíritu Santo para que, iluminados con su luz creamos con el corazón y confesemos con las obras que Jesucristo es el Mesías y vivamos convencidos de que salvaremos nuestra vida, si tenemos el valor de perderla para anunciar el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Sé propicio, Señor, a nuestras plegarias y acepta benignamente estas ofrendas de tus siervos, para que aquello que cada uno ofrece en honor de tu nombre aproveche a todos para su salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 35, 8

Señor Dios, qué preciosa es tu misericordia. Por eso los hombres se acogen a la sombra de tus alas.

O bien: Cfr. 1 Cor 10, 16

El cáliz de bendición, por el que damos gracias, es la unión de todos en la Sangre de Cristo; y el pan que partimos es la participación de todos en el Cuerpo de Cristo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNÓN

Que el efecto de este don celestial, Señor, transforme nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que sea su fuerza, y no nuestro sentir, lo que siempre inspire nuestras acciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Lu palabra castellana « sufrimiento deriva de dos palabras latinas, sub que quiere decir abajo y ferre que quiere decir llevar. Entonces, en sus raíces etimológicas, quiere decir llevar algo abajo o apretar. Parece referirse a una condición que uno padece de manera pasiva. Pero, en realidad, el sufrimiento es también activo. Esto lo confirma el sufrimiento, que frecuentemente tiene que ver con una acción, y también la experiencia misma. La experiencia revela que no podemos sufrir un mal sin poner una cierta resistencia a él, nutrir la esperanza de superarlo, y confiar en algo más poderoso que el mal. Sin estas acciones sucumbiríamos en seguida al sufrimiento, el cual llegaría a transformarse en la aniquilación total. En términos cristianos, el sufrimiento requiere el valor de poner nuestra fe en la resurrección de Jesucristo.

Fuente: misalcatolico.com


Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2024 / Misal Catolico de septiembre 2024

Misal de Hoy Publicado: 2024-09-02T19:26:47Z | Modificado: 2024-09-02T19:26:47Z