Misal Católico

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Santa Misa del día: Jueves 13 de Junio de 2019

Fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote

Blanco (En la República Mexicana) MR p. 756 (741) / Lecc II 1071

Otros santos: Antonio de Padua, Doctor de la Iglesia; Ramberto de Lyon, mártir.

Jesucristo ejerce su sacerdocio durante toda su vida terrena y, sobre todo en su pasión, muerte y resurrección, El sacrificio perfecto es el que ofreció en la cruz en ofrenda total como respuesta amorosa al amor del Padre y por nuestra salvación, y es el mismo Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote de la Nueva Alianza, quien, por el ministerio de los sacerdotes. ofrece el sacrificio eucarístico, que es el mismo de la cruz.

SUS CICATRICES NOS CURARON

Is 52, 13-53, 12; Lc 22, 14-20

La celebración del Cuerpo y la Sangre de Cristo nos abre la posibilidad de reflexionar sobre el sentido último de la donación y la entrega de la vida. Jesús fue asumiendo una existencial martirial y expiatoria. Siendo un hijo obediente y fiel al Padre no tenía que cargar responsabilidades éticas propias ante Dios. Bien lo profetizó Isaías diciendo que fue "triturado por nuestros crímenes" y "arrancado de la tierra de los vivos por los pecados del pueblo". Lo más significativo es que el Señor Jesús no vivió esa entrega como una condena fatal, ni como un ajuste de cuentas de sus victimarios. Fue interiorizando el misterio de la expiación vicaria, fue comprendiendo la suerte adversa de los profetas, fue sobreponiéndose al miedo y a la angustia y cuando se definió a dar el sí, lo celebró por anticipado con sus discípulos. Al entregar el pan y la copa, estaba asumiendo la entrega plena de su vida al Padre.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Hb 7, 24

Cristo, mediador de la nueva alianza, por el hecho de permanecer para siempre, posee un sacerdocio perpetuo. Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que para gloria tuya y salvación de todos los hombres constituiste sumo y eterno sacerdote a tu Hijo, Jesucristo, concede a quienes él ha elegido como ministros suyos y administradores de los sacramentos y del Evangelio, la gracia de ser fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Él fue traspasado por nuestros crímenes.

Del libro del profeta Isaías: 52, 13-53,12

He aquí que mi siervo prosperará, será engrandecido y exaltado, será puesto en alto. Muchos se horrorizaron al verlo, porque estaba desfigurado su semblante, que no tenía ya aspecto de hombre; pero muchos pueblos se llenaron de asombro. Ante él los reyes cerrarán la boca, porque verán lo que nunca se les había contado y comprenderán lo que nunca se habían imaginado. ¿Quién habrá de creer lo que hemos anunciado? ¿A quién se le revelará el poder del Señor? Creció en su presencia como planta débil, como una raíz en el desierto. No tenía gracia ni belleza. No vimos en él ningún aspecto atrayente; despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, habituado al sufrimiento; como uno del cual se aparta la mirada, despreciado y desestimado.
Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo tuvimos por leproso, herido por Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Él soportó el castigo que nos trae la paz. Por sus llagas hemos sido curados.
Todos andábamos errantes como ovejas cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. Cuando lo maltrataban, se humillaba y no abría la boca, como un cordero llevado a degollar, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca.
Inicuamente y contra toda justicia se lo llevaron. ¿Quién se preocupó de su suerte? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, lo hirieron de muerte por los pecados de mi pueblo, le dieron sepultura con los malhechores a la hora de su muerte, aunque no había cometido crímenes, ni hubo engaño en su boca.
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida como expiación, verá a sus descendientes, prolongará sus años y por medio de él prosperarán los designios del Señor. Por las fatigas de su alma, verá la luz y se saciará; con sus sufrimientos justificará mi siervo a muchos, cargando con los crímenes de ellos.
Por eso le dará una parte entre los grandes, y con los fuertes repartirá despojos, ya que indefenso se entregó a la muerte y fue contado entre los malhechores, cuando tomó sobre sí las culpas de todos e intercedió por los pecadores. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 39, 7-13a. 8b-9. 10-11a-b. 17
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Cuántas maravillas has hecho, Señor y Dios mío, cuántos planes en favor nuestro. Nadie se te puede comparar. R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú lo sabes, Señor. R/.
No callé tu justicia, antes bien, proclamé tu lealtad y tu auxilio. Tu amor y tu lealtad no los he ocultado a la gran asamblea. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Is 42, 1
R/. Aleluya, aleluya.

Miren a mi siervo, a quien sostengo; a mi elegido, en quien tengo mis complacencias. En él he puesto mi espíritu, para que haga brillar la justicia sobre las naciones. R/.

EVANGELIO

Hagan esto en memoria mía.

Del santo Evangelio según san Lucas: 22,14-20

En aquel tiempo, llegada la hora de cenar, se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo: "Cuánto he deseado celebrar esta Pascua con ustedes, antes de padecer, porque yo les aseguro que ya no la volveré a celebrar, hasta que tenga cabal cumplimiento en el Reino de Dios". Luego tomó en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias y dijo: "Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque les aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el Reino de Dios".
Tomando después un pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio diciendo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía". Después de cenar, hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: "Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que Jesucristo, nuestro Mediador, haga que te sean aceptables, Señor, nuestras ofrendas y que su sacrificio redentor nos haga vivir cada día más unidos a él, para que toda nuestra vida sea grata a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

El sacerdocio de Cristo y el ministerio de los sacerdotes.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Ya que, por la unción del Espíritu Santo, constituiste a tu Unigénito Pontífice de la alianza nueva y eterna, y en tu designio salvífico has querido que su sacerdocio único se perpetuara en la Iglesia.
En efecto, Cristo no sólo confiere la dignidad del sacerdocio real a todo su pueblo santo, sino que, con especial predilección, elige a algunos de entre los hermanos, y mediante la imposición de las manos, los hace partícipes de su ministerio de salvación, a fin de que renueven, en su nombre, el sacrificio redentor, preparen para tus hijos el banquete pascual, fomenten la caridad en tu pueblo santo, lo alimenten con la palabra, lo fortifiquen con los sacramentos y, consagrando su vida a ti y a la salvación de sus hermanos, se esfuercen por reproducir en sí mismos la imagen de Cristo y te den un constante testimonio de fidelidad y de amor.
Por eso, Señor, con todos los ángeles y santos, te alabamos. cantando llenos de alegría: Santo, Santo, Santo...

O bien:

Prefacio I o II de la Eucaristía. pp. 525-526 (521-522).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 28, 20

Sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en el sacrificio y recibido en la comunión, sean para nosotros, Señor, el principio de una vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN A SAN ANTONIO DE PADUA: Dios todopoderoso y eterno, tú que has dado a tu pueblo en la persona de san Antonio de Padua un predicador insigne y un intercesor poderoso, concédenos seguir fielmente los principios de la vida cristiana, para que merezcamos tenerle como protector en todas las adversidades. Por nuestro Señor Jesucristo.

Fuente: misalcatolico.com


Categoria: Misa por Año / Misal Catolico 2019 / Misal Catolico de junio 2019

Misal de Hoy Publicado: 2021-09-15T18:20:38Z | Modificado: 2021-09-15T18:20:38Z