Santa Misa del día: Sabado 15 de Septiembre de 2018
Nuestra Señora de los Dolores
Blanco Misa matutina de la Memoria MR, p. 792 (822) / Lecc. II, pp. 788 y 1121 LH, Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio
Tomo IV: pp. 1076 y 220; Para los fieles: pp. 722 y 415; Edición popular: pp. 289 y 479
Otros santos: Nicomedes de Roma, mártir; Catalina Fieschi, viuda. Beato Pablo Manna fundador.
La santísima Virgen María estuvo íntimamente unida a la pasión de su Hijo. Por eso está asociada de un modo particular a la gloria de su resurrección. La compasión de María, que celebramos en esta fiesta, nos recuerda que al pie de la cruz la maternidad de María se extendió a todo el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, es decir, a todos nosotros.
SIGNO DE CONTRADICCIÓN
1 Cor 10, 14-22; Lc 2, 33-35
Hay rostros de bebés tan particulares por su belleza en general, por el brillo de los ojos, por la gracia que tienen, que no pueden pasar desapercibidos. No sabemos cómo sería el rostro del pequeño Jesús, pero podríamos imaginarlo como alguien simpático y avispado, por el simple hecho que llamó la atención de un par de ancianos entretenidos en sus rezos ordinarios. Cuando la familia de Jesús subió al templo de Jerusalén para circuncidar al pequeño, despertó el interés de dos creyentes ancianos y sensatos, como sin duda eran Simeón y Ana. Simeón no formuló a José y María las consabidas felicitaciones melosas del estilo "que niño tan lindo", sino que lanzó un mensaje aparentemente desconsolador: ese pequeño generaría controversia entre las familias de Israel. Con este anuncio estaba advirtiéndole a María que la vida de Jesús estaría asociada al conflicto y la polémica.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Lc 2. 34-35
El anciano Simeón dijo a María: Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción; y a ti, una espada te atravesará el alma.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que junto a tu Hijo en la cruz estuviera de pie su Madre, compartiendo su dolor, concede a tu Iglesia que, asociada con ella a la pasión de Cristo, merezca participar de su gloriosa resurrección. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10,14-22
Queridos hermanos: Huyan de la idolatría. Me dirijo a ustedes como a hombres sensatos; ustedes mismos juzguen lo que voy a decir: El cáliz de la bendición con el que damos gracias, ¿no nos une a Cristo por medio de su sangre? Y el pan que partimos, ¿no nos une a Cristo por medio de su cuerpo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan. Consideren al pueblo de Israel: ¿no es cierto que los que comen de la víctima sacrificada en el altar quedan unidos a él?
Con esto no quiero decir que el ídolo represente algo real, ni que la carne ofrecida a los ídolos tenga algún valor especial. Lo que quiero decir es que, cuando los paganos ofrecen sus sacrificios, se los ofrecen a los demonios y no a Dios. Ahora bien, yo no quiero que ustedes se asocien con los demonios. No pueden beber el cáliz del Señor y el cáliz de los demonios. No pueden compartir la mesa del Señor y la mesa de los demonios. ¿O queremos provocar acaso la indignación del Señor creyéndonos más poderosos que él? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 115, 12-13. 17-18
R/. Señor, te ofreceré con gratitud un sacrificio.
¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor. R/.
Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre. Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo. R/.
SECUENCIA (Lecc. II, p. 1120)
Esta secuencia es opcional tanto en su forma larga como en su forma breve, desde * ¡Oh dulce fuente de amor!
La Madre piadosa estaba
junto a la cruz, y lloraba
mientras el Hijo pendía;
cuya alma triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.
¡Oh cuán triste y afligida
estaba la Madre herida,
de tantos tormentos llena,
cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena!
¿Y cuál hombre no llorara
si a la Madre contemplara
de Cristo en tanto dolor?
¿Y quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?
Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo;
porque acompañar deseo
en la cruz, donde lo veo,
tu corazón compasivo.
¡Virgen de vírgenes santas!,
llore ya con ansias tantas
que el llanto dulce me sea;
porque su pasión y muerte
tenga en mi alma de suerte
que siempre sus penas vea.
Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.
Vio morir al Hijo amado
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.
* ¡Oh dulce fuente de amor!,
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en Él que conmigo.
Y, porque a amarlo me anime
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.
Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.
Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more
de mi fe y amor indicio;
porque me inflame y encienda
y contigo me defienda
en el día del juicio.
Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance, vida y alma estén;
porque, cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria. Amén.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosa la Virgen María, que sin morir, mereció la palma del martirio junto a la cruz del Señor.
EVANGELIO
Y a ti, una espada te atravesará el alma.
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 33-35
En aquel tiempo, el padre y la madre del niño estaban admirados de las palabras que les decía Simeón. El los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: "Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Dios misericordioso, las suplicas y ofrendas que te presentamos para alabanza de tu nombre, al venerar a la santísima Virgen María, a quien, bondadoso, nos entregaste como piadosísima Madre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa Maria Virgen (conmemoración) pp 526-530 (527-531).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 P 4, 13
Alégrense de compartir ahora los padecimientos de Cristo, para que cuando se manifieste su gloria, el júbilo de ustedes sea desbordante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el sacramento de la redención eterna, te pedimos, Señor, que, al conmemorar el dolor de la santísima Virgen María, completemos, a favor de la Iglesia, lo que falta en nosotros a los padecimientos de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Fuente: misalcatolico.com
Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2018 / Misal Catolico de septiembre 2018
Misal de Hoy Publicado: 2021-09-15T18:20:33Z | Modificado: 2021-09-15T18:20:33Z