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Evidencias de la Crucifixión III

Evidencias Internas.

Por evidencia interna, me refiero a la prueba o el testimonio de las Escrituras, en este caso el Nuevo Testamento. Hay dos textos concretos y definitivos que son de claridad meridiana. El primero es Juan 20:24,25 «Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.» Juan 20:24, 25 (Versión Reina - Valera) «Pero Tomás, uno de los doce, que se llamaba El Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Por consiguiente los otros discípulos le decían: "¡Hemos visto al Señor!" Mas él les dijo: "A menos que vea en sus manos la impresión de los clavos y meta mi dedo en la impresión de los clavos y meta mi mano en su costado, de ninguna manera creeré."» Juan 20:24, 25 (Traducción del Nuevo Mundo). El texto en cuestión es bien claro incluso en la traducción de la Biblia de la Sociedad Watchtower, manosy clavosen plural, para esto se requirió un clavo para cada mano. Tomás había sido uno de los testigos oculares de la crucifixión de Jesús, el lo había visto en la cruz con un clavo en cada mano, y para creer el pedía ver su cuerpo con esta señal. La única posición que se requiere para esto (un clavo en cada mano), es que haya sido crucificado, y no empalado. A continuación muestro una de las clásicas ilustraciones que la SWT hace en su literatura de la crucifixión de Jesús, podemos observar que lo dibujan incorrectamente con un clavo atravesando las dos manos, y eso no es lo que declaran las Escrituras. (Tomado del libro "El Conocimiento que LLeva a la Vida Eterna" ed. 1995, p. 67) En segundo texto en cuestión Mateo 27:37, dice al respecto: «Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: Este es Jesús, El Rey de los judíos.» (Mateo 27:37) Para que esto hubiera podido haber sucedido, se necesitaba espacio suficiente para poner un letrero, visible a todos. El letrero estaba sobre su cabeza y no sobre sus manos como pretende la Sociedad. Y entre su cabeza y manos indiscutiblemente no había tal espacio. Para que el letrero pudiera estar sobre su cabeza como indica el texto bíblico, era necesario, que sus brazos estuvieran extendido en forma de " T ".


Categoria: Crucifixión de Cristo

Publicado: 2021-09-26T17:29:06Z | Modificado: 2021-09-30T17:29:06Z